A falta de dos partidos para terminar la liga regular, en plena lucha cuerpo a cuerpo con el Girona por la plaza de ascenso directo que aun queda libre, Los Guajes de Abelardo no quieren dar nada por perdido hasta que se agoten las opciones. El primero es ser realista es el mister. El Pitu no confía en el tropiezo de los catalanes y no quiere lanzar campanas al vuelo antes de tiempo, ni crear falsas ilusiones a la afición. 

También algunos jugadores han salido a comentar que estarán preparados mentalmente para disputar un playoff en caso de no lograr el premio del segundo puesto, por lo que entre líneas se puede apreciar que la confianza de este equipo es plena. Sin lamentaciones por ver el ascenso directo en manos de otro, y sabiendo que será difícil arrebatárselo, no dudan en tranquilizar a los aficionados rojiblancos, de que sea por el camino corto o largo, ellos están preparados para todo.  

1. Solidez defensiva 

Tanto Iván Cuéllar como Alberto, tan solo han tenido que sacar el balón de sus redes en 27 ocasiones. Siendo el equipo menos goleado de la categoría, este año la línea defensiva ha sido el sustento en el que se ha apoyado el equipo rojiblanco. La línea de atrás con Lora, Luis Hernández, Bernardo, y Alex Menéndez o Isma López ha rendido por encima de las expectativas, aportando la seguridad que necesita un equipo para atreverse a hacer cosas grandes. Sin olvidar al joven Meré, que ha aportado su granito de arena con actuaciones de mérito. Los aficionados rojiblancos pueden estar tranquilos porque en dicha línea hay gente de garantias juegue quien juegue. 

2. Tan solo dos derrotas en el casillero 

En 40 jornadas tan solo han caído en dos ocasiones, la primera frente el Betis -ya ascendido a primera división- y Valladolid. Frente los andaluces, el Sporting tuvo en sus botas oportunidades para hacer frente al resultado, pero sin tanto acierto como los verdiblancos. Con los vallisoletanos la historia fue distinta, un mal día general arrastró a la derrota al conjunto visitante. En ninguna de sus derrotas han sido inferiores a su rival, por lo que es un plus de confianza y de tener más suerte de cara al gol en próximas ocasiones. Con tan solo dos derrotas, Los Guajes han conseguido hacer historia, ya que han arrebatado el récord de derrotas al Albacete que estaba en cinco.  

3. El grupo por delante de individualidades 

El curso pasado la dependencia Serbia, no trajo buenos resultados. Pendientes de la inspiración de dos jugadores para sacar un partido, este año cualquiera de los presentes en el césped puede ser el jugador clave. Con un popurrí de jugadores criados en Mareo y veteranos foráneos, Abelardo ha conseguido crear un grupo homogéneo en el que todos tienen su oportunidad y aportan algo al equipo. Esto ha sido clave cuando las lesiones o sanciones han acechado a los rojiblancos. Y es que jugadores que ha priori no contaron con muchos minutos, como Isma López, Hugo Fraile o Rachid, han tenido su dosis de protagonismo con sus inclusiones en el once. Esto ha fomentado que no sea determinante el nombre que pone en la camiseta de quien salta al terreno de juego, porque todos cumplen al cien por cien.  

4. El rey de los empates 

En caso de tener que afrontar un playoff como tercer clasificado, este puesto podría ser la llave que abriera la puerta del ascenso en forma de empate. Y es que los 19 empates a lo largo de está temporada, avalan la posibilidad de alcanzar el ascenso con cuatro empates en dichas eliminatorias. Por lo que sería importante amarrar el tercer puesto lo antes posible, como mal menor. La justa capacidad goleadora del equipo, compensa con lo díficil que resulta a los rivales perforar la porteria rojiblanca, por lo que el equilibrio y los empates son seña de identidad este año.

5. El Molinón, el complemento perfecto

Las muestras de apoyo a este equipo son continuas y este domingo será la estocada final. Un recibimiento como el de las grandes ocasiones, lleno hasta la bandera a la hora del partido y apoyo incondicional a todo lo que haga este grupo de jugadores, son los ingredientes para la visita del Sabadell. Con una admiración ganada a pulso, la grada ha vuelto a responder a los suyos sin ningún reproche a los que están dando el do de pecho por el escudo. Dicha admiración hace que la conexión grada - jugadores - cuerpo técnico, sea una de las más especiales que se han dado estos años. Recuerda a la conexión con Preciado y el equipo del último ascenso. Gente humilde y que pelean hasta el último minuto, las únicas premisas de una afición entregada de principio a final.  

