Con el descenso prácticamente asumido, la parroquia arlequinada tendrá dos jornadas más para sufrir viendo a su equipo. Los jugadores, sin embargo, mantienen el mismo discuro, pero solo un milagro podría salvar la categoría del CE Sabadell.

El pasado miércoles, luego del entrenamiento, Kiko Olivas pasó por sala de prensa para valorar el próximo partido, que será ante el Real Sporting, un rival que se juega el ascenso directo y que, por tanto, saldrá a ganar sin ningún complejo. "A pesar de vivir estos momentos delicados, vamos a Gijón con ilusión y con el objetivo de ganar. Es un campo muy complicado. El Real Sporting se juega mucho, pero nosotros también. Será un partido bonito", recalcó el central arlequinado.

Antes de terminar, Olivas ha querido hacer un llamamiento a la afición, a pesar de que es comprensible que esté "cabreada".  "Sabemos que no hemos hecho una buena temporada y el año ha sido muy difícil, pero tenemos que estar más unidos que nunca, tenemos que luchar hasta el final", sentenció Kiko.