Día frío y lluvioso en la capital del Vallés. Un punto le valía al Sabadell en el partido de hoy para certificar, de una vez por todas, la permanencia, sin esperar a resultados de terceros. El rival, el necesitado Racing de Santander, un equipo histórico que, antes del partido, tenía la salvación a cinco puntos.

Carreras ha tenido que introducir un único cambio en el once inicial respecto al de Murcia, ha sido obligado en defensa, porque Abraham Paz ha tenido problemas físicos durante la semana de los que no se ha podido recuperar. Su puesto lo ha ocupado Pablo Ruíz.

Gol psicológico

El inicio de partido no ha sido el que nos tenía acostumbrado el Sabadell, el de aquel equipo que salía los primeros minutos a marcar, o al menos intentarlo. Nada de eso. El Racing ha tenido controlado en todo momento el partido y el Sabadell no se encontraba cómodo sobre el campo. Los cántabros han planteado un partido dónde tuviesen el control del centro del campo y tener controladas las bandas de Lanzarote y Collantes, además de dar libertad a Assulin. Moha e Hidalgo no han sabido crea superioridades en su zona, y eso lo ha acusado mucho el equipo. Cada vez el Racing se acercaba más al área de Nauzet con centros laterales y el gol ha llegado en un momento clave del partido, al filo del descanso. Jairo aprovecha una buena jugada de Assulin, que se va con demasiada facilidad de Ramírez, y resuelve dentro del área con un fuerte disparo. Casi sin tiempo para que los locales se diesen cuenta que estaban perdiendo, el árbitro ha indicado el camino a vestuarios.

Sin poder de reacción

Mucho tenían que espabilar los arlequinados para dar la vuelta al marcador. El único que había aparecido a chispazos en la primera mitad a sido Lanzarote, y para el segundo acto tenían que aparecer más protagonistas. Pero otro mazazo psicológico ha sacudido a los vallesanos. Cinco minutos después de la reanudación, Martí Crespí según el acta del árbitro, Samu en propia puerta según las imágenes, cabecean a gol un centro lateral racinguista. Gol y sentencia del partido. Desde ese momento, el Racing ha reculado metros, y el Sabadell ha tenido el control del balón pero las ocasiones creadas no han acabado en gol. Lanzarote y Collantes han tenido sendas ocasiones, pero uno por falta de puntería y el otro por culpa del portero Mario, no han podido aunque sea recortar distancias.

Se notaba quien se jugaba hoy más sobre el campo, que pese a estar bastante anegado de agua, no ha sido excusa. Al final del partido, se han escuchado pitos hacia los jugadores y el cuerpo técnico de un amplio sector del estadio. Si el Murcia pierde o empata mañana en Guadalajara, el Sabadell estará matemáticamente salvado. El público se ha ido enfadado y con razón, porque después de aguantar todo el partido lloviendo, solo Lanza, Pablo Ruíz, Uli y Longás han saludado al final del partido a los 2.600 valientes que han acudido al estadio hoy.