Semana de buenas rachas la que atraviesa la UD Las Palmas en el tramo final de la temporada. Tres victorias de manera consecutiva por primera vez desde septiembre, tercer partido donde el equipo no recibe ninguna amonestación y, ahora, tras la trabajada victoria ante el Barcelona B, el equipo acumula en esta temporada cuatro partidos donde ha ganado habiendo marcado un póquer de goles. Pese a las dudas en defensa, los hombres de ataque de Paco Herrera han demostrado que su efectividad sigue estando innata.
Con sensaciones muy diferentes entre sí, el equipo ha logrado sobreponerse a las diferentes crisis goleadoras que ha tenido a lo largo del año a través de partidos como en estas cuatros victorias ante el Alcorcón (4-1) y Recreativo (2-4) en la primera vuelta y ante la Ponferradina (4-2) y ante el filial azulgrana (4-3), siendo Sergio Araujo el protagonista en todos ellos.
La primera gran noche de Araujo
Las Palmas tuvo a mediados de septiembre su primera oportunidad para conseguir tres victorias seguidas, y las buenas sensaciones ante el Lugo (3-0) y ante el Racing de Santander (1-2) hacían presagiar que la próxima víctima sería el siempre incómodo Alcorcón. Con la moral por los aires tras haber remontado en El Sardinero, el equipo encarrilaría rápidamente el partido por mediación de Nauzet Alemán. El de Las Mesas se plantaría en el mano a mano con Falcón y le superaría con un sutil toque por encima, un remate de gran calidad que levantaría al aficionado de Siete Palmas de su asiento.
Ya en la segunda mitad, sería Sergio Araujo el que sentenciara el partido con su primer doblete de la presente temporada. Dos goles en menos de tres minutos que rompería el choque, siendo el primero de ellos el que terminara por hundir a su rival. Un precioso disparo desde fuera del área que terminaría por superar a Falcón por la escuadra.
Con el 3-1 en el marcador y con el Alcorcón sin dar señales de una épica remontada, sería Momo el que a placer pondría el cuarto en el marcador en una gran combinación entre Valerón y Guzmán. El equipo amarillo lograba de esta manera asentarse en la parte alta de la tabla de la clasificación y con Araujo alzándose como máximo goleador de la competición.
Sentencia en Onuba a base de obuses
Y aunque la victoria frente al Recreativo de Huelva tenga en un principio menos diferencia de goles que frente al Alcorcón, las sensaciones serían incluso mejores que con los madrileños, ya que la espectacular lección de disparo lejano de los amarillos acabaría por sentenciar un plácido encuentro (2-4).
Sería Nauzet Alemán el que nuevamente abriera la lata en la goleada, con un lanzamiento de falta que hizo las delicias de los aficionados amarillos. Un disparo prácticamente perfecto, con la potencia y precisión suficientes para que Dani Sotres no pudiera llegar.
Con Araujo en estado de gracia, el equipo no tardaría en abrir brecha en El Colombino. Primeramente con un fantástico disparo colocado desde fuera del área que acabaría por hundir a los de Jose Luis Oltra, apareciendo instantes más tarde Vicente Gómez para sentenciar definitivamente el choque, antes de que apareciera el argentino para poner el cuarto ya en la segunda parte.
La tardía reacción del Recreativo con los goles de Menosse y Rubén Mesa sería bien inútil; los amarillos seguían liderando la clasificación de la Liga Adelante con comodidad y con sus jugadores estrella en pleno estado de forma. Todo eran buenas noticas para el cuadro de Paco Herrera.
Victoria de redención
Contra la Ponferradina la situación cambiaría drásticamente. El equipo había perdido el liderato, había caído estrepitosamente frente al Betis en el Gran Canaria (0-3) y no ganaba fuera de la isla desde enero. Una semana antes los amarillos volvían a dejar malas sensaciones en Soria (4-2), pero un atisbo de luz asomaba en la pizarra de Paco Herrera. El técnico catalán había visto que tanto Sergio Araujo como Alfredo Ortuño podían entenderse en el mismo once, por lo que no dudó en alinearlos.
La reacción no se haría esperar. Araujo encontró en Ortuño su completemento perfecto, ambos no dudadaban en asociarse y las creaciones se sucedían una tras otra. El argentino volvió a ver portería por segunda vez consecutiva y el 'ocho' amarillo acabaría por sentenciar el encuentro pese a que el conjunto de Ponferrada se había acercado en el marcador hasta en dos ocasiones.
Con Nauzet Alemán participando también en el triunfo anotando el segundo gol del partido, los de Paco Herrera se redimían de sus derrotas anteriores y encontraban la fórmula que también funcionaría en la importante victoria que Las Palmas cosecharía ente el Girona (2-0).
Un festival empañado al final
Y ya en la última jornada liguera, el equipo volvería a encontrar la tónica goleadora pese a la lesión de Nauzet para golear durante los primeros 70 minutos de partido ante un Barcelona B que se acercaría en el marcador aprovechando los errores defensivos del equipo.
Araujo pondría tierra de por medio en la primera mitad, encontrando como pareja ideal a Jonathan Viera y anotando los dos primeros tantos del partido, sacaría el máximo provecho de la débil zaga azulgrana. La dupla formada por el argentino y el grancanario sigue siendo decisiva en esta parte final de la temporada, y Viera tendría su recompensa en la segunda parte marcando el tercero del partido.
Con la sentencia en el marcador, Herrera daría minutos a los menos habituales, Vicente Gómez y Asdrúbal Padrón fabricarían el cuarto del partido. Sin embargo, y pese a que el encuetro parecía sentenciado, la línea defensiva amarilla tendría unos últimos quince minutos nefastos, donde encajaría tres goles (dos de Joan Román y uno de Dongou) que harían de los minutos finales un auténtico sufrimiento para los aficionados de Siete Palmas.
Así pues, Paco Herrera puede estar tranquilo en cuanto a la línea de ataque del equipo. Los titulares prolongan su buen estado de forma, los hombres de segunda línea continúan dando buenas sensaciones y los menos habituales siguen aportando desde el banquillo. Eso así, el técnico amarillo deberá encontrar con la tónica adecuada para combinar efectividad con agresividad y contundencia defensiva. Con el horizonte de los play-off en la mente de muchos, el equipo no se puede permitir ningún tropiezo.