Después de conocerse la destitución de Javi Salamero y del buen inicio de Miquel Olmo al frente del Sabadell, el conjunto arlequinado empezó el año lo mejor posible. Recibía en la jornada 20 al Real Madrid Castilla, al que superó por 3-2. Aníbal seguía sumando y se erigió como protagonista dentro del equipo. En la siguiente jornada, tras superar al Recreativo por 1-2, los laneros sumaron cuatro victoria consecutivas. La cosa se torció un poco el mes siguiente. Los catalanes sumaron seis encuentros sin conocer la victoria, con cuatro derrotas y dos empates.

Empezó el espectáculo

Desde ese momento, a partir de la jornada 28, el Sabadell sumó ocho victorias, cuatro derrotas y tres empates, números prácticamente de playoff. Un total de 18 goles en 15 partidos anotó el ahora añorado delantero arlequinado. Sin duda, Aníbal Zurdo fue el referente de los catalanes arriba. Sus goles hicieron soñar a la afición durante las últimas jornadas del campeonato, en las cuales los arlequinados empezaron a luchar por algo más que los 50 puntos y la permanencia.

Tras ganar al filial blaugrana en la 38ª jornada de liga, el Sabadell se colocó 8º con 54 puntos. Con la permanencia en el bolsillo, la afición se desplazó en masa a Zaragoza para apoyar al equipo en La Romareda. Allí, los pupilos de Miquel Olmo vieron como se iban al descanso con 2-0 en contra. Los hinchas catalanes, no cesaron de animar en ningún momento, y eso y un gran despliegue de fútbol en la segunda mitad hicieron que el equipo sacara un empata muy importante ante el Zaragoza (2-2).

Las bajas fueron importantes

Tras este final apasionante, la secretaría técnica del club arlequinado, en especial la figura de José Antonio Gordillo, trataba de lidiar con nuevas incorporaciones las bajas de Carlos Clerc, Aníbal Zurdo, Juanjo Ciércoles y Antonio Longás por lesión duradera... En un principio, la parroquia arlequinada aseguraba que se había hecho un trabajo nada desdeñable e incluso que se había dado un salto cualitativo respecto al grupo de la pasada campaña, y ello quedó plasmado en la pretemporada.

Podría decirse que lo logrado en pretemporada fue en balde, porque se encuentra en un universo paralelo en lo que ocurre hoy día en el juego arlequinado. Se mejoró mucho defensivamente. El conjunto lanero encajó muy pocos goles. Lo que sí preocupaba era la falta de gol, hasta que el ya destituido Miquel Olmo apostó por Ernest Forgas. Los nuevos fichajes eran ilusionantes, sobre todo Aridai y Forgas, además de Hervás y Eguarás. Ahora, cuando la tormenta acecha, el aficionado arlequinado ya no lo recuerda. El pasado encuentro ante el Leganés, incluso, la grada cargó contra José Antonio Gordillo. Cosas del fútbol, y de resultados.

Mucho trabajo en pretemporada

Así pues, la pretemporada comenzó en el municipal de Tona, ante el Manlleu, donde el equipo se mostró sólido y logró la primera victoria de la temporada, por 0-1, con gol de Edgar Hernández, quien, a pocos días del cierre del mercado, fue dado de baja para recalar en el Reus. El siguiente rival, también de categoría inferior, fue la UE Olot, que venció por 1-0 tras marcar de penalti por unas inocentes manos de Riau. Empero, los arlequinados hicieron un buen partido, y Ernest Forgas tuvo el empate, pero la cepa del poste lo impidió.

Llegó el día de la presentación ante la afición, en la Nova Creu Alta, pero aún sin las camisetas de esta temporada, pues Kelme se retrasó considerablemente en su entrega. Un partido insulso, típico de pretemporada, que acabó con empate gafas ante el Sant Andreu. El siguiente fue un partido perfecto para el Sabadell. Un excelso primer tiempo sentenció el partido ante el Nàstic, que acabó perdiendo 0-2. La buena racha seguía, y los laneros vencieron en el estreno de las nuevas equipaciones, con un contundente 3-0 ante el Villarreal 'B'. Tan solo un gol recibido en cinco partidos, números casi perfectos.

Al día siguiente, los catalanes disputaron otro partido, que menos serio, acabó 2-2 ante el Masnou. El siguiente, penúltimo ya, se saldó con un 0-1 favorable a los arlequinados contra el Reus. Por último, la prueba definitiva, el primer partido ante un rival de categoría superior, ante el RCD Espanyol. Magnífico encuentro, una vez más del CE Sabadell, que venció con un gol de Tamudo. Los arlequinados estaban definitivamente preparados para una temporada que se presentaba como ilusionante.

