Interesante y atractiva. Así se presentaba la jornada dominical para el Sporting. El empate cosechado entre dos rivales directos como la UD Las Palmas y el Real Valladolid unas horas antes en el Estadio Municipal de Gran Canaria, otorgaba a los asturianos la posibilidad de aumentar aún más su ventaja en la ya extensa y pedregosa carrera de fondo por lograr, de forma directa, el ansiado retorno a la Liga BBVA. La perezosa hora, 16:30, se hizo notar y tan solo 3.126 espectadores acudieron al Municipal de Palamós. Como era de esperar, Álex Menéndez y Jorge Meré fueron los elegidos por Abelardo para reemplazar a los sancionados Isma López y Luis Hernández.

Enfrente, un recién ascendido que se ha rebelado contra los elementos  para convertirse en uno de los equipos más destacados de la categoría: la Llagostera; el equipo dirigido por Ramón de Santiago, que encadenaba 11 encuentros sin perder, saltó al césped sin complejo alguno, totalmente convencido de sus posibilidades. Las reducidas dimensiones del terreno de juego favorecían a los locales y a pesar de que fue el Sporting el primero en acercarse con peligro al área contraria, René se anticipaba a Guerrero en el minuto dos, fueron los catalanes los encargados de meter el miedo en el cuerpo a los sportinguistas. La banda derecha, comandada por un maltrecho e incombustible Lora, volvió a llevarse otro golpe, fue el flanco elegido para hacer daño. De ahí nació un centro que terminó pegando en la mano de Álex Menéndez tras un disparo de Juanjo. El árbitro, bien colocado, no apreció penalti al tener el defensor gijonés la extremidad pegada al cuerpo. Era el minuto 14. Respondió rápido el Sporting con un remate de cabeza de Pablo Pérez que se marchó alto a la salida de un córner botado por Carmona.

La ocasión despertó a la Llagostera que, dirigida por Pitu, dio un paso adelante y se fue decidida a buscar la meta de Cuéllar. Imaz, por dos veces, y Juanjo, erraron con todo a favor al filo de la media hora en los que fueron los mejores minutos de los locales en todo el choque: Tito, merced a un resbalón de Lora y un mal despeje de Menéndez, disparó fuera desde la frontal y acto seguido era de nuevo Pitu, quien, de falta, puso en liza los puños del portero sportinguista en una acción que traería consigo la quinta cartulina para el capitán rojiblanco. El mostoleño no estará ante el Mallorca y podrá por fin descansar.

La intensidad reinaba y fiel reflejo de la misma fue la cartulina mostrada a Sergio León por un codazo a Rachid. El argelino, que le volvió a ganar la partida a Mandi, luchaba junto a Sergio y Carmona, por aportar serenidad y equilibrio sin demasiado éxito. El mismo que tuvo Jony, que una semana más volvió a adolecer de frescura mental para marcar las diferencias.

Intervención salvadora

Poco antes del descanso, de nuevo Pablo Pérez estuvo cerca de abrir el marcador tras una dejada de Guerrero, pero su disparo se marchó alto. Precisamente el espigado mediapunta tuvo la última ocasión antes de que ambos conjuntos se encaminasen hacia los vestuarios, pero su buen remate en el primer palo se encontró con una mejor respuesta en forma de parada de René. El arquero local, a pesar de encontrarse a contrapié, sacó una mano prodigiosa y con la ayuda de su poste derecho envió el balón a córner.

La reanudación comenzó con susto para el Sporting. Cuéllar, tras un gran pase en profundidad de los catalanes, salía a los pies de Querol, que fue derribado. El trencilla señalo la única cosa que no era, córner. Esa sería la primera y prácticamente la última concesión del Sporting en todo el partido. Meré y sobre todo Bernardo, que no dudó en irse al ataque en alguna ocasión,  fueron agrandándose con el paso de los minutos ante la impotencia de los atacantes de la Llagostera.

Control y peligro del Sporting

En el 51, Alcalá veía la amarilla tras derribar a Pablo Pérez, que cuajó uno de sus mejores partidos, cuando este se iba hacia la meta de René. Poco después, Bernardo, solo en el punto de penalti, no logró aprovechar un buen servicio de Jony desde la izquierda. Precisamente el cangués no consiguió llegar a un gran pase en profundidad con el exterior de Guerrero, después de pisar el balón y dejar en la cuneta a dos contrarios, tras recibir un toque de Masó que los colegiados no vieron. En el 58, Sergio era derribado en conducción, exhibiendo una potente arrancada en los que fueron los mejores minutos de los asturianos en todo el partido. De nuevo Bernardo, en el 66, pudo marcar de cabeza, pero su remate no encontró portería.

En el 68, Abelardo, al igual que hiciera la semana pasada, dio entrada a Hugo Fraile por un exhausto Jony. En el 75, Carmona lanzó un córner que estuvo a punto de sorprender a René. Poco después, Carlos Castro entraba por Pablo Pérez, en lo que fue una declaración de intenciones: 4-4-2 y a por los tres puntos.

La Llagostera aplacaba las acometidas y buscaba salir con balones largos a la espalda de la defensa visitante,  en esta ocasión vestida de verde, aunque la fórmula no le funcionó. En el 82, una falta en la frontal sobre Rachid, fue bien ejecutada por Carmona, pero a su disparo le faltó toda la fuerza que le sobró a su colocación.

Expulsión local, descontrol asturiano y ocasión de oro

A falta de cinco minutos para el final, Masó veía la roja directa tras una criminal entrada sobre Hugo Fraile. Poco antes, Mandi había reemplazado a Rachid, buscando más control y poderío aéreo. Paradójicamente sucedió todo lo contrario, el Sporting se descentró y terminó sufriendo. Arturo, que había ingresado poco antes en el verde, estuvo a punto de dejar los tres puntos en casa, pero un colosal Bernardo le dejó sin premio cuando ya iba a fusilar a un Cuéllar que pasó inadvertido casi toda la segunda parte.

Sin embargo, puedo llevarse el partido el Sporting en el 88: Guerrero, incansable durante todo el partido, se encontró con una asistencia de Castro en el área pequeña, pero su disparo a la media vuelta se topó de nuevo con René ante la desesperación de los rojiblancos, que vieron como poco después moría el partido y volaban dos puntos que les hubieran permitido mantenerse en ascenso directo. Plaza que ahora se encuentra a dos puntos tras la victoria del Girona en Huelva.

El Mallorca del flamante Asensio será el próximo rival de los asturianos, pero eso ya será otra historia.