Las Palmas Atlético cae con honor

El conjunto formativo de la Unión Deportiva Las Palmas no pudo acabar de buenas formas el gran final de temporada protagonizado. Tras haber certificado la presencia en la promoción por evitar el descenso contra todo pronóstico, las jóvenes promesas del conjunto amarillo no encontraron la manera de hacer claudicar a un FC Cartagena que se plantó en Gran Canaria con la clara idea de no jugar al fútbol. Las numerosas ausencias con las que contaban los visitantes hicieron que éstos se plantaran en el Anexo con el contragolpe como principal arma a utilizar, intentando mantener el orden para evitar las acometidas de un cuadro local decidido a vencer de cualquier forma. No obstante, la réplica de Carlos Martínez al gol de Jesús Álvaro sirve para que los peninsulares puedan competir el año próximo en la categoría de bronce, mandando así a los palmenses a la Tercera División.

Ambiente de gala en el Anexo

No era un partido más para Las Palmas Atlético y se palpaba en el ambiente. Al contrario que en toda la temporada, las gradas del Anexo del Estadio de Gran Canaria lucieron sus mejores galas para acoger una auténtica final entre los isleños y el Fútbol Club Cartagena, una escuadra que catalogó el partido como el más importante de su historia. Desde varias horas antes de que comenzar la disputa, los aledaños del recinto de Siete Palmas presentaban bastante afluencia de público, también provocado por el compromiso del CB Gran Canaria ante el Real Madrid en los playoff de la Liga Endesa.

En cuanto al encuentro correspondiente a la promoción para evitar el descenso a la Tercera División, el feudo amarillo mostró un ambiente acorde a la cita, pues el hecho de que el filial pudiera continuar con su formación en la Segunda División B se presentaba como un objetivo más que primordial, y así lo supo asumir el respetable. La grada supletoria que se encuentra en el fondo de una de las porterías abrió sus puertas para acoger al Grupo Ultra Naciente, contando con un nutrido grupo de aficionados que desde el calentamiento previo al arraque del compromiso comenzó a llenar de cánticos y colorido al recinto isleño.

En otra de las gradas, la Peña Germán Dévora acudió con numerosas banderas que ondearon al viento para dar el último aliento a un equipo que saltó al césped del Anexo con una única novedad en su formación titular, un cambio obligado por la sanción de Pepe Delgado, jugador que no pudo ser de la partida por la doble amonestación recibida en el encuentro de ida. Dicha baja trastocó los planes de un máximo responsable técnico que, pese a ello, continuó fiel a su idea y a punto estuvo de lograr el ansiado deseo.

Castaño como sustituto de Pepe

Como ha venido siendo habitual en los últimos compromisos disputados por Las Palmas Atlético, Ale Martín volvió a encargarse de custodiar el arco amarillo, probablemente en su última aventura defendiendo los intereses del cuadro grancanario, mientras que contó nuevamente con una línea de cuatro defensores compuesta por Nili y Jesús en los laterales, mientras que el centro de la zaga fue ocupado por Óscar y Arencibia. El hecho de aguantar la presión de no encajar gol como local pudo mantenerse durante gran parte del encuentro, mostrando una seriedad acorde a jugadores que desean lograr su ascenso individual hasta la dinámica del primer equipo.

Por su parte, en la media cancha llegó la principal novedad. Mingo Oramas decidió dar la alternativa a Enrique Castaño para suplir la ausencia de Pepe Delgado, una baja bastante sensible, ya que éste se había postulado como uno de los principales artífices de la reacción palmense. De este modo, Matías contó con un nuevo acompañante por sus dominios, mientras que Germán siguió encargándose de unir a la media cancha con el frente de ataque, que contó con tres componentes bastante activos.

Como hombres más adelantados, José Artiles, Néstor y Adrián Hernández se encargaron de llevar las riendas ofensivas del filial grancanario, contando también con la ayuda del ya mencionado Germán. Las ganas de vencer y el deseo de certificar la permanencia se plasmaron desde el inicio, pero la falta de acierto en numerosas ocasiones acabó por condenar a los locales.

Dominio local y asedio sobre la portería de Limones

Cuando el balón comenzó a rodar, éste pasó a ser dominado por Las Palmas Atlético. El conjunto formativo de la Unión Deportiva asumió el control del juego de buenas formas y desde los primeros compases marcó su claro deseo de querer adelantarse en el marcador y en el cómputo global de la eliminatoria, pues en el minuto dos, Néstor tuvo en sus botas el primer tanto de la mañana, pero su disparo al palo largo de Limones se encontró con una buena intervención de éste para evitarlo.

