José Ramón Sandoval seguirá, al menos una semana más, al frente del Sporting de Gijón. El discutidísimo preparador rojiblanco ha salido indemne de las reuniones que, durante toda la mañana, se han celebrado en las oficinas de la Ciudad Deportiva de Mareo, y dirigirá a los suyos el próximo domingo ante el Murcia.

La continuidad del de Humanes estaba en entredicho tras la derrota del domingo (2-0) ante el Sabadell, y se daba por hecho que hoy se produciría su relevo. Sin embargo, el Consejo se ha dejado convencer por las explicaciones que, a primera hora de la mañana, daba el propio Sandoval. En palabras de Antonio Veiga, el míster defendió que los malos resultados recientes se deben "a fallos individuales y acciones puntuales". "No es una cuestión de conjunto", adujo el míster.

El citado Veiga fue el encargado de dar a conocer, tras la reunión de la Junta Directiva sin la presencia de Sandoval, la decisión de la continuidad. "Hemos tenido una reunión previa por la mañana, en El Molinón, con Sandoval y después con Lozano, y hemos analizado la situación y hemos considerado la continuidad del entrenador", declaraba en palabras recogidas por el diario El Comercio.

Veiga justificó la decisión basándose en la necesidad de dar confianza a un entrenador en quien se tenían depositadas muchas esperanzas al principio de la actual campaña, en la que se le dio el tiempo para preparar la plantilla que dijo no haber tenido en su primera campaña, al llegar con la Liga empazada en sustitución de Manolo Sánchez Murias. "Si tenemos un entrenador en el que hemos confiado a principio de temporada, vamos a tirar por él", afirmaba.

Sin embargo, el presidente de la entidad rojiblanca no confirmó ni mucho menos que Sandoval vaya a teminar la temporada en el banquillo. De hecho, dejó más que en el aire la posibilidad de que, o bien un nuevo resultado adverso el próximo domingo o bien una clara protesta de la afición, puedan dar la puntilla a Sandoval. "No vas a ir en contra de la marea. Si te lleva te lleva, pero estamos convencidos de que podemos llegar con él hasta el final", comentó sembrando ciertas dudas sobre la decisión, que aparenta ser bastante cobarde por parte del Consejo.

Además, Veiga negó que el desorbitado salario del técnico -en torno al millón de euros, superior al de casi todos los integrantes de la plantilla-, fuera óbice a la hora de tomar la decisión. "No habría problema a la hora de la rescisión del contrato", afirmó.