Sin mayor sorpresa en la alineación que el color verde de las camisetas del Sporting saltaban al terreno de juego de Los Pajaritos sorianos y gijoneses. Tan solo dos minutos después del pitido inicial del árbitro, el encuentro sufrió la primera parada cuando en un choque entre Stefan Scepovic y Antonio Tomás, el jugador numantino requisó del primer cambio del encuentro. El exjugador del Deportivo no pudo continuar y dejo su puesto a Víctor Andrés.

El equipo de Anquela se dedico entonces a presionar, con más voluntad que calidad, a los rojiblancos. El Sporting, dejándose arrastrar por el devenir local, firmó unos minutos bastante malos con dos únicas ofensivas, la primera un disparo fuerte de Isma López y la segunda una dejada fácil de Hugo Fraile.

Mismo número de ocasiones para el Numancia, con idéntica peligrosidad a las rojiblancas. Así, sin pena ni gloria, se llegaría al final de una primera parte cuyo principal mérito fue el trabajo que el Numancia desempeñó para hacer desaparecer al centro del campo sportinguista.

Expulsión de Regalón

Con el 0-0 en el marcador, el Numancia salía con ganas de romper la igualada en el marcador y rascar tres puntos ante uno de los rivales más fuertes de la categoría. Las numerosas faltas pitadas a favor de los locales las trataba de aprovechar, aunque sin mucha fortuna, su mayor baza en el ataque, Julio Álvarez. Pero pronto llegó un nuevo revés para el equipo de Anquela, que se quedaba con un jugador menos al ver Regalón la segunda tarjeta amarilla.

Sandoval trató de echar adelante a los suyos con esa circunstancia, y aprovechaba para dar entrada a Lekic por Barrera. Con este movimiento táctico, el preparador de Humanes buscó más mordiente en los suyos disponiendo de dos delanteros puros, juntándose en el eje del ataque el exjugador de Osasuna con el pichchi de la categoría, Stefan Scepovic. Pero nada fue suficiente, porque pese a contar con un futbolistas más los asturianos fueron incapaces de crear fútbol en el centro del campo. Ni la posterior salida de Nacho Cases, de un perfil más creador que los destructores Bustos y Garai, dio aire a los suyos.

El poco peligro, a balón parado

El medio millar de rojiblancos que acompañaró a su equipo en la grada soriana vibró con una bonita triangulación que a punto estuvo de convertirse en gol, pero el mal remate final del recién ingresado Lekic empañó tal acción. Posteriormente, los disparos lejanos y las acciones a balón parado fueron el peligro máximo al que el Sporting se vio sometido por parte del Numancia hasta el pitido final.

Final sufrido de nuevo por los sportinguistas, quienes ya sudaron el fin de semana pasado para lograr la victoria ante el Éibar. Aún así, el punto logrado por el Sporting puede convertirse en bueno siempre y cuando el próximo domingo se logre ganar al Real Jaén, y los rojiblancos puedan continuar en guarismos similares a los de la famosa 'media inglesa', que hasta ahora siguen a rajatabla.