Los destellos de Jonathan Viera han vuelto a dar luz a una Unión Deportiva Las Palmas inmersa en la oscuridad durante las últimas semanas. El cuadro grancanario no era capaz de remontar el vuelo tras perder el liderato ante el Real Betis y el tropiezo en Miranda de Ebro certificó el peor augurio de todos. La nave liderada por Paco Herrera se convirtió en el peor visitante de la segunda vuelta en la categoría de plata, principal lastre de un equipo que no ha encontrado la línea de regularidad necesaria para recuperar las posiciones de ascenso directo, que actualmente están alejadas en cinco puntos. De este modo, la figura de Jonathan Viera ha aparecido después de unos primeros meses titubeantes para remediar los males amarillos, sobre todo el pasado sábado, cuando entró desde el banco en el descanso para encontrar el atajo hacia la adjudicación de los tres puntos, rompiendo el entramado defensivo que protagonizó el Sabadell sobre el césped del Estadio de Gran Canaria.
Gol en su debut y poco más
El flamante fichaje de invierno de la UD Las Palmas aterrizó en la isla en el momento más oportuno. El cuadro grancanario afrontaba el mejor estado de la temporada, encaramado a una primera plaza que se adjudicó desde la duodécima jornada y, posteriormente, se negó a cederla. Los amarillos se proclamaron campeones de invierno a falta de una cita para que la primera vuelta llegara a su fin, por lo que el aporte de un jugador de la casa con la técnica del propio Jonathan Viera hacía ilusionarse aún más a una parroquia que presenciaba en primera persona cómo su equipo estaba protagonizando una línea ascendente que parecía acabar en la Primera División.
El jugador del barrio de La Feria disputó sus primeros minutos como amarillo en un amistoso durante las fechas navideñas disputado en Telde, donde comenzó a dejar muestras de la enorme calidad que atesora. Viera salió desde el banquillo y plasmó sobre el césped su deseo de agradar a la afición del equipo de su tierra, pues en un palmo de terreno pudo asistir de tacón a Sergio Araujo para que el argentino mandara el esférico al fondo de la red. La sociedad compuesta por el mediapunta y el delantero aportaba a la afición un mayor índice de ilusión de la que ya contaba, ya que el gran inicio de campeonato protagonizado por el "10" amarillo hacía presuponer que sería el primer beneficiado de las grandes dotes técnicas de Jonathan, un jugador con numerosas características del fútbol canario en su poder.
En cuanto al campeonato liguero, el nuevo portador del dorsal número 20 en la UD Las Palmas debutó en Mendizorroza, en un encuentro que el cuadro grancanario pudo empatar gracias a su aportación goleadora. El marcador en contra que cargaban los insulares y la posterior expulsión de Roque Mesa puso muy cuesta arriba el partido para sus intereses, pero la aportación del canterano fue determinante. El futbolista amarillo ingresó en el terreno de juego y, pese a que su escuadra contaba con un efectivo menos sobre el césped, se adueñó de la posesión, asumió el control del juego y, cuando todo parecía visto para sentencia, mandó al fondo de la red una asistencia de David Simón, como si de un delantero se tratara. A raíz de ahí, éste entró en una mala dinámica de juego que posteriormente se transformó en infortunio, pues cayó lesionado en el clásico del fútbol canario.
Falta de confianza e infortunio en forma de lesión
A raíz de su debut, Jonathan no siguió en la línea ascendente que había comenzado con su gol ante el Deportivo Alavés. Las dosis de confianza expuestas por Paco Herrera no fueron aprovechadas por el canterano y el trabajo realizado sobre el césped no eran méritos suficientes para ganarse el respaldo de la grada. Jugadores de la calidad del propio Viera tienen como misión el hecho de levantar al público de sus asientos, encontrar el pase imposible y el regate inesperado por parte del defensor, por lo que rotundamente, éste no encontraba la fórmula de poder hacerlo.
La falta de confianza se observaba a simple vista. El jugador grancanario se mostraba bastante escorado en banda, lo que no le permitía desenvolverse con la soltura que le caracteriza en su posición natural, una mediapunta poco utilizaza por el máximo responsable técnico amarillo. Por ello, la incomodidad comenzó a hacer acto de presencia en un futbolista que, teniendo raíces de inicio en el franco izquierdo, no se atrevía a encarar a su par y, cuando lo hacía, quedaba como perdedor. Numerosas pugnas sin premio y un estado de ansiedad que se acentuaba con el paso de los minutos, mientras que ante el CD Tenerife, el infortunio se cebó sobre su persona.
