No era un partido más y el respetable lo hizo saber. Miles de aficionados se dieron cita en los momentos previos al arranque de la disputa en la zona comercial del barrio de Siete Palmas para amenizar los minutos antes de que el medio de transporte que trasladaba a la Unión Deportiva Las Palmas hasta el Estadio de Gran Canaria hiciera acto de presencia. Bufandas en alto y banderas al viento para llenar de colorido la fiesta del deporte rey en las islas, donde el reparto de puntos final quedó campeando en el marcador gracias a los goles de Maxi Pérez y Hernán Santana.

Miles de fieles abarrotaron las calles desde tempranas horas

El ambiente festivo que se vivió durante la temporada pasada en hasta tres ocasiones volvió a rondar por una isla entregada a su equipo. El amarillo predominaba en todas las zonas cercanas al recinto palmense a falta de tres horas para el arranque de la disputa, cuando varios grupos de aficionados amenziban las horas previas preparando lo que una hora después iba a ser una auténtica explosión de euforia.

Se acercaba el momento de que el medio de transporte que trasladaba a los jugadores hiciera acto de presencia por la Calle Fondos de Segura. La cita estaba concertada para las 10:00 horas, momento estimado para que el cuerpo técnico amarillo, acompañados por los jugadores y demás trabajadores del club afrontaran la entrada a dicha calle, donde miles de bufandas y banderas esperaban con ansias a una UD Las Palmas recibida entre cánticos atronadores.

Aficionados esperando la llegada de la UD Las Palmas / LFP

Desde el interior de la guagua, los componentes de la primera plantilla no querían dejar escapar la ocasión de inmortalizar el momento tan emotivo, grabando con sus teléfonos móviles y demás útiles tecnológicos la pasión y la entrega mostrada por la afición grancanaria, que arropó de buenas formas a su equipo y revivió un acto de tal magnitud después de ocho meses, el tiempo exacto desde que tuviera lugar el recibimiento en el mismo lugar en la previa de la final por el ascenso ante el Córdoba CF.

En el interior del Estadio de Gran Canaria, un mosaico con claro color amarillo recibió al equipo a la salida de los protagonistas al terreno de juego, en el que las siete Islas Canarias formaban juntas bajo un sector de color azul, algo que dejaba plasmado que la fiesta del fútbol canario estaba a punto de comenzar.

La afición recibió al equipo tres veces durante el pasado curso, la primera ante el CD Tenerife

La temporada pasada comenzó con el proyecto más ambicioso de la UD Las Palmas en los últimos años, con un equipo reforzado después de caer eliminado en los play off por el ascenso ante la UD Almería, conjunto que acabó sellando el regreso a la élite del fútbol español. Con varios refuerzos de prestigio en la categoría, el cuadro grancanario comenzó una andadura de numerosos altibajos que empezó a decantar la posición que acabaría ocupando el conjunto amarillo en las últimas jornadas del campeonato, entre las que estaba la visita del CD Tenerife.

Al igual que durante el día de ayer, la Calle Fondos de Segura presentó un ambiente de gala para recibir a los hombres liderados en ese entonces por Sergio Lobera. De este modo, se repetía un acto que había tenido lugar también durante el curso anterior, para recibir al equipo en las horas previas antes de que diera comienzo el partido ante la ya mencionada UD Almería en el Estadio de Gran Canaria pero, no obstante, el día escogido para la disputa del mismo no favoreció una presencia tan numerosa de aficionados como ante el máximo rival deportivo de la entidad.

El Estadio de Gran Canaria acogía la 38ª jornada de la Liga Adelante 2013/2014 que enfrentaba a la Unión Deportiva Las Palmas y al Club Deportivo Tenerife, en un partido en el que había algo más que tres puntos en juego, ya que el conjunto blanquiazul no visitaba la isla en partido oficial desde su descenso a la Segunda División B, allá por la temporada 2010/2011. El ampio resultado cosechado por los tinerfeños en el Heliodoro durante la primera vuelta ( 3-0 ), también provocaba cierta sensación de venganza en el respetable amarillo.

Venganza deportiva

Dichos condicionantes sumaban un aliciente más a uno de los partidos más atractivos en todo el fútbol español, ya que la rivalidad deportiva entre ambas entidades queda plasmada en cada uno de los enfrentamientos sobre el césped, donde las pugnas por cada balón se realizan al límite, sabedores todos los futbolistas de lo mucho que significa una victoria ante su oponente más cercano.

Miles de aficionados abarrotaban los aledaños del Estadio de Gran Canaria con numerosas prendas de color amarillo para, de este modo, arropar a la Unión Deportiva Las Palmas de cara a uno de los encuentros más importantes del pasado campeonato, ya que la lucha por el ascenso a la máxima categoría suponía mayor valor para los tres puntos ante un CD Tenerife que no vino a la isla de vacaciones y vio como un testarazo magistral de Vicente Gómez le impedía sacar algo positivo de Gran Canaria.

