El recién ascendido Llagostera está actuando en la división de plata como si de un veterano se tratase. Y es qué el club catalán ha sido, posiblemente, el rival que en más apuros puso al conjunto rojiblanco está temporada. Sin complejos saltó al municipal gijonés con hambre de victoria, pudiendo llevarse incluso los tres puntos en la última acción del partido. 

Las ocasiones las puso el Llagostera y el Sporting sucumbió a ello, podría ser el titular del partido. Poco a poco el control que tuvo el cuadro asturiano en los primeros minutos se fue difuminando dando paso al cuadro catalán y a sus oportunidades haciendo que el hombre estrella del partido fuera el cancerbero local, Iván Cuellar. 

Primera parte: Posesión sin ocasiones. 

Tocar por tocar. Esa fue la tónica del club rojiblanco frente al Llagostera. Sabiendo de la importancia de puntuar en los encuentros caseros, y a priori, con la presión de disputar el partido frente un recién ascendido, forzó que los asturianos salieran con demasiadas ansias queriendo meter el segundo gol antes que el primero. El cuadro catalán se defendió con uñas y dientes y siempre muy ordenados, lo que dificultó que el Sporting lograse pasar de la línea de tres cuartos. El Molinón no vio en acción al portero visitante Moragon, ya que en tan solo intervino en una ocasión y sin demasiado peligro a un cabezazo de Carlos Castro. El aburrimiento invadía el partido y con ello los ánimos de una grada, terminando la primera parte gris en todos los aspectos. Pese lograr los catalanes estar bien ordenados, tampoco inquietaron demasiado en la primera parte la porteria local, dejando las ocasiones para la segunda mitad del encuentro. 

Segunda parte: Un Llagostera superior

Hasta este partido, el Sporting había sido claramente superior -al menos en juego y ocasiones- a sus rivales que al verse tan atascado en la creación y la finalización no conseguían sacar el partido adelante. Esto lo aprovechó el Llagostera, que puso una marcha más en el partido para intentar exprimir está situación. Hasta con dos ocasiones claras pudo adelantarse el cuadro catalán, pero en ambas se encontró con las manos de Cuellar. El Molinón sabía que los suyos necesitaban un pequeño empuje y decidieron despertar del letargo, pero sin mucho efecto, ya que los de Abelardo disputaron uno de sus peores partidos de la temporada. Sin apenas inquietar la portería visitante, los minutos fueron pasando en favor al Llagostera, que veía como podía sacar provecho de una salida difícil. Cuando parecía que el partido terminaría con empate a cero, y ya pensando en el siguiente encuentro, Sergio León, se sacó de la chistera un chut que de no ser por la intervención de Cuellar -ya en el tiempo extra- el cuadro catalán se hubiera llevado los tres puntos para Cataluña. 

La anécdota

Este empate sirvió para que los rojiblancos encadenasen 14 jornadas consecutivas sin perder, lo sirvió para que los de Abelardo superasen el record de Boskov, escribiendo otra página más de oro en la historia. Invictos aun, los aficionados, comenzaban a soñar con metas más altas viendo el potencial que mostraban los guajes de Abelardo, incluso en situaciones y partidos tan complicados como este.