6. Sin presión se juega mejor 

El septiembre el objetivo de la salvación era por lo que se apostaba para luchar. Paso a paso, han ido amarrando objetivos son relativa facilidad y buena parte de culpa tiene que todo esto que están viviendo sea un premio. Sin la exigencia del ascenso como otros años, los jugadores no sienten la presión de cumplir un objetivo tan exigente por lo que están disfrutando sobre el terreno de juego y soñando partido a partido con un premio mayor. Saben que pase lo que pase, nadie les puede reprochar nada, y que lo que han hecho ya, es algo histórico. A falta de dos partidos -o seis en caso de playoff- la plantilla quiere cerrar un año de récords con el broche de oro.  

7. Guerrero en su mejor momento 

La racha goleadora de este jugador en las últimas jornadas no puede llegar en mejor momento. A la sombra de Lekic y Scepovic la pasada temporada, está cogió los galones de delantero titular y ha cumplido con creces. Con un trabajo tan importante como ser el primer hombre en la presión, abrir huecos para la segunda linea de juego, y pelear cada balón como si fuera el último, se ha ganado ser uno de los más queridos para la afición. La faceta goleadora del de Borox parecía que se resistía pero estas últimas jornadas está desatado, con cinco goles en las últimas cuatro jornadas y con gasolina de sobra para más, sus goles serán clave para estos partidos.  

8. La conexión Sergio - Nacho 

La dupla made in Mareo que lleva la manija del equipo se antoja importantísima. La compenetración entre ambos es total, siendo una pareja compensada en la que cada uno tiene claro su rol y se hacen mejor el uno al otro. El avilesino está siendo uno de los hombres más regulares del equipo, formando el equilibrio necesario entre defensa y ataque. La baja de Cases durante varias jornadas hizo que el equipo rojiblanco pegase un pequeño bajón de juego en su ausencia, aunque Mandi y en especial Rachid cubrieron el puesto con creces. Coincidiendo con la vuelta del gijonés a los terrenos de juego, los rojiblancos han vuelto a ser dueños del centro del campo en los partidos y su juego se desarrolla con mayor fluidez. Esas jornadas de “descanso” por su lesión, han propiciado que el centrocampista llegue al tramo final con frescura. 

9. Segunda línea con peso 

Esta temporada buena parte de los goles han llegado desde la segunda línea. Con 28 tantos entre todos los que han formado la segunda línea, han dado más puntos que nadie. El juego de Guerrero es clave para ellos. Con sus luchas con los defensores estos aprovechan los huecos que proporciona el delantero para colarse y aprovechar estas oportunidades. Con ello el punto 3 cobra mayor importancia si cabe, en un equipo que nadie es más que nadie y todos suman su granito de arena, y esto propicia que cada partido el héroe pueda ser cualquiera. 

10. Recompensa merecida 

Si alguien se merece un premio esta temporada son Los Guajes. Con un verano duro, en el que la situación extradeportiva condicionó la confección de la plantilla, y que nadie apostaba por ellos, el Pitu ha sabido sacar lo mejor de cada uno para alcanzar un nivel altísimo. Pieza clave ha sido el cuerpo técnico, con Abelardo y Gerardo Ruiz al frente, han exprimido a un grupo de chavales y han conseguido callar bocas. Gente como ellos se merece una recompensa al trabajo bien hecho. La conexión con la afición es total y han conseguido poner a toda una afición a sus pies. 

Estos son algunos de los motivos que ha dado el Sporting para confiar en ellos hasta el último minuto del último partido, pero no son los únicos. Su entrega en cada partido hasta el pitido final, sacando buena parte de los puntos en los últimos minutos, el desparpajo de la juventud, la forma de suplir la falta de veteranía con ganas y actitud, han conseguido enamorar a los aficionados rojiblancos que no dudan en apostar por el ascenso de su equipo a final de temporada.