Sin motivos o razones de contundencia, la participación de Asdrúbal Padrón durante el presente campeonato ha entrado en clara decadencia en comparación con el curso pasado, donde su colaboración fue bastante notoria gracias a un Sergio Lobera que le aportó la confianza necesaria para postularse como una de las notas positivas en el primer plantel amarillo. No obstante, después de que el equipo se quedara a las puertas del ascenso y Paco Herrera pasara a tomar las riendas de la UD Las Palmas, éste ha entrado en una espiral de sensaciones negativas que le han mantenido un total de 25 encuentros sin contar con minutos, una situación que no le ha hecho bajar los brazos y, cuando el técnico catalán ha creído oportuno dosificar a la plantilla tras confirmarse la pérdida de opciones para ascender directamente, el portador del dorsal número nueve ha querido demostrar su valía para sumar en el intento de lograr la consecución final del gran objetivo.
Lobera le aportó la confianza para destacar
Asdrúbal Padrón es uno de esos canteranos que marcan épocas. El futbolista de Guanarteme ascendió a la dinámica de un primer equipo que por ese entonces era liderado por Sergio Lobera, encargado de intentar llevar a la nave amarilla de vuelta a la Primera División del fútbol español. La consecución de un objetivo de tal magnitud no impidió que éste se hiciera un hueco en los esquemas tácticos del técnico aragonés y, contando con algunas señas de identidad del fútbol canario por bandera, pudo sumarlas a su principal fuente de energía, una entrega y un carácter batallador que le sirvieron para ganarse el cariño de una hinchada entregada a su jugador más incansable.
Tras protagonizar un estreno inmejorable, éste prácticamente se convirtió en un fijo para el cuadro grancanario. En la tercera jornada del pasado curso, los amarillos claudicaban ante una SD Eibar recién ascendida a la categoría de plata que dejaba en nada los intentos locales por igualar la contienda, hasta que el preparador amarillo decidió dar entrada a Tana y Asdrúbal, dos jóvenes debutantes que asumieron el trabajo que tenían que realizar y lo efectuaron de manera bastante destacada. Cuando todo parecía acabado, un potente disparo cruzado del de Guanarteme acabó colándose en el arco visitante, haciendo que la grada estallara de júbilo gracias al empate pero, en gran parte, mostrando la alegría de que una de sus jóvenes promesas comenzara a marcar un camino en clara línea ascendente.
Durante el pasado torneo, éste pudo defender la camiseta de la UD Las Palmas en un total de 31 partidos repartidos en 1.525 minutos que plasman el altó índice de participación protagonizado. En todos ellos, Asdrúbal fue capaz de anotar cuatro goles, uno de ellos para hacer morir en la orilla al Sporting de Gijón en el encuentro de vuelta de la primera eliminatoria por regresar a la élite del balompié nacional. En El Molinón, el canterano se aprovechó de una gran acción de Nauzet para mandar el balón al fondo de la red, haciendo que el equipo y los aficionados presentes en el recinto asturiano crearan comunión de cara a la final.
Sin sitio durante el presente torneo
En el presente curso, el futbolista grancanario se ha visto abocado al banquillo. Las cifras de partidos sin contar con participación superan claramente a los minutos que ha podido disputar sobre el césped, por lo que no ha sido una temporada meramente agradable la que ha tenido que afrontar el propio jugador, que realizó una óptima pretemporada e incluso durante los primeros minutos se postuló como uno de los hombres de mayor confianza para aportar refresco desde el banco cuando no salía de inicio, pero finalmente todo ello quedó en nada.
El gran arranque de competición protagonizado por la Unión Deportiva y el buen estado de forma de numerosos hombres del frente de ataque obligaron a Paco Herrera a tener que dejar en el olvido a un futbolista que no ha bajado los brazos y ha continuado ejerciendo su labor como buen profesional, plasmando en cada entrenamiento su claro deseo de poner las cosas complicadas al técnico catalán a la hora de tener que esquematizar una formación táctica o facilitar una lista de convocados para desplazarse a tierras peninsulares. En definitiva, un trabajo incansable que encontró premio en dos ocasiones cuando la Unión Deportiva aún tenía opciones matemáticas de ascender directamente.
Cuando su labor quedaba limitada a únicamente observar desde el banco de suplentes o el palco de descartados, éste aprovechó la oportunidad que le brindó la Copa del Rey para protagonizar una obra maestra que quedará en las retinas del respetable por un tiempo prolongado, mientras que en competición liguera, pudo romper un entramado defensivo protagonizado por el CD Leganés en el Estadio de Gran Canaria para brindar tres valiosos puntos a su escuadra.
Dos goles que demostraron su claro deseo de contar con mayor protagonismo
Sabedor de que por encima de su persona contaba con varios componentes del frente de ataque mejor posicionados de cara a una posible titularidad, Asdrúbal no se dio por vencido y continuó con su deseo de querer demostrar a la dirección técnica que su aportación podía ser válida, y así lo quiso hacer ante el CD Numancia en un partido correspondiente a la Copa del Rey. El futbolista de Guanarteme fue un constante incordio para la zaga visitante durante dicha disputa, en la que no paró en su empeño de querer encontrar fortuna de cara a portería, algo que supuso su principal inconveniente, pues la ansiedad le acabó jugando una mala pasada.
