El Sporting B sumó una nueva derrota como local tras caer ante el Racing de Ferrol en el Pepe Ortiz de Mareo por 0-1. Los discípulos de Abelardo Fernández se mantienen en la zona templada de la clasificación, con el objetivo de la permanencia ya cumplido. Los ferrolanos, por su parte, suman tres valiosísimos puntos de cara a afrontar los escasos encuentros que restan para el cierre de la competición con cuatro puntos de ventaja sobre el Oviedo, quinto clasificado.

Primera mitad sin ocasiones

No se tuvo constancia de que los porteros de ambos equipos se hubieran puesto los guantes en la primera mitad, ya que las llegadas al área de cada conjunto se sucedían sin mayor relevancia y los primeros 45 minutos finalizaron sin disparos a puerta. Un par de tiros lejanos en las botas del Ferrol fueron lo más similar, pero Ayala ni se inmutó. 

El juego había adquirido un exceso de "centrocampismo" que hacía vistosa la pugna de un filial que no se achicó ante el actualmente segundo clasificado. Se dejaron notar durante el grueso del encuentro el buen pellizco de hinchas ferrolanos que se dieron cita ayer en las gradas de la Escuela de Fútbol de Mareo, pues tienen constancia de que los partidos que le restan a su equipo se plantean como finales de cara a mantenerse en el play-off de ascenso.

De un penalti no señalado a una mano que sí lo fue

Tras las respectivas charlas durante el descanso, los 22 jugadores saltaron al terreno de juego en busca de un fútbol más directo y de menos toque que el mostrado en la primera mitad. Fue Guillermo Donoso quien, a los dos minutos de la reanudación, tuvo la primera y más clara ocasión de peligro para los rojiblancos con una jugada personal que acabó en asistencia a Bustos para que el zurdazo de este errase, sin acabar en el fondo de la red.

Los gallegos no querían sustos y empezaron a arriesgar más próximos a la meta defendida por Ayala con pases interiores y a la espalda de los centrales, pero Julio, muy atento, cortó evitando el mano a mano. Minutos más tarde, una jugada entre Guillermo y Álex García fue desbaratada por Makay y Comesaña para llevar el peligro al área opuesta, donde Rachid, con una desafortunada mano que fue protestada por su carácter dudoso, provocó el penalti que acabaría con el gol de Manu Barreiro para la victoria gallega. 

El filial rojiblanco acabó con un hombre menos por la expulsión de Benito al serle mostrada la segunda amarilla por cortar un contraataque. El más imposible todavía para los de Abelardo, que vieron cómo el Racing tuvo en su mano el gol de la sentencia en los minutos finales, momento en el que se le arrebató un balón a Julio por alto cuando se disponía a cabecear un centro de Álex Menéndez.

Nueva derrota en su feudo y la permanencia, aunque prácticamente sellada, no cerrada de forma matemática.