Sin hacer mucho ruido pero con resultados que saltan a la vista, el próximo rival del Sporting se ha hecho un hueco en la parte noble de la clasificación. Y es qué si se hubiera hecho una quiniela a principio de temporada apostando quien lucharía por un play off y el ascenso o quien descendería, las papeletas de Sporting y Alavés estarían destinadas al bombo de la zona baja. Pero una de las grandezas del fútbol es que la lógica y la matemática no tienen cabida en este mundo y por ello ambos conjuntos llegan dando la cara a la parte decisiva de la temporada.

Cerrojo atrás

Tras mantenerse al acecho esperando su oportunidad el portero Iñaki Goitia volvió a ser el cancerbero titular sustituyendo al ex sportinguista Manu. Nada más y nada menos que 11 meses tardó el de Barakaldo en volver a ser pieza importante en el esquema del Alavés. Los errores del gijonés, titular durante toda la temporada, en un tramo de competición importante en el mes de marzo -en concreto frente Sabadell y Llagostera- reabrieron la puerta de la portería blanquiazul. Ha cuajado buenas actuaciones en estas últimas jornadas -con cuatro goles en seis jornadas- coincidiendo con el mejor tramo del conjunto alavesista está temporada, con lo que se antoja un hombre clave en estas finales que quedan hacía el play off.

Otro de los denominados "culpables" de está seguridad defensiva que tanto llama la atención es Víctor Laguardia. Pese que es difícil destacar a un solo hombre en esta línea de atrás, el joven central aragonés está siendo uno de los destacados del equipo. Contundente en el corte e impecable en el juego aéreo. Y es que pese recalar este mismo año en la entidad vasca y su temprana edad, es uno de los ejes que forman la columna blanquiazul. Titular en 27 jornadas liguera y se ha perdido dos partidos por acumulación de tarjetas. Últimamente se complementa muy bien con su compañero Jorosik, el cual en doce partidos ya ha contribuido con dos goles a favor de los vascos.

Pura dinamita arriba

Dos referentes en la segunda división como son Lanzarote y Manu Barreiro son los encargados del aspecto ofensivo de los vascos. El primero destaca por su vertiginosa rapidez y el juego en banda donde es un autentico misil. Es el jugador por el cual pasan la mayoría de acciones ofensivas blanquiazules. Y es que el desborde que tiene lo aprovecha para nutrir de pases y centros al resto de atacantes. Y es que llegó en este mercado invernal como regalo de reyes para los vascos. Está cedido por el Espanyol -donde no dispone de muchas oportunidades desde la llegada de Sergio al banquillo- y por eso está dando su mejor versión para poder volver a la disciplina catalana y demostrar su valía en primera división. Pero este extremo zurdo no sería tan determinante si sus acciones no terminasen en gol y ahí entra en escena el ariete Manu Barreiro.

Tras cumplir el partido de sanción la pasada jornada frente al Tenerife, el Alavés recupera a otro de sus hombres clave, su pichichi Manu Barreiro. Con diez dianas y con una racha -que terminó al no poder jugar en Tenerife- de cinco goles en tres partidos, llega en plena forma para intimidar en el área a los defensas locales. Más que un delantero goleador, lo que se valora en Victoria es su movilidad y lo que aporta al equipo con su sola presencia y el juego de espaldas a portería que ofrece debido a su envergadura. Su olfato goleador es de sobra conocido. El gallego nunca ha pasado desapercibido en el fútbol nacional, y mas en concreto en el gallego, donde metió 45 goles defendiendo la camiseta del Racing de Ferrol, explotando y dando el salto en el verano del 2014 al cuadro blanquiazul.