El canterano se mostraba nervioso y ofuscado por no haber perforado los dominios sorianos en ninguna ocasión, mientras que la disputa iba destinada a llegar a su fin. Sin embargo, un remate acrobático en el interior del área acabó con éste mandando el balón al fondo de la red, haciendo que el público presente en el Estadio de Gran Canaria se pusiera en pie para aplaudir una obra de arte de tal magnitud, pues de espaldas al arco visitante, éste sumó un nuevo tanto a la cuenta de una Unión Deportiva que pasaba a la siguiente ronda del prestigioso torneo.
Posteriormente, en el mes de diciembre, el representativo grancanario encaró la visita de un CD Leganés que se plantó en la isla renunciando al ataque. Puntuar era la premisa principal de los madrileños y a punto estuvieron de conseguirlo, pues la Unión Deportiva no encontraba la manera de acabar con un entramado que Araujo y Asdrúbal consiguieron romper. Los dos atacantes acabaron con el cerrojo pepinero gracias a una combinación que acabó con el canterano abriéndose paso ante numerosos defensores, hasta que visualizó el hueco esperado para impactar un potente remate ante el que nada pudo hacer el arquero visitante. Las Palmas contabilizaba un nuevo triunfo y la figura del futbolista grancanario resaltó por encima del resto, pero no pudo acabar con su destino en un segundo plano.
Posteriormente no encontró acomodo
La aportación goleadora que sumaba en sus pocos minutos sobre el césped no sirvió para ganarse la confianza de un máximo responsable técnico que le mantuvo en el olvido. La figura del futbolista de Guanarteme parecía no encontrar acomodo dentro de las formaciones tácticas amarillas, mientras que su nombre incluso sonó para salir en forma de cesión durante el mercado invernal, pero finalmente la decisión tomada por todas las partes fue seguir siendo partícipe de un proyecto destinado a acabar en la Primera División del fútbol español.
Encuentros sin participación en los que el hecho de formar parte de alguna convocataoria era lo más cerca que le mantenía del césped, mientras que entró en escena en partidos como el clásico del fútbol canario, donde Herrera creyó oportuno aportar un mayor índice de jugadores nativos de la tierra para contar con mayor factor emocional. Posteriormente, Soria acogió una nueva prueba para él, en la que provocó una pena máxima que sirvió para que Momo acortara distancias en un marcador bastante abultado para los locales (4-2).
Sin embargo, ésto no era suficiente. El propio futbolista quería más de lo recibido, sabedor de que su aportación merecía más de lo recibido por parte de un máximo responsable técnico que, una vez confirmada la anulidad de las opciones para ascender directamente, ha reconocido haberse equivocado con algunos de sus futbolistas, siendo el de Guanarteme uno de los principales castigados. Cuando las ilusiones de utilizar la vía rápida para volver a la élite se rompieron en mil pedazos, la participación del canterano ha entrado en una línea ascendente que ha aprovechado para demostrar que su aportación puede ser fructífera en una futura promoción.
Trabajo exhaustivo en las últimas semanas
Después de 25 jornadas sin contar con minutos, Asdrúbal se ha ganado la confianza de Herrera. En la anunciada política de rotaciones para dosificar al plantel de cara a la promoción de ascenso, el principal beneficiado ha sido el futbolista grancanario, que ha encontrado el momento idóneo para demostrar que su participación en el momento clave puede aportar un nuevo camino hacia el triunfo que durante el presente torneo ha sido poco utilizado. El atacante insular ha dejado atrás todas las sensaciones negativas y durante las últimas semanas ha pasado a contar con mayor ritmo de partidos que ha desembocado en acierto de cara a portería.
El pasado sábado, el Estadio de Gran Canaria fue el lugar indicado para que uno de los canteranos más destacados de la última camada de futbolistas nacidos en la isla acabara con una sequía prolongada, pues sumaba casi seis meses sin mandar el balón al fondo de la red. Sin embargo, todo ello acabó ante el FC Barcelona B, ya que la joven perla amarilla protagonizó un encuentro marcado por su gran aportación física a la hora de presionar la salida de balón rival y pugnar numerosas jugadas en las que su ayuda atlética sirve para contar con mayores opciones en ataque.
Para poner el broche de oro, éste cabeceó a placer una asistencia de Vicente Gómez para firmar el cuarto y último tanto local de la tarde. Su trabajo fue recompensando y ahora afronta las dos últimas citas del torneo con el claro convencimiento de seguir contando con minutos que le ayuden a demostrar que su trabajo puede ser bien recibido por Paco Herrera, un entrenador que seguirá intentado dosificar a la plantilla de cara a la promoción por volver a competir el año próximo en la élite.