Las Palmas cae frente al Mirandés tras protagonizar un partido de poder a poder. Valió el doblete de Pedro Martín, no el tanto de Sergio Araujo.

Ganó el Girona en Motilivi. Ganó el Sporting en El Molinón. No lo hizo Las Palmas en Anduva. Y no quedaba otra. Tenían que sumar de tres si no querían desengancharse de la zona caliente.

Tras las victorias de Girona y Sporting, Las Palmas estaba obligada a ganar

La Liga Adelante se ha convertido en un maremágnum de equipos dispuestos a ascender directamente, en el cual Las Palmas poco a poco se ha ido diluyendo.

Pero a pesar de todo están ahí. En mitad de la batalla como el último eslabón canario. Eslabón, eso sí, últimamente malavenido, a veces indolente y de vez en cuando convertido en una caricatura de sí mismo.

Esas aspiraciones pasaban por ganar en otro estadio maldito. Miranda del Ebro recibió a una Unión Deportiva herida tras la lesión de Nauzet Alemán y, a causa de eso, estrecha en su estrategia. Herrera jugó con su clásica defensa, pero con las vistas puestas en la cobertura ofensiva. Toda vez su juego exterior se apostó en los laterales, delante de Javi Castellano fueron colocados cuatro hombres de recorrido interno: Viera, Roque, Araujo y Ortuño.

De la ternura de Castellano al gol burgalés

Pedro Martín adelantó al Mirandés en el 18'

Inicialmente, la batuta fue burgalesa. Tal era la coherencia del juego local, que en el minuto 18 se dio el primer golpe. Pedro Martín se guisó la jugada gracias a un Javi Castellano demasiado tierno: el mediocentro le permitió a su par que se le fuera dos veces a la vez que le hacía la cobertura a Marcelo Silva. Castellano fue incapaz de tapar su posición en la línea de fondo, posición desde la que se internó el 1-0. Cabe destacar que el balón entró en medio del primer palo y Casto, aspecto que también propició la adelantada local.

Las Palmas aunó fuerzas por tierra, mar y aire. La realidad es que con las victorias de Girona y Sporting, otro contratiempo habría apoyado su calcinamiento definitivo; sin embargo, los insulares reaccionaron rozando la heroicidad. En el 25’, Ortuño estuvo a punto de marcar tras un buen centro de David Simón. Pasados diez minutos, otra vez Alfredo Ortuño tuvo la oportunidad de anotar frente a Razak (gracias a un centro de Sergio Araujo).

A los insulares no les valió con mejorar tras el gol del Mirandés. Su ineficiencia en los primeros minutos les abocó al estado de emergencia en vistas a sus opciones para ascender directamente. Con el intermedio sobre el tablero, el empate se antojaba como un mal comparable al de la derrota.

Pseudotango de segundo

El principio del segundo acto ganó bríos amarillos. En el 51’, Sergio Araujo volvió a ponerse la flor en su boca. Remix de piernas, puntera con sabor argentino y gol: su 17º gol para ser más preciso. 1-1.

Si Araujo empató en el 51', poco después volvió a golpear el Mirandés

Al revés que la lógica, los burgaleses dieron un paso adelante tras el tanto recibido. Se negaron a claudicar, eso llevó a que la lucha de poder se hiciera carne al son del minuto 60.

Coincidiendo con el primer chaparrón sobre Miranda del Ebro los locales volvieron a herir a la Unión Deportiva. Pedro Martínez atajó un balón perdido en el área para marcar el segundo de su cuenta, 2-1.

A falta de trece minutos para el final del partido, Paco Herrera introdujo a Vicente Gómez por David Simón y a Asdrúbal Padrón por el lesionado Alfredo Ortuño. En el 83', Roque Mesa se marchó por Valerón, propiciando una defensa de tres.

Las Palmas no se recuperó del golpe recibido. Apenas llegó al área, poco a poco fue perdiendo fuelle... Con el pitido final, los amarillos se dejaron más de tres puntos, también su posición en el ascenso directo.