Jornada número 14 de Liga. El Sporting de Gijón visitaba al Murcia en la Nueva Condomina con el claro objetivo de conseguir la primera victoria de la temporada fuera de su estadio cuando en el minuto 58 Armando Sosa ‘Mandi’ era sustituido.

En ese momento poca gente pensó que este era el principio de un particular calvario que este lunes tocó a su fin. Un simple roce, al parecer con la uña en un forcejeo, en un ojo ha sido el causante de que el excastillista haya permanecido tanto tiempo alejado de los terrenos de juego. Los plazos nadie los conocía, ni siquiera los propios especialistas que han seguido con especial atención las evoluciones de ese maltrecho ojo.

Las lesiones oculares son delicadas, es por ello que el central rojiblanco ha pasado revisiones de manera semanal y ha permanecido en reposo absoluto desde aquel encuentro para evitar un posible desprendimiento de retina o complicaciones similares y de la misma gravedad. En la mañana de este lunes y tras haber pasado la última de las revisiones el oftalmólogo al fin ha dado el visto bueno tras haber visto en buen estado de cicatricación la pequeña herida de ese ojo.

Mandi se ha vuelto a vestir de corto, se ha puesto a las órdenes de su técnico y ha dejado atrás momentos muy complicados provocados por la incertidumbre de no saber cuándo iba a volver. A partir de este momento, al canario le toca trabajar y recuperar el tono físico perdido a lo largo de un mes totalmente parado por lo que se antoja casi imposible que José Ramón Sandoval se decida a citarle para el encuentro de este domingo ante el Barcelona B. Lorenzo del Pozo, recuperador de la escuadra gijonesa, ya se ha puesto a trabajar en la puesta a punto del central junto con los otros tocados del equipo.