El Alavés llegó a la Nova Creu Alta en puestos de descenso y salió de ellos al final del partido, con un encuentro redondo que acerca al Sabadell al abismo de nuevo y al equipo albiazul le permite salir momentáneamente de los puestos de abajo. Borja Viguera fue el gran protagonista del partido en la ciudad barcelonesa, al anotar un hat-trick que mandó a la lona al Sabadell de Miquel Olmo.

En apenas doce minutos, el ex atacante de la Real Sociedad dejó el partido encarrilado para el conjunto alavesista. A los veinte segundos, en la primera jugada del partido, Ion Vélez ganaba la línea de fondo, centraba y Borja Viguera empalaba el balón al fondo de la red, imposible para Nauzet. Era el primer golpe, pero no sería el único que encajaría el Sabadell en el primer cuarto de hora de partido.

En el minuto 12 del choque, Toti servía el balón en profundidad para que Viguera superase en carrera a la salida desesperada del meta del Sabadell, y mandase el balón al fondo de la red a puerta vacía. Viguera sumaba su segundo gol de la tarde, pero no sería el último. El encuentro se complicaba en exceso para la escuadra catalana, pero aún se complicaría más a la primera media hora de encuentro.

Martí Crespí veía la tarjeta roja directa por cortar con la mano un pase hacia el delantero riojano, que se iba de nuevo solo hacia la meta del Sabadell de superar al defensor balear. Muy rigurosa la expulsión de cualquier forma, viendo la distancia que le quedaba a Viguera hasta la portería y que dos defensores llegaban a tapar su avance. De cualquier manera, la inferioridad numérica constataba la superioridad en el centro del campo y en el partido del equipo vitoriano de Juan Carlos Mandiá.

Un segundo tiempo sin historia

Con un hombre más, el Deportivo Alavés manejó el partido con mucha mayor calma y tranquilidad. El Sabadell, salvo escasas intentonas de Sotan Tanabe, muy activo todo el duelo, llegaba en ocasiones contadas a la portería rival. Intentando matar el partido al contragolpe, ni unos pudieron hacer daño a su rival, ni los otros quisieron hacer demasiado profunda la herida del contrario.

Sin que ocurriera gran cosa en el segundo tiempo, el Alavés sentenció con dos tantos más mientras veía como el equipo catalán perdía un hombre más. En el minuto 70, Ion Vélez empujaba al fondo de la portería local una contra visitante, después de acompañar la jugada hasta el segundo palo, donde remató libre de marca. Era la sentencia casi definitiva, aunque más tarde Borja Viguera pusiera el resultado final.

Entre ambos goles, Moha fue expulsado por protestar una de las decisiones del colegiado Valdés Aller y dejaba a su equipo con 9 futbolistas. Desquiciado por completo el equipo de Miquel Olmo, Borja Viguera aprovechaba para marcharse con potencia hacia la meta de Nauzet, superarlo por la izquierda del delantero riojano y marcar a placer el cuarto y último gol del partido.

El triunfo final permite al Alavés de Juan Carlos Mandiá salir de los puestos de descenso a Segunda B y colocarse con 30 puntos, uno por encima de la “quema del descenso”. Los arlequinados, con 31 puntos, son 16º clasificados y acumulan una mala racha, con un punto de los últimos doce posibles, que les han hecho alejarse de los puestos de playoff, de los que llegaron a estar a un punto antes del partido contra el Mallorca. Olmo tiene trabajo por delante.