Si a día de hoy se realizara un ránking con los jugadores más destacados de la temporada en Segunda División, a buen seguro aparecería el nombre de Bernardo José Espinosa Zuñiga (Cali, Colombia, 1989). El espigado central cafetero, 192 centímetros, comanda la defensa menos goleada de la categoría y tiene tras de sí una historia más que curiosa.

La ciudad de Marbella fue la encargada de recibirle, a pesar de las reticencias, lógicas, de su familia, con tan solo 10 años. El CD Chapas fue su primer equipo en España, despuntó poco después en los cadetes del AD Vázquez-Cultural y formó parte de la selección malagueña en torneos interterritoriales. Finalizada su etapa cadete, fichó por el Dos Hermanas San Andrés de División de Honor sin que la distancia entre Marbella y Málaga le detuviese. “Recorría más de 100 kilómetros al día para ir a entrenar”, ha declarado Bernardo. Sus buenas actuaciones llamaron la atención del Sevilla, que no dudó en ficharle. 1.800 euros fue el precio que los andaluces pagaron para llevárselo.

La importancia de Ramón Tejada

En 2008, debuta en Segunda con el filial hispalense, aunque únicamente pudo disputar 15 partidos debido a una lesión. El equipo, tremendamente joven, pagó la inexperiencia y descendió. Los meses posteriores no fueron fáciles para Bernardo, que entraba y salía constantemente del once. Todo cambiaría en el mes de febrero con la llegada de Ramón Tejada. El hoy Director Deportivo del Real Jaén le hizo indiscutible y el equipo logró salvarse.

Bernardo continuó progresando y tras una gran temporada, disputó la promoción de ascenso con el filial, debutó con el primer equipo. Fue un 10 de Noviembre ante el Real Unión (6-1 para el Sevilla) encuentro donde además marcó un gol. En 2011, se estrena en Primera en el Reino de Navarra y posteriormente, en 2012, es cedido a un Racing de Santander, inmerso en graves problemas institucionales. Allí, juega 25 partidos, anota dos goles y se asienta en la máxima categoría del fútbol español.

Al año siguiente, regresa a Sevilla y tras no disputar minuto alguno en toda la primera vuelta recala a préstamo en el Sporting aprovechando la apertura del mercado de invierno.

Un ejemplo, con la selección como objetivo

En Gijón, pronto se erigió como uno de los hombres más destacados, aunque quizá ha sido este año cuando ha logrado potenciar, y exhibir, sus virtudes al máximo. Rápido al corte, sobrio y prácticamente infranqueable por arriba, Bernardo aporta gran seguridad e imprime garra y carácter a sus compañeros. Valiente como pocos, se ha convertido en una auténtica pesadilla para los rivales, ya sean delanteros o defensas, siendo un gran activo y una amenaza constante en las jugadas a balón parado. Además, es uno de los jugadores más queridos por la afición que, al margen de su destacable rendimiento sobre el verde, valora enormemente su decisión de firmar por el Sporting, tras rescindir su contrato con el Sevilla en Junio de 2013, a pesar de contar con propuestas superiores en lo que económicamente se refiere.

Muy activo en la redes sociales, especialmente en Twitter, donde no duda en colgar instantáneas cada semana, Bernardo afronta unos meses ilusionantes plagados de retos. Declarado fan de su compatriota Mario Yepes y admirador confeso de un tal Carlos Puyol, sueña con regresar a Primera División con el Sporting y debutar por fin en un partido oficial con su selección, ya que, aunque ha ido citado en un par de ocasiones (2012 y 2014), no ha llegado a jugar bajo las órdenes de un Pekerman que seguramente le tiene vigilado. Dos objetivos que estarán más cerca si sigue rindiendo a este nivel.