Ante el máximo rival deportivo de la entidad, más de lo mismo. El dorsal número 20 de la escuadra grancanario salió como titular para intentar aportar su magia sobre el terreno de juego, algo que no se produjo. El futbolista de La Feria no se sintió cómodo en ninguna fase del encuentro y, tras la reanudación, cuando comenzó a mostrarse en una posición más centrada, firmó su condena. Un balón en largo por la banda derecha fue peleado por Jonathan y, posteriormente, éste sufrió un pinchazo que le impidió acabar la disputa. Las lágrimas de desesperación comenzaron a correr por la cara de un futbolista que tuvo que atravesar un proceso recuperatorio de una tres semanas y, tras su regreso, todo siguió igual.
Su regreso se acentuó ante el Real Valladolid
Tras su regreso, Jonathan Viera firmó actuaciones poco destacadas, sobre todo ante el CD Mirandés, donde el conjunto de Paco Herrera claudicó en un nuevo encuentro foráneo, siendo éste el detonante de la peor característica en un equipo que parecía no tener hueco para las aportaciones negativas. Los amarillos cayeron derrotados en Anduva y se postularon como los peores visitantes de la categoría de plata en la segunda vuelta, ya que solamente han sumado tres puntos de 21 posibles, cifras bastante preocupantes para un equipo que centra su ambición en retornar a la Primera División. En dicho encuentro, Jonathan no pudo aportar prácticamente ninguna idea con criterio en tareas ofensivas, algo que sí pudo hacer ante el Real Valladolid.
En el encuentro ante el conjunto pucelano, el "20" amarillo ingresó en el terreno de juego desde el banco para intentar poner en jaque a la defensa visitante. El Real Valladolid se plantó en Gran Canaria con el claro deseo de mantener su arco imbatido, mientras que en las acciones ofensivas de las que disponía sacaba el mayor partido posible, ya que sus aproximaciones sobre el área local creaba más peligro del deseado. Posteriormente, un error garrafal de Casto al salir a despejar un balón por alto acabó con los visitantes adelantándose en el marcador pero, sin embargo, esta vez la aportación de Jonathan sí sirvió para sacar algo positivo.
La inclusión en el campo del propio canterano, junto a Juan Carlos Valerón, aportó mayor posesión a una escuadra que acorraló a su oponente, empató el partido y a punto estuvo de ganarlo, pero la ansiedad fue la principal condena de los insulares. Viera se adueñó de la posesión y movió al equipo a su antojo, al igual que el veterano futbolista de Arguineguín. Por su parte, el de La Feria salía como vencedor de regates que en jornadas anteriores no podía realizar y, finalmente, su descaro comenzó a plasmarse sobre el césped.
Ante el Sabadell encontró el atajo para llegar a la victoria
Una semana después, concretamente el pasado sábado, Jonathan Viera se coronó. El futbolista amarillo ingresó en el terreno de juego tras la reanudación para aportar el último pase que los amarillos no encontraban. El entramado defensivo protagonizado por el CE Sabadell incomodaba en exceso a un ataque amarillo compuesto por Alfredo Ortuño y Sergio Araujo, por lo que finalmente el yeclano cedió su posición en el campo al portador del dorsal número 20, que con un lanzamiento magistral de libre directo puso en pie al respetable.
A los cinco minutos de la segunda parte, Viera mandó al fondo de la red un lanzamiento de falta directa que se coló por la escuadra del arco defendido por Nauzet. El público volvió a ponerse en pie para aplaudir la obra de arte protagonizada por uno de sus canteranos más predilectos que, después de varios meses, ha vuelto a sonreír y, sobre todo, ha vuelto a divertirse practicando el deporte rey.
Jonathan mostró su carácter descarado ante el conjunto catalán. Distribuyó el balón con notorio criterio y realizó numerosos regates que encandilaron a una afición que presenció en primera persona la redención de su equipo con el triunfo, mientras que durante el transcurso del encuentro, éste realizó una acción de dibujos animados junto a Sergio Araujo, pues ambos comenzaron a zafarse de sus adversarios realizando toques sin que el balón rozara el césped. Una exhibición de dotes técnicas al alcance de muy pocos. De este modo, la figura del canterano ha vuelto a relucir en el momento de mayor importancia, por lo que continuar con la buena línea expuesta es el objetivo del propio futbolista, pues así lo ha hecho saber en rueda de prensa.