El peor arranque posible

La temporada 2014-2015 empezó con el peor arranque del Sabadell desde su regreso a la categoría de plata. Con un balance de tres derrotas en tres partidos, dos de los cuales en la Nova Creu Alta, y nueve goles en contra por solo dos a favor, el conjunto de Miquel Olmo completó un inicio de temporada para olvidar.

El primer rival fue el Real Betis, que salió reforzado del estadio vallesano con un 2-3 que maquilló la superioridad del conjunto andaluz. La segunda jornada estuvo marcada por la polémica arbitral en el primer derbi catalán, contra el Barça B en el Mini Estadi. Finalmente, en la tercera jornada el Sabadell volvió a perder en la Nova Creu Alta con un duro 0-3 contra el Numancia. Con esta derrota se encendieron las alarmas en Sabadell.

Llegó el adiós

La primera victoria llegó en la visita al Real Murcia en Copa del Rey, y después de este partido los arlequinados lograron un empate en Zaragoza y la primera victoria en casa de la Liga Adelante contra la Ponferradina. Así, parecía que el Sabadell había encontrado el camino a seguir, pero el equipo de Miquel Olmo pecó de una gran irregularidad a lo largo de la primera fase de la competición. Fueron capaces de ganar 6-1 al Albacete, pero no lo fueron de derrotar al Girona en casa.

Las derrotas siguieron sucediéndose y el juego y la imagen del equipo fueron de mal a peor, lo que hizo aumentar el descontento de los aficionados. Más aún con la derrota por 6-1 contra el Sevilla en la Copa del Rey. Con el equipo en descenso y necesitado de un revulsivo para cambiar la dinámica del equipo, el club arlequinado destituyó el 23 de noviembre a Miquel Olmo tras una temporada en el Sabadell.

Aire nuevo en el banquillo

Tras la destitución de Miquel Olmo al frente del conjunto arlequinado, el Sabadell se puso manos a la obra para encontrar a un nuevo técnico, un técnico que tenía que sacar al club de esa situación. Así entonces, la tarde del 24 de noviembre de 2014, la entidad dio a conocer el nombre de la persona que se encargaría de liderar el equipo catalán. Àlex Garcia, que había sido jugador y entrenador en las categorías inferiores del FC Barcelona y que entrenó al Dinamo de Tbilisi en Georgia, fue el elegido. Un hombre, sin duda, falto de experiencia en los banquillos de equipos profesionales en España. A la afición no le acabó de convencer.

Su estreno, al final no fue. En principio, Àlex iba a estrenarse en liga ante Las Palmas en la Nova Creu Alta, pero las fuertes lluvias caídas aquel fin de semana evitaron que se disputara el partido. Oficialmente, el nuevo técnico lanero se estrenó en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla, en Copa del Rey. Los andaluces recibían a un Sabadell con la eliminatoria perdida, aunque finalmente le endosaron un 5-1. Allí, Garcia aprovechó para probar el sistema que iba a utilizar. Sorprendió con un 4-4-2 en rombo, dando consistencia e insistiendo en el juego interior.

Àlex Garcia no ha saboreado la victoria

En liga, el ex-barcelonista se estrenó lejos de casa ante el Alcorcón. A pesar del ajustado resultado (3-2), el Sabadell sucumbió al conjunto alfarero y sumó la primera derrota de la era Garcia. El siguiente miércoles se disputó el partido aplazado ante Las Palmas. A pesar que los canarios merecieron la victoria, los arlequinados consiguieron rascar un empate ante el líder en casa. Ese mismo fin de semana, los laneros afrontaban el último partido en casa del 2014. Tras ese empate, el Sabadell afrontaba un ilusionante encuentro ante un rival directo. El Leganés visitaba la Nova Creu Alta en la 17ª jornada de liga con el objetivo de seguir sumando. Y así fue. Tras una horrorosa actuación, los catalanes acabaron cayendo por 1-2.

Tras dos derrotas y un empate, Àlex Garcia y los suyos encaraban la última jornada del año. Tocaba visitar las islas Canarias para enfrentarse al CD Tenerife, otro rival directo en la tabla. Aunque en ese partido el Sabadell mereció un empate como mínimo, el Tenerife acabó sumando los tres puntos al ganar por 1-0. De esta forma, el conjunto del Vallès ha acabado el año de la peor forma posible. Cuatro victorias, tres empates y 11 derrotas hacen que el Sabadell acabe el año en puestos de descenso con tan solo 15 puntos.