Posteriormente, el esférico siguió estando en posesión de los locales, pero la mejor disposición defensiva de los peninsulares tras haber recibido el primer susto sirvió para impedir que las ocasiones de los hombres liderados por Mingo Oramas siguieran sucediéndose, hasta que encontraron la manera de deducir el punto débil cartagenero. Cuando los de casa visualizaron las debilidades visitantes. Adrián y Germán tuvieron en sus botas el hecho de adelantar a su escuadra, pero sus respectivos lanzamientos se marcharon fuera por centímetros.

El cuadro insular se sentía superior a su oponente y así lo quiso demostrar sobre el verde, donde intentó por todos los medios marcharse con ventaja en el marcador, pero finalmente no encontraron la fórmula para poder conseguirlo. El poco fútbol expuesto por el FC Cartagena no parecía incomodar en exceso tanto al equipo como al respetable, por lo que el intermedio sirvió para recuperar fuerzas y así poder encarar de mejor manera un segundo acto lleno de emoción.

Locura tras la reanudación

La segunda mitad comenzó a andar y con ello las ilusiones parecieron desbordarse en ambos conjuntos. Las Palmas Atlético y FC Cartagena se jugaban la temporada en solamente 45 minutos, y ello provocó que las pulsaciones comenzaran a elevarse más de lo normal. La tensión por vencer hizo que el buen fútbol quedara en un segundo plano, también facilitado por el poco beneficio que ello aportaría al cuadro cartagenero. Las numerosas ausencias condicionaron de manera bastante destacada a los hombres liderados por Palomeque, que gracias a una gran acción combinativa de los locales se encontraron por detrás en el marcador.

Corría el minuto 65 en el Anexo del Estadio de Gran Canaria y el cuadro comandado por Mingo Oramas asestó el primer golpe de la eliminatoria. Una gran acción ofensiva de Jesús Álvaro encontró como socio a Néstor Gordillo, que solamente tuvo que continuar la jugada para que el lateral zurdo mandara al fondo de la red el primer tanto de la mañana. Brazos en alto y euforia descontrolada en el césped y en la grada, sabedores todos de la importancia de haber anotado dicho tanto. La prórroga prácticamente quedaba descartada debido al acierto de los amarillos, pero finalmente el éxito no pudo prosperar.

La alegría no fue duradera para los canarios. Pocos minutos después del gol materializado por Jesús, Gato facilitó el centro que posteriormente supondría el tanto de la permanencia para el FC Cartagena. El delantero visitante ingresó en el terreno de juego pese a las molestias que le han impedido poder realizar su trabajo en condiciones óptimas, aunque ésto no fue una causa mayor para evitar que su asistencia a Carlos Martínez acabara con este último mandando el balón al fondo de la red. Una diana histórica para el equipo de la región de Murcia, que posteriomente se dedicó a realizar permanentes pérdidas de tiempo para evitar la reacción palmense.

Pulsaciones elevadas hasta el final de la disputa

El gol de Carlos Martínez permitía que los grancanarios siguieran contando con aproximadamente un cuarto de hora para intentar voltear el marcador adverso en el cómputo global de la eliminatoria, pero las artimañas peninsulares lo evitaron. Perder tiempo y provocar trifulcas era la premisa en un equipo que acabó encontrando premio con ello, logrando sacar de sus casillas a numerosos jugadores de Las Palmas Atlético. Las pulsaciones se elevaron más de lo normal sobre el césped del Anexo y los seis minutos de alargue facilitados por el colegiado no sirvieron para que el conjunto insular lograra anotar el gol decisivo, pese a que Borja Herrera tuvo en su cabeza dicha hazaña, pero su remate acabó estrellándose en el larguero.

De este modo, el fantasma del descenso que durante gran parte del torneo merodeó por el recinto de Siete Palmas volvió a acrecentarse en el momento menos oportuno para mandar a la Tercera División al conjunto formativo de la Unión Deportiva Las Palmas. Los amarillos pierden la categoría y el nuevo objetivo para el curso venidero pasa a ser recuperarla lo antes posible, pues tantos buenos mimbres como con los que cuenta en su haber la escuadra insular deben continuar con su formación en la categoría de bronce.

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