En los cuatro encuentros anteriores que ha disputado Las Palmas desde que se inició la temporada, contando el del pasado miércoles en Copa del Rey, los canarios siempre se habían adelantado en el marcador. Paco Herrera comentaba tras el encuentro que en el descanso dejó claro a los suyos el reto de saber remontar un encuentro.

No pintaban bien las cosas. El Racing iba delante en el marcador, parando continuamente mediante faltas e interrupciones el ritmo de los canarios y jugando a lo que proponían los locales. Al descanso se iban los amarillos con la sensación de que se les podía escapar un encuentro en el que sabían que eran superiores al rival.

Sin embargo, Paco Herrera dio con la tecla correcta y luego hasta la fortuna sonrió. Decidió introducir en el campo a Juan Carlos Valerón y cambiar el dibujo amarillo y con ello romper la ordenada defensa cántabra. El de Arguineguín se ubicó entre líneas y, sin brillar demasiado individualmente, fue decisivo para la remontada amarilla al obligar a la defensa a desordenarse y comenzar a abrir una lata que parecía cerrada con candado.

La expulsión también fue decisiva

También ayudó la inclusión de Guzmán, más incisivo en banda, como fue decisiva además la expulsión de Javi Soria con roja directa por una muy dura entrada sobre David Simón. Una vez llegados a ese punto, todo vino rodado para Las Palmas, que además aprendió a tener paciencia para saber remontar un encuentro. Sergio Araujo anotó el empate casi sin querer en un rebote en el área y poco después Ángel López hacía el primer gol desde que volvió a vestirse de amarillo para dar la victoria a los suyos.

Al final, Las Palmas suma y sigue sumando además la experiencia de haber superado un marcador y situación totalmente adversos. La defensa sigue mostrándose muy sólida y Sergio Araujo cuenta con goles todos los partidos que juega. Un inicio soñado para los canarios.