Lo que muchos podrían prever se produjo el pasado día 26 de junio ya que, mediante un comunicado, el Real Sporting de Gijón anunciaba que el que hasta ese día había sido su capitán hacía las maletas para irse cedido al recién ascendido a la Liga BBVA: el Deportivo de la Coruña. La extraña fórmula elegida erae una cesión por la que los coruñeses no pagaban nada pero los derechos del jugador seguían en posesión de los rojiblancos.

Tras hacerse oficial la cesión no había habido una rueda de prensa de despedida como sí que en un principio se podría esperar debido a lo querido que era Roberto por la parroquia gijonesa, además de haber sido el capitán del equipo. Al final, la tan esperada despedida se llevó a cabo en la mañana de hoy en una Ciudad Deportiva de Mareo en la que no había demasiado movimiento.

Un adiós a medias

El asturiano se presentaba en la sala de prensa de Mareo con tranquilidad y decisión a una comparecencia convocada por él mismo, ya que lo que quería principalmente mostrar es el agradecimiento por lo todo lo dado. “Quiero destacar a mis compañeros que son como amigos por todo lo que hicieron por mí, a la afición por su apoyo, al club por el trato, los trabajadores... En definitiva, a todo el mundo por estas ocho temporadas en el primer equipo", declaraba en unas palabras que no sonabas a una simple despedida temporal.

“Le pido a la afición que esté con el equipo. Que se hagan socios. Cuando la gente está con el equipo y lo da todo en el campo se nota", pedía el lavianés, para tras esto continuar recordando épocas pasadas más exitosas y que espera poder rememorar. "El año del ascenso nadie daba un duro por nosotros, la gente nos apoyó y lo logramos", deslizaba optimista.

Sobre su cambio de equipo, a Roberto no se le veía demasiado. "No me voy a emocionar porque no es una despedida. Es un hasta luego y estoy aquí al lado. En nada me tendréis por aquí porque cuando me den descanso vendré a ver a los compañeros", comentaba enfatizando que se trata, en principio, de una cesión. Pero sea por el tiempo que finalmente sea, Canella abanbona la entidad de Mareo. "Es una sensación rara salir de aquí. Me da pena pero voy al Deportivo con mucha ilusión. Es un club histórico como el Sporting y La Coruña una ciudad como Gijón. No va a ser un cambio muy grande pero voy a jugar en Primera División como todo futbolista quiere", explicó.

Ante la próxima temporada que le espera en la Liga Adelante al Sporting, el nuevo lateral del Deportivo se mostró esperanzado. "Veo muy bien a Álex Menéndez y se lo merece. Cuando jugó con nosotros lo hizo siempre bien. Es un jugador que, con confianza y tiene la del Pitu, va dar mucho. Así que el año que viene, cuando yo vuelva, a pelear por un puesto con él en los entrenamientos", comentó sobre su compañero, para seguir añadiendo que el Sporting "va a hacer una buena temporada si tienen a la afición con ellos, que la van a tener". "Tienen al 'Pitu', Gerardo, Iñaki, Isidro... que son gente extraordinaria, conocen al club y a los jugadores. Y por mis compañeros pongo la mano en el fuego", continuó.

El final, monentáneo, de una era

Roberto antes de marcharse de Mareo terminaba su rueda de prensa diciendo que daba "prácticamente por hecho" que tendría que salir porque el club lo necesitaba y el Dépor es "una buena opción". Sin embargo, recalcó de nuevo su compromiso de que esta cesión no se convierte en más que eso. "Mi primera opción es volver al Sporting y además es lo que tengo que hacer", concluyó.