Vicente Gómez celebrando la victoria de Las Palmas ante el CD Tenerife en 2014 / LFP

Por su parte, el tanto del "4" amarillo supuso la locura total en una grada que estalló de júbilo al ver la manera en que la UD Las Palmas se adjudicaba los tres puntos ante el máximo rival en el último suspiro, ya que con los 90 minutos reglamentarios cumplidos, el tiempo de descuento fue el que propició que un gran centro de Momo acabara en el fondo de la red. El respetable permaneció en el interior del feudo palmense numerosos minutos después del final de la disputa, hasta que los jugadores del conjunto local saltaron al campo para, junto a su afición, celebrar el heróico triunfo cosechado.

La afición siguió al pie del cañón en las eliminatorias de play off

Finalmente, la competición concluyó con la UD Las Palmas ocupando la sexta posición de la tabla clasificatoria, lo que propiciaba que el conjunto amarillo tuviera que agotar sus opciones de sellar el retorno a la Primera División en las eliminatorias de play off, donde el Sporting de Gijón sería su primera víctima, apenas cuatro días después de que el cuadro grancanario consiguiera que los tres puntos del último partido ante la SD Ponferradina se quedaran en Gran Canaria, lo que permitió a los amarillos seguir luchando por en sueño que por momentos se desvaneció.

De este modo, el conjunto asturiano visitó la isla para enfrentarse al conjunto dirigido en ese entonces por Josico, que reemplazó a Sergio Lobera en el banquillo de Las Palmas a falta de solamente dos jornadas. El partido de ida tuvo lugar en Gran Canaria y se disputó entre semana, concretamente un miércoles, lo que provocó menos presencia de aficionados debido que era un día laboral y los aficionados acudieron al recinto palmense a falta de pocos minutos para que diera comienzo el partido.

No obstante, un nutrido grupo de aficionados presenció el descenso de la guagua por la Calle Fondos de Segura y arropó a un equipo que no encontraba la manera de realizar un buen fútbol pero que, con el arranque de una nueva competición como eran los play off, comenzaba con sus opciones intactas de conseguir la meta propuesta a principios de temporada.

Aficionados amarillos en "El Molinón" animando a la UD Las Palmas / LFP

Sobre el césped, un tanto de Aranda comenzó a decantar la balanza a favor de los amarillos, que viajaron a Gijón con la renta favorable del único gol que tuvo lugar en el Estadio de Gran Canaria y, después de luchar notoriamente ante el conjunto asturiano, un tanto de Asdrúbal en los últimos minutos del encuentro terminó de sentenciar una eliminatoria con claro color amarillo, ya que varios aficionados se desplazaron para seguir alentando a los suyos de cara a la consecución final del gran objetivo, mientras el Córdoba CF esperaba en la gran final por el ascenso.

El día de mayor espectación llegó ante los blanquiverdes

Las Palmas tenía en su mano el ascenso a la Primera División. El equipo lo sabía, al igual que la afición, que vivió uno de los días de mayor espectación e ilusión en la última década. El empate sin goles que tuvo lugar en el primer encuentro de la eliminatoria sobre el césped del Nuevo Arcángel propiciaba que la eliminatoria estuviera completamente abierta para ambas escuadras, pero el conjunto grancanario contaba con la ventaja de disputar el partido ante su público, entregado totalmente desde días antes al comienzo de la disputa.

Aledaños del Estadio de Gran Canaria horas antes de que comenzara la final por el ascenso / LFP

Las entradas para recibir al conjunto andaluz se pusieron a la venta y en cuestión de cuatro días estaban agotadas. El graderío del Estadio de Gran Canaria quedó totalmente ocupado por aficionados amarillos, mientras que un pequeño sector quedó reservado para un grupo de aficionados blanquiverdes que no quisieron perderse la fiesta de fútbol que se vivió en la isla.

Partido de alta emoción

Por su parte, numerosos aficionados pasaron la noche anterior al partido en las taquillas del feudo palmense en busca de conseguir alguna entrada que los abonados no habían retirado. Unos 900 pases quedaron sin dueño, mientras que el club decidió ponerlas a la venta durante la mañana del mismo día del encuentro, lo que provocó que numerosas personas pasaran la noche en la taquilla del Estadio para no quedarse sin presenciar el encuentro entres Las Palmas y el Córdoba.

En las horas antes, el medio de transporte de la Unión Deportiva Las Palmas afrontó por tercera vez durante el pasado año la Calle Fondos de Segura, que probablemente presenciaba el mejor aspecto por lo mucho que había en juego. El cuadro grancanario se jugaba volver a la Primera División después de 12 años sin pisarla y el público era consciente de ello, por lo que los cánticos en apoyo a los amarillos fueron constantes antes de que el balón comenzara a rodar y una vez comenzado el encuentro, en el que una afición entregada en el graderío demostró ser una de las más ejemplares del territorio nacional.