El día de la marmota, titulo perfecto para lo que ha ocurrido hoy en Miranda de Ebro. El Sabadell se plantaba en la jornada de hoy, como decimosegundo clasificado, a once puntos del descenso, y con el objetivo doble de ganar hoy para certificar la permanencia y alejar, de paso, al Mirandés en la clasificación.

Carreras tenía numerosas bajas para hoy, sobre todo en la parcela defensiva, como Nauzet, Abraham Paz y Samu, además de la lesión en el calentamiento de Pablo Ruíz, que ha hecho que Moha se reconvirtiera en lateral izquierdo y Longás ocupara el centro del campo.

Goles y sentencia local

El Mirandés se jugaba la vida hoy, y el Sabadell lo sabía, pero la diferencia de intensidad en los primeros minutos de los dos equipos ha sido el factor diferencial. El día de la marmota. El Sabadell sale con un punto menos de intensidad que el rival a jugar fuera de casa, y el contrario lo aprovecha. En el caso de hoy, el gol del Mirandés ha tardado en llegar quince minutos, cuando Mújika remata una falta lejana libre de marca. Otra vez tocaba remontar lejos del templo. La situación era perfecta para los de Pouso: jugar con ventaja en el marcador en casa y esperar a que el Sabadell, en un campo pequeño, le costara desplegar su juego. Y así ha sido. La presión de los burgaleses ha sido efectiva y el tiempo iba pasando sin que llegaran las ocasiones para los arlequinados. Para empeorar las cosas, justo antes del descanso, Rúper culminaba una buena jugada colectiva de los rojillos y subía el 2-0 al luminoso.

El Sabadell quiere pero no puede

Tocaba remontar, palabra que se ha puesto de moda esta semana en el futbol español, tocaba cambiar la cara de cabo a rabo del equipo y sacar las ganas que tiene el equipo de ganar cuando juegan en casa. Pero nada de eso. EL Mirandés, cómodo defendiendo en el borde de su área, no ha sufrido en ningún momento para mantener su ventaja, ya que el Sabadell disfrutaba del control del balón, pero no de ocasiones para marcar. Carreras ha intentado darle un aire diferente al equipo intentando abrir el campo, con la entrada de Gato y Collantes, pero sin efecto. Todo lo contrario que  las sustituciones de Pouso, que ha dado refresco a jugadores cansados para mantener la intensidad en el centro del campo. En los últimos minutos parecía que el Sabadell despertaba, con centros al área, que creaban más peligro por los despejes defectuosos del portero local que por los delanteros arlequinados.

La misma película de cada semana cuando el Sabadell va fuera de casa: falta de intensidad y falta de ideas cuando el partido se complica. Es como ese niño mimado que cuando está lejos de casa se siente desprotegido y sin confianza. La suerte del Sabadell es que los deberes están casi hechos, pero la sensación de que el cuerpo técnico no acaba de motivar a sus jugadores para afrontar partidos lejos del templo es más que notoria. En casa es otra historia, el propio público que asiste a la Nova Creu Alta es motivación suficiente.