Ya en la rueda de prensa posterior al derbi donde Las Palmas y Tenerife firmaron tablas (1-1), Paco Herrera fue muy claro respecto al momento de forma que atraviesa Sergio Araujo: "Donde antes había algo ahora se queda un poco cojo. No lo digo de manera pública para hacer daño sino lo digo como reflexión para el mismo. Tiene que encontrar cuanto antes las soluciones que ha tenido siempre porque las tiene".

Está claro que el delantero argentino no está al nivel que venía demostrando a principio de temporada, con un arranque goleador que llegó a estar a la altura de los mejores de la Liga BBVA durante las primeras jornadas, pero lo que no ha cambiado para Paco Herrera es su confianza en el jugador: "Hace semanas que no está apareciendo pero, lógicamente, todos confiamos en recuperarlo porque es un jugador muy importante para nosotros".

Herrera: "Todos confiamos en recuperarlo"

Araujo llegó al Estadio de Gran Canaria con una cosa metida entre ceja y ceja: resarcirse de su gol en propia portería en el derbi disputado en tierras blanquiazules. El jugador sabía que esa desafortunada jugada había sido el detonante de la remontada del Tenerife (2-1), y era consciente que una buena actuación en este derbi podría hacer olvidar el partido de la ida.

Cierto fue que el argentino llegó de la mejor de las maneras a aquel partido. La semana anterior, en la jornada 5, los amarillos habían vencido como bastante holgura al Alcorcón (4-1), y el delantero fue el autor de dos de esos tantos, por lo que llegó bastante motivado al derbi en el Heliodoro.

Araujo saltando con Vitolo en el derbi. Foto: LFP.es

Y es que el derbi empezó de la mejor forma posible tanto para el equipo como para el propio jugador. En una gran jugada personal, Araujo cede el balón a un Nauzet Alemán que centra para que Momo bata a Roberto y los amarillos se pongan por delante en el marcador.

La jugada que lo cambió todo

El argentino había sido el artífice de la jugada del tanto de los suyos y aquellos primeros quince minutos de partido hacían soñar a la afición trasladada al Heliodoro con una victoria en Tenerife. Sin embargo, a punto de entrara la primera media hora, llegó la jugada que cambiaría el partido (y probablemente la actitud del jugador). Un error de marcaje, o de colocación en el área, o quizás ambos. El caso es que, inexplicablemente, en aquel saque de esquina ejecutado por Iker Guarrotxena, Aridane y Araujo saltaron a por el balón.

Costaba creerlo, dado que el argentino no llega al metro ochenta de altura y el delantero de Vecindario supera el metro noventa. El caso es que Aridane consiguió lo que quería y ganó en el salto, lo suficiente para desiquilibrar a un Araujo que desgraciadamente para los suyos introdujo el balón en la portería defendida por Raúl Lizoaín. En un primer momento parecía que había sido el 'nueve' blanquiazul el autor del tanto, pero en la repetición se aprecia claramente que fue el propio Araujo en propia puerta el que puso el empate a uno.

Araujo disputando el balón con Raúl Cámara. Foto: LFP.es

A partir de ahí, el Tenerife asumió el timón del encuentro, y tanto Las Palmas como Araujo apenas volvieron a inquietar la portería defendida por Roberto. El argentino, aún así, dispondría de una gran ocasión para volver a adelantar a los suyos nuevamente en el marcador, pero su disparo se estrelló en el larguero antes de que el colegiado De Burgos Bengoetxea anulara la jugada por posición antirreglamentaria.

El argentino lleva sin marcar desde el 11 de enero

Esta vez, Sergio Araujo llegaba al derbi con sensaciones bastante diferentes a las del encuentro en el Heliodoro. El argentino no marcaba desde el 11 de enero en su doblete en el polémico 5-3 ante el Zaragoza y con la baja de Ortuño era más que previsible su titularidad. En el banquillo, su posición sólo la podrían reemplazar hombres como Asdrúbal Padrón o Héctor Figueroa.

Más de dos meses sin saber lo que es marcar, y, además con el aliciente del gol en propia puerta. Era más que evidente que el jugador se quería sacar esa espinita que tenía clavada desde el mes de noviembre y la situación era más que propicia para redimirse.

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Sin embargo, las sensaciones fueron las mismas que de aquella segunda parte en el Helidoro. Araujo se sintió incómodo en la punta de ataque, y más cuando dos defensas de categoría como son Carlos Ruiz y Unai Albizua le impedían que sacara una buena oportunidad. Los centrales blanquiazules sacaron lo peor del argentino, que cometía faltas innecesarias en campo rival y, tanto por su dureza como por su reiteración, el colegiado le amonestó en los instantes finales del partido.

Tuvo que ser un hombre de segunda línea como Hernán Santana el que pusiera el empate a uno final tras el tanto inicial de Maxi Pérez y, de esta manera, el argentino se quedó sin saber lo que es marcar al eterno rival. Así pues, Araujo tendrá que pasar página y centrarse en los difíciles compromisos que tiene el equipo en las dos próximas jornadas ante el Sporting de Gijón en El Molinón y ante el Real Betis en el Gran Canaria. Un sólo punto separa a los tres equipos en la clasificación por lo que el argentino tendrá la obligación de solventar estos dos complicados encuentros con sendas actuaciones destacadas para así lograr la redención que tanto ansía.

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Sobre el autor
Nehemías Dorta
Periodismo en la ULL. Coordinador adjunto de las redacciones de la UD Las Palmas y Portugal. El fútbol portugués como gran pasión. Aprender haciendo lo que más quieres, eso no tiene precio. ¡Nos leemos!