La Unión Deportiva Las Palmas certificó un triunfo de vital importancia durante el pasado sábado ante el CE Sabadell. Los amarillos consiguieron vencer al conjunto arlequinado gracias a los goles de Jonathan Viera y Sergio Araujo, ambos a balón parado, ya que el flamante fichaje de invierno mandó al fondo de la red un libre directo que puso en pie al respetable, mientras que cuando el partido iba destinado a acabar con victoria por la mínima, el máximo artillero transformó una pena máxima realizada sobre Hernán Santana. No obstante, la adjudicación de los tres puntos fue presenciada por un total de 11410 espectadores, el peor registro de asistencia acogido por el Estadio de Gran Canaria durante el presente campeonato, algo que sirve como prueba más que evidente de que la afluencia de público ha entrado en decadencia durante los últimos encuentros del cuadro insular como local.

Asistencia disminuida en las últimas tres citas

Diferentes focos de culpabilidad se pueden encontrar para justificar la decadencia en cuanto a asistencia de público en el Estadio de Gran Canaria, pero lo cierto es que ésta ha disminuido notoriamente, sobre todo en las últimas tres citas, donde el representativo grancanario ha recibido las visitas de Girona, Valladolid y Sabadell. En todas ellas, la afluencia de espectadores ha empeorado en relación con el encuentro anterior, por lo que el recinto de Siete Palmas no se está engalanando como en encuentros anteriores para intentar llevar en volandas a su equipo hasta el triunfo.

La falta de continuidad en los enfrentamientos como conjunto visitante o la poca iniciativa para realizar propuestas que sirvan como estímulo para fomentar la asistencia de público pueden ser motivos más que suficientes para que el respetable se muestre en desacuerdo, pero la entidad amarilla es, a buen seguro, la que está pagando los platos rotos. El feudo insular ya no es la caldera de jornadas anteriores, esa que vestía sus mejores galas para acoger el derbi regional ante el CD Tenerife o la visita del Real Betis, rival directo por la consecución final del gran objetivo. Los dos encuentros mencionados pueden valer para destacar la labor de un público que también mostró uno de sus mejores aspectos para recibir al CA Osasuna, un encuentro con el que finalizó el pasado año 2014.

Así las cosas, el cuadro grancanario se está jugando sus claras opciones de retornar a la máxima categoría nacional y el hecho de tener que recortar los cinco puntos de desventaja a los que se encuentra del ascenso directo obliga a los de Paco Herrera a no fallar. La Unión Deportiva está obligada a sumar el mayor número de puntuación posible durante los próximos encuentros y esperar que sus rivales más aventajados pierdan puntos en más de una ocasión, por lo que vencer en todos los encuentros como conjunto local se ha convertido en el objetivo primordial, pues así lo ha reconocido su propio máximo responsable técnico. No obstante, en las últimas tres citas, el recinto de Siete Pamas ha visto su aspecto desmejorado, ya que ante el Girona acudieron un total de 15.166 espectadores, mientras que dicha cifra no fue tan numerosa ante el Real Valladolid, pues se registró un total de 14.432 aficionados.

Por su parte, la decadencia total se firmó el pasado sábado. Un total de 11.410 fieles se dieron cita en el Estadio de Gran Canaria para presenciar la redención del conjunto amarillo con la victoria, por lo que dicha cifra numérica sirve para que ésta sea la peor entrada del presente curso en el feudo palmense, al que acudieron menos aficionados de los que hay abonados actualmente. Los motivos expuestos anteriormente han podido provocar una asistencia que puede catalogarse como pobre, pues para el objetivo propuesto por parte de la Unión Deportiva, la cifra registrada el pasado sábado es bastante preocupante, sabiendo además que las opciones insulares para retornar a Primera División pasan por encontrar una línea victoriosa que tenga su base en Gran Canaria.

Las Palmas se juega la vida y Gran Canaria debe ser la fuente de energía

El grupo de futbolistas liderado por Paco Herrera se juega el todo por el todo durante las próxima seis citas, que quedarán repartidas en tres encuentros como local y tres como visitante. El conjunto amarillo no tiene margen de error y los paupérrimos registros sellados lejos de la isla han provocado que éste sea el peor equipo como foráneo de la segunda vuelta, por lo que afrontar los próximos tres desplazamientos con una dinámica reconfortada se plantea como primordial. Para ello, encontrar el impulso necesario en casa, con la afición, puede ser imprescindible.

La Unión Deportiva tiene entre sus manos el hecho de retornar a una categoría que, por historia, le pertenece y a la que le ha costado bastante volver, ya que el ascenso a la Primera División se está convirtiendo en una hazaña de notoria dificultad. Para ello, contar con el respaldo del respetable puede suponer la palmada en la espalda que necesitan plantilla y cuerpo técnico para afrontar el tramo final de un campeonato que se está haciendo bastante largo para Las Palmas, una escuadra que durante las primeras jornadas se exprimió a un nivel bastante elevado, algo que le ha hecho contar con un colchón de puntos que sirve para no ocupar una peor clasificación que la actual.

Por lo tanto, el cuadro grancanario luchará el próximo fin de semana por encontrar la regularidad perdida y certificar el segundo triunfo de manera consecutiva para, de este modo, ayudar a que el Estadio de Gran Canaria presente un aspecto acorde al objetivo propuesto, como ya sucedió durante el primer tramo del campeonato, donde las buenas formas expuestas por el propio equipo sobre el terreno de juego sirvieron para atraer la atención de una hinchada entregada que, a día de hoy, sigue soñando con llevar a su equipo a lo más alto.

El "sí se puede" ha vuelto a entonarse

Sin embargo, la pérdida de afluencia no ha permitido que la UD Las Palmas haya dejado de contar con el respaldo de los fieles. Durante los dos últimos encuentros, la afición presente en el recinto de Siete Palmas se ha puesto en pie para aplaudir al representativo grancanario y alentarlo al grito de “sí se puede”, un lema de reconocido prestigio dentro del mundo del fútbol y que ha sido utilizado durante las dos últimas temporadas, en las que la nave amarilla se ha quedado a las puertas de la gloria.

De este modo, dos momentos bastante emotivos se han vivido en el feudo amarillo, donde equipo y afición quedan comulgados pero con el sabor agridulce de una asistencia desmejorada, por lo que recuperar el ambiente de las grandes ocasiones queda como el mayor antojo de cara a las tres próximas citas como conjunto local. La Unión Deportiva deberá afrontar las visitas de Recreativo de Huelva, FC Barcelona B y Deportivo Alavés, tres encuentros de vital importancia en los que el lema "Somos Más", deberá quedar plasmado en la grada.