El Sporting de Gijón empezó con éxito su resurrección con el objetivo de asegurarse, al menos, una plaza en el playoff de ascenso. Lo hizo al vencer por 2-1 a un Hércules de circunstancias, que pese a adelantarse en el luminoso no pudo mantener la ventaja y fue de más a menos. Justo lo contrario le ocurrió a los de Abelardo, que conforme avanzó el partido fueron ganando enteros y le dieron a su entrenador su primera victoria en el cargo.

El inicio de partido no fue el esperado. Los rojiblancos no fueron todo lo incisivos que acostumbran en casa, quizás algo fríos por el minuto de silencio en memoria de Alejo Caso, empleado de la casa con más de treinta años de servicio y al que muchos conocían a la perfección. El Hércules, mientras, se defendía valiente y lejos de su portería, en la que Aulestia concentraba todos los pitidos e improperios de la grada. Y no se lo notaban las carencias en la zaga donde formaban dos futbolistas del filial de Regional Preferente, que cumplieron a la perfección.

La media hora inicial fue de tanteo, con los dos equipos estrenando entrenador

No había apenas ocasiones en los primeros minutos, donde el Sporting mostraba su nuevo 4-4-2 con dos extremos bien abiertos, Jara y Jony, pero cometía muchas impresiciones. El Hércules mientras intentaba vivir a la contra, pero el trabajo en la medular de Sergio y Barrera, excelsos, no dejaba apenas huecos, quedando sus opciones reducidas solo al balón parado, que defendido lejos de su portería por los locales no generó peligro.

Tuvo que pasar media hora casi hasta los primeros acercamientos, tímidos y rojiblancos. Y cuando el Sporting parecía hacerse dueño de la situación, llegó el gol del Hércules. Una jugada por la izquierda terminó con un centro al área donde Portillo, en fuera de juego, no remató pero distrajo a la zaga sportinguista, que descuidó la marca sobre De Lucas, quien desde el suelo anotaba en el segundo palo. Todo un jarro de agua fría para un equipo con la moral baja.

Pero poco le duró la alegría a los de Jokanovic. Apenas cinco minutos mantuvieron la ventaja merced a Jony, el debutante en las filas asturianas. Con muchos de sus compañeros atenazados por la presión del marcador, el de Cangas demostró no solo sus habilidades técnicas sino su descaro, trazando una diagonal diabólica para callar con un derechazo raso ajustado al palo los pitidos de quienes en la grada le exigían un pase a un jugador mejor situado. Empate, y a la ducha sin más sobresaltos pese a que la rápida igualada espoleó al Sporting, que no pudo ponerse por delante pese a gozar Scepovic de una buena ocasión.

La comunión con la grada, vital tras el descanso

A la vuelta de vestuarios el Sporting fue acrecentando descaradamente su dominio. Empezó a vivir continuamente en campo rival, y a generar ocasiones. Las bandas, que Abelardo prometió potenciar, eran el lugar de creación de las llegadas más peligrosas, especialmente la izquierda con un Jony que nadie entiende que no haya debutado hasta la jornada 38. Surtiendo constantemente de balones a Lekic y Scepovic, alfo desatinados esta tarde, tuvo que llegar el apoyo desde la medular de Álex Barrera para que la sensación de peligro continuase. Incluso apareció también Jara, con un buen cabezazo que se perdió por poco.

No logró el de Almansa cabecear con tino, así que se vistió de asistente en el 62, cuando colgó una falta al segundo palo para que un especialista en la materia, Dejan Lekic, sí lo hiciese cruzándola para batir a Aulestia y hacer el 2-1. Merecido por la insistencia de los rojiblancos.

Abelardo acertó con los cambios para no sufrir y seguir dominando

Llegaba una prueba de fuego entonces para los entrenadores, con media hora por delante para asegurar el resultado, el uno, y tratar de darle la vuelta, el otro. Abelardo buscó más velocidad, primero con Guerrero y después con Mendy, y Jokanovic confió en la calidad del israelí Gai Assulin, pero quien se salió con la suya fue el míster local. Sin que su portería sufriera lo más mínimo, apenas con un remate de Gai de volea, consiguió que los suyos generasen aún más peligro. Pudieron sentenciar Scepovic primero, Guerrero después y por último Jony, que tuvo la más clara tras una grandísima galopada de Mendy que le dejó solo ante Aulestia, pero llegó fundido y la mandó fuera desde el suelo, pero el tercero no llegó.

El Sporting apenas tenía preocupaciones más allá de la lógica cuando el marcador se gobierna por la menor diferencia posible, pero entonces apareció una. Guerrero, recién salido, vio dos amarillas casi seguidas, la primera por perder tiempo y la segunda por una falta necesaria para detener una contra, y se fue a la ducha antes de lo debido. Eso creó la lógica inquietud en el bando rojiblanco, pero esta no se tradujo en peligro real. De Lucas no atinó con la más clara, un lanzamiento de falta directa que le cogió dirección pero apenas potencia, y el partido languideció con la inoperancia atacante del Hércules.

Así, el Sporting gana una batalla en su guerra particular por regresar a la Liga BBVA mientras el Hércules, que se fue desinflando, demostró solidez defensiva pero una evidente falta de fondo físico, si bien ha de irse con el regusto de haber sido un buen equipo durante los primeros 45 minutos, línea a seguir para tratar de abandonar el farolillo rojo en el que seguirán instalados, al menos, una semana más.