Vujadin Boškov falleció esta tarde en Génova a los 82 años de edad según ha informado la web oficial de la Vojvodina, donde de hizo famoso primero como jugador, militando en el club durante 14 temporadas, y después como entrenador, tras siete años en el cargo.

Considerado un técnico innovador, aunque preconizaba un estilo defensivo y contragolpeador, Boškov revolucionó el fútbol europeo en la década de los 70, con entrenamientos muy novedosos, destinados a conseguir un fútbol directo.

Tras un periplo exitoso en varios clubes de Europa del Este y la zona central del continente aterrizó en Zaragoza en 1978, donde su buena campaña llamó la atención del Real Madrid, a donde se fue el año siguiente durante tres temporadas, convirtiéndose en la primera de ellas en uno de los cuatro entrenadores en la historia del club merengue capaz de conseguir un doblete -Copa y Liga-.

De fuerte carácter, precisamente esa fue la causa de su salida precipitada del club de Chamartín, tras problemas con sus jugadores, y su inmediata llegada a Gijón. Allí dispuso de una de las mejores plantillas del club rojiblanco. No en vano, en su primera temporada a orillas del Cantábrico su once más repetido fue uno repleto de mitos del club de Mareo: Castro; Jiménez, Espinosa, Cundi, Maceda; Uría, Redondo; Joaquín, Mesa, Abel y Ferrero.

En ese primer año en el banquillo del Sporting, Boškov se estrenó con buen pie, terminando la primera vuelta en sexta posición con 20 puntos, a solo dos del tercer puesto. Pero la segunda vuelta fue menos exitosa, y el equipo terminó octavo bastante distanciado de la cabeza. La tónica continuó en la siguiente campaña, donde el Sporting concluyó 13º y al conclusión de la cual se fue, gran suma de dinero mediante, al Ascoli italiano.