Cuando se dio la hora en punto en Soria, en Sevilla, el Betis acababa de subastar el liderato conseguido hacía una semana ante Las Palmas. El representativo insular saltó a Los Pajaritos conscientes de la debacle producida en el Benito Villamarín. El 1-3 contra los de Pepe Mel volvió a poner en juego el liderato de la Liga Adelante, el cual, en todo supuesto era inalcanzable por culpa del golaveraje entre canarios y andaluces. A pesar del aliciente, Las Palmas no solo cayó derrotada sino que además, imitó a los verdiblancos.

Sin reacción

Paco Herrera hizo lo prometido hacía dos semanas. Tras la mala racha de resultados, el técnico secundó la opinión general alineando a Alfredo Ortuño como acompañante del malavenido Sergio Araujo.

Las Palmas lidió con defensas maltrechas durante todo el partido. Batalló con la suya y con la del Numancia. Con la propia por la falta de coordinación que hubo en la primera mitad, la cual (compuesta por Simón, David, Marcelo y Ángel) provocó los tres primeros goles (sorianos). Y la ajena porque los del exiliado Anquela (cumple seis partidos de sanción) tuvieron que salir en plan circunstancia con Isidoro, Gaffoor, Juanma y Dani Calvo.

El árbitro le señaló a Las Palmas dos fueras de juego inexistentes

Fue una primera parte extraña. Extraña en todos los sentidos. Lo cierto es que los canarios no merecieron acabar con semejante marcador cuando se fueron al vestuario (1-3), pues hubo más peligro en botas palmenses que al revés. El linier anuló sin motivo dos ocasiones francas, con las cuáles, posiblemente la canción hubiera tenido diferente estribillo.

Ortuño se mantuvo muy participativo y Araujo se mostró con ganas: cómodo sin la responsabilidad que en otrora tenía. Detrás de ellos, tanto Roque como Momo trabajaron positivamente y el dúo Javi-Hernán permitió que la posesión fuera insular. A pesar de que el Numancia comenzó con muchas ganas en la presión, pronto se les acabó la gasolina: ello llevó a que la zona ancha de Las Palmas funcionara correctamente. Aunque sin goles, durante muchas fases el encuentro pareció ser amarillo.

Entre el 24' y el 35', el partido se puso 3-0

La ironía se elevó al máximo exponente con la goleada del Numancia en diez minutos. En el 24', Julio Suárez finalizó con su primer tanto una gran jugada que Natalio elaboró desde la banda derecha. En el 29’, el grancanario Juanma Marrerro cabeceó el segundo gol soriano tras el saque de una falta lateral. Finalmente, en el 35’, Gafoor bañó de realidad a Herrera con el tercer encaje de Las Palmas.

A pesar de la criminal retahíla de goles, al borde del descanso David Simón logró la recortada con una jugada personal, la cual, con entrada desde la banda derecha y recorte en la esquina del área, evidenció la mala defensa local.

Sin reacción y sin alma

Christian Fernández entró por Ángel López antes de la reanudación del segundo acto. La falta de coraje aludió directamente al estado de shock de Las Palmas. A pesar de que la remontada parecía posible, el desánimo pudo con ellos.

A pesar del buen resultado, el Numancia ni quiso ni pudo llevar la iniciativa

Sergio Araujo intentó el segundo desde el área pequeña justo después de que Paco Herrera introdujera a Valerón por Hernán Santana, cambio que atisbaba riesgos en defensa en pro de mayor intensidad en las ofensivas.

La directriz siempre fue amarilla. El Numancia ni quería ni parecía ser capaz de proponer algo diferente, pues las cosas siempre le fueron de cara. En el 69’, Julio Suárez marcó un gol olímpico que significó la catástrofe definitiva, a pesar del tanto de penalti que diez minutos después marcó Momo Figueroa.

La UD Las Palmas encajó su segunda derrota consecutiva después de un partido en el que pagó sus imperdonables errores defensivos. Los amarillos corren el riesgo de ser pasados por el Girona y caer a la quinta posición.