Un contrariado Sergi Barjuan llegaba a rueda de prensa, tras una nueva derrota del Recreativo de Huelva, esta vez frente al Sabadell, que remontaba el gol inicial de Montoro, que acabaría siendo expulsado antes del descanso. Así valoraba el encuentro el técnico del Decano: "Hasta la expulsión sabíamos cómo teníamos que manejar lo que buscaban ellos, pero se han encontrado con el factor de ser uno más, y aún así hemos estado muy aplicados, hemos combatido, hemos luchado... Las jugadas de sus goles son centros que muchas veces puedes desviar y otras no y han caído a sus pies, no hay más", explicando que "en los primeros veinte minutos de la primera parte hemos estado tranquilos, serenos, jugando al fútbol, intentando buscar la portería para dar, con varias ocasiones, pero no ha podido ser. Es difícil valorar el partido cuando se juegan 45 o 50 minutos con uno menos".
 
Seis puntos posibles de los últimos 30 hacen un pobre bagaje de un equipo que llegó a liderar muchas jornadas la Segunda División: "Llevamos una racha que es para enmarcar. Se hacen las cosas, trabajamos las cosas y ahora no salen. O también, afrontar los partidos con un jugador menos muchos minutos en esta categoría, no es fácil. Creo que hemos sido valientes, hemos sido fuertes mentalmente para ir a buscar esa oportunidad que nos garantizara el 2-0. Y ellos en la primera parte casi ni han llegado, y en la segunda parte me reitero, en los primeros veinte minutos hemos estado aplicados", aseguró a los medios, remitiéndose a la premisa que ha explicado desde el primer día, en la que "hay que seguir trabajando, no queda más. Nunca puedes bajar los brazos, ni mucho menos. Ni cuando estábamos arriba ni ahora que estamos en un momento difícil. Lo bueno que tenemos es que el vestuario sigue creyendo en lo que hacen". 
 
Para el de Las Franquesas del Vallés, el esfuerzo de sus hombres ha sido alto, a pesar de la inferioridad numérica: "Tengo que darle una nota muy alta a los jugadores, porque se han desfondado en el campo. Hay que seguir en eso, y el que no puede bajar los brazos y no puede dar una mínima duda soy yo, y en eso creo y en eso seguiré". 
 
"En el vestuario siguen creyendo en lo que hacen"
 
Un cambio un tanto discutido ha sido el de quitar a Ezequiel en el descanso para dar entrada a Dimas. El jugador cedido por el Betis estaba siendo el más incisivo en el primer periodo: "Teníamos tantas cosas que hacer en la primera parte, que hemos decidido esto. No podíamos dejar a Jesús Vázquez sólo en medio campo, Jorge Larena ya estaba también desfondado y con una tarjeta y con respecto a Ezequiel, la verdad que ha jugado 45 minutos muy buenos, pero también estaba desfondado. Hemos visto que físicamente había bajado y hemos decidido darle la oportunidad a Dimas en el centro del campo para intentar fortalecer más esa zona. Tenian que ser uno de los tres de arriba, porque teníamos que fortalecer esa zona, Jorge no podíamos meterle dentro".
 
La expulsión de Montoro provoca que se lleven tres jornadas seguidas con un hombre menos, algo que el míster albiazul espera que se acabe: "Sin sacar a relucir partidos en los que hemos sido uno menos, ha habido partidos en los que hemos jugado bien y hemos perdido, y otros en los que hemos jugado mal y hemos ganado. Son situaciones difíciles de explicar pero al final tienes que seguir adelante, y nosotros tenemos una manera de plantear los partidos que es intentar jugar al fútbol, llevar a cabo lo que tenemos mamado desde el primer día y seguiremos en esto. La explicación básica es que al final pierdes y tienes que buscar soluciones rápidamente porque ya llevamos tiempo en momentos delicados", siendo claro al asegurar que tienen que "recuperar todas las sendas: la del trabajo, la de competir, la de seguir adelante y la de creer en nosotros mismos, como también buscar la suerte, que a veces es la que te deja un poco abandonada". 
 
"Es muy difícil mantener nuestro estatus con tantos goles en contra"
 
Precisamente sobre esta acción, sobre el por qué un jugador la hace en esa zona del campo, así lo explicó Sergi: "Es la visión de que es uno de los últimos hombres y cree que puede sacar el balón. Hay que agradecerle el esfuerzo por intentar en la medida parar el juego, pero al final el que manda es el árbitro. Son acciones que cuando la portería está a 45-50 metros hay que estudiarlas mejor. Les tengo que dicho en acciones así, o como la de Cifu contra Las Palmas, que les dejen chutar, pase lo que pase, que es mejor trabajar once contra once, que no diez contra once, y nos pasó lo mismo con Ruymán la semana pasada. Creo que esas ganas de competir, de luchar y de seguir en esa dinámica que traíamos les hace cometer estos pequeños errores". El propio técnico aseguraba no haberse percatado de la acción, para calibrar si era expulsión o no: "La acción de la expulsión no la he visto, porque me he girado. Justo cuando un jugador tiene la posesión del balón y hace dos o tres toques es cuando el rival aprovecha para hacer la presión, y esto lo habíamos trabajado toda la semana. Pero no he visto la acción cómo ha sido. He ido a hablar con los ayudantes y luego he visto que era roja", explicó.
 
Con respecto a la cantidad de goles encajados, 33 en contra, cree que se deben mejorar esos registros si se quiere competir en la zona alta: "Estamos luchando por esa zona alta. Sí que llevamos 14 jornadas encajando goles, hay que ver los goles y estudiarlo todo. Tenemos que seguir trabajando para que nos dé la cara otra vez la suerte. Es muy difícil mantener ese estatus con tantos goles en contra, pero también hemos sido un equipo muy goleador y en esto nos basamos también. Está claro que prefiero ganar 1-0 que 2-1, pero se trabaja para intentar que el equipo salga al campo convencido de que no va a encajar ningún gol", finalizó.