Mucha razón llevaban las palabras de Sergio Lobera el pasado sábado en la sala de prensa del Estadio de Gran Canaria tras la victoria frente al Alcorcón. Que se haya registrado la cifra récord de asistencia de la temporada en el fortín amarillo podría extrapolarse al punto de inflexión que Las Palmas está viviendo. La cuarta posición que ostenta y luce en la tabla clasificatoria no es más que un argumento de peso para demostrar el buen ritmo que a estas alturas lleva. Con cinco victorias, cinco empates y habiendo cedido tan solo dos derrotas (números en este terreno que solo comparte con Recreativo y Numancia, y ninguno más mejora); el equipo de la capital grancanaria ha conseguido volver a ilusionar a la afición como ya sucediera la temporada pasada.

Posiblemente se caería en el error si se "lanzasen campanas al vuelo” creyendo que no hay margen de mejora. Precisamente el consenso eufórico que se ha dado en la afición consta en que la victoria sobre el Alcorcón sea el primer paso para lograr la consolidación en la zona deluxe de la Segunda División. Una alegría que en gran parte está basada, más que en el buen juego  (aún visto por destellos y sin lograr regularizarlo), en los datos resultantes de la comparación coetánea al curso pasado. Cabe recordar que allá por noviembre de 2012 la cuarta posición, con la duodécima jornada disputada, la ocupaba el Alcorcón, y Las Palmas andaba como podía en el decimoquinto escalón, con cinco puntos menos cosechados y a siete del conjunto alfarero. A veces echar la vista atrás no viene mal.

Lo cierto es que la afición del “pío pío” tiene motivos para estar ilusionada, la dinámica es de peor a mejor y no como en épocas pasadas.  El club puede estar confiado en registrar también una buena entrada, si las condiciones lo permiten, frente al Mirandés. Antes habrá que seguir mejorando y sumar más adeptos, aunque sea por televisión, frente al Hércules el próximo sábado. Hablando de televisiones, la encargada de retransmitirlo cosechó la friolera de 104.000 espectadores frente a la pequeña pantalla.

Datos positivos que irán creciendo conforme el equipo vaya progresando. Lobera tenía razón: “El público se ve donde le gusta estar”.