El Sporting continua sumando de uno en uno. Si en otros encuentros se les había achacado al equipo de Abelardo la falta de acierto de cara a la portería está jornada se ha valorado de forma muy significada la entrega de los “guajes” de Mareo y la capacidad de estos para crecerse ante las adversidades.

El encuentro comenzó con un Zaragoza bastante más entregado y centrado que el Sporting. Durante los primeros 45 minutos a los rojiblancos les faltó el acierto en el último pase, provocando que las ocasiones más claras quedaran diluidas en burdos intentos de ataque.

Con el comienzo de la segunda parte, el equipo de Popovic siguió una línea bastante similar. Tanto fue así que en el minuto 54 Dorca rompió el empate impuesto hasta entonces. Fue cuando peor pintaban las cosas cuando el Sporting tiró de orgullo y supo reaccionar de la mejor forma posible. Tan sólo dos minutos después del gol del Zaragoza, Isma López subía el 1-1 al marcador.

Justo cuando parecía que las cosas se ponían de cara para el Sporting, el  colegiado Muñoz Mayordomo decidió erigirse como protagonista del encuentro. Y había efectuado algunas decisiones bastante discutidas por el sportinguismo cuando en el minuto 67 decidió amonestar con la segunda tarjeta amarilla a Álex Menéndez, dejando al Sporting con un jugador menos durante media hora.

A pesar de las muchas trabas con las que se encontró el Sporting, los jugadores supieron plantar cara al partido y sacar algún punto del siempre complicado campo de La Romareda.

Un punto más, un paso más cerca del ascenso. Un partido complicado del que los gijoneses salen reforzados, sabiendo que este equipo es capaz de competir y dar la cara en todo tipo de partidos. Aún así y tal como admitió el propio Abelardo en la rueda de prensa posterior al encuentro, el Sporting deberá seguir trabajando en la falta de acierto en el área contraria, en el acierto en ese último pase.

El debut de Meré

Además del punto, el partido Real Zaragoza- Real Sporting nos ha traído el debut del joven central Jorge Meré. La baja de Bernardo por acumulación de amarillas le abría una oportunidad al asturiano, una oportunidad que ha sabido aprovechar. El joven central supo lidiar en todo momento con el partido y parecer un veterano, incluso teniendo que cargar con rigurosa tarjeta amarilla durante más de la mitad del partido.