El Unió Esportiva Llagostera se fundó en 1947 y la mayor parte de su historia la desarrolló en categorías regionales del fútbol catalán. Comparte territorio con otro de sus rivales como es el Girona, sitio a donde pertenecen ambos clubs. El hombre que cambió la historia de este club fue Oriol Alsina. Con la llegada del técnico al Llagostera consiguió en siete años, cinco ascensos, pasando de la segunda territorial a la liga adelante donde milita actualmente. Se da la casualidad, de que la presidenta del Llagostera, es la mujer de Alsina, con el que compagina su puesto de director deportivo y segundo entrenador en la entidad.

Alsina y Carrillo, un duo perfecto

La pasada temporada el Llagostera, quedó líder de grupo, pero en su enfrentamiento directo contra el Racing de Santander, los Cántabros salieron victoriosos consiguiendo por la mínima el ansiado ascenso. Esto no mermó las ilusiones de los catalanes que superaron las eliminatorias -como la ya conocida frente el Real Avilés- para finalmente conseguir frente al Gimnàstic, en el tiempo de descuento, un gol que les permitió olvidar la decepción del primer partido y sumarse al carro del ascenso.

Su actual técnico es Lluis Carrillo, que ha sido recientemente galardonado con el premio al mejor entrenador del mes de abril, coincidiendo con la racha de los catalanes que llevan sin perder 11 partidos consecutivos. Sumando cuatro victorias y un empate en los últimos cinco enfrentamientos, hecho, que les ha lanzado a la caza de las posiciones de ascenso, situándose a tan solo dos puntos del play off.

Foto: Apo Caballero | VAVEL

Cambio de “casa” con el ascenso

Con su ascenso a la división de plata tocó hacer algunas reformas en el club y es que su antiguo estadio -el Camp Municipal d’Esports de Llagostera- no reúne las condiciones para jugar en esta categoría, entre otras césped artificial, no les quedó más remedio que buscar otro emplazamiento. En un principio se solicitó compartir campo con el Girona -Montilivi- pero ante la negativa del club, los de Llagostera se marcharon a Palamós, donde actúa como local este curso. Pero esto no ha hecho que los locales se sientan incomodos y han forjado una excelente condición en él. Y es que pese comenzar la temporada con dudas y con resultado adverso en la mayoría de ocasiones, han sabido dar una vuelta de tuerca y encauzar está situación convirtiendo su feudo en uno de los más difíciles.

Juego directo y sin mucho toque

El Llagostera de Carrillo es un equipo muy sólido y que tácticamente se dispone en un 4-4-2, juntando lineas para construir un bloque con presión difícil de superar. Y es que les gusta robar y salir a la contra, al más puro estilo inglés, sin detenerse excesivamente en la creación y el juego, prima la finalización de las jugadas. Con una idea clara de juego, el Llagostera ha logrado ser uno de los más temidos para el resto de equipos, como ya fue un hueso duro de roer para los asturianos en la primera vuelta.

Equipos de la zona alta como el Valladolid, Ponferradina o Las Palmas, se han dejado puntos en sus enfrentamientos con el equipo catalán. Y es qué afrontar el partido del domingo con ganas y sin miedo de plantar cara a un Sporting que llega con la vitola de favorito al encuentro, pero que tendrá que sudar para que ello se cumpla. La siguiente jornada viajan a Sevilla para enfrentarse al Betis. Dos jornadas ante equipos de la zona alta que decidirán en gran medida las aspiraciones finales del conjunto catalán para este curso.