Después de protagonizar una segunda vuelta al completo marcada por la irregularidad, la visita al CD Leganés en las instalaciones deportivas de Butarque acabó con el sueño del ascenso directo para la Unión Deportiva Las Palmas. Los amarillos claudicaron ante el cuadro pepinero y prácticamente dijeron adiós al sueño de utilizar la vía rápida para competir el próximo año en la categoría de oro del fútbol español. Posteriormente, todo eran caras largas en el seno deportivo de la entidad, pues desde el propio vestuario se reconocía el hecho de haber fracasado y sentir decepción por no haber cumplido el objetivo primordial. No obstante, la tercera participación consecutiva en la promoción de ascenso decidió encararse como una nueva oportunidad para volver a competir en la Primera División, por lo que recuperar la autoestima perdida se postuló como una de las principales premisas, y así ha sido. Cuando los insulares han dejado de contar con la presión de tener que ocupar las dos mejores posiciones de la tabla, éstos han recuperado numerosas señas de identidad perdidas con el tiempo, han vuelto a postularse como una escuadra ganadora y, guardando las distancias, han intentado recuperar el ritmo del primer tramo del campeonato.

Reacción únicamente empañada por la relajación en la retaguardia

Atrás parecen haber quedado los numerosos errores defensivos del cuadro grancanario. Durante el arranque de la segunda vuelta del torneo, claudicar por errores puntuales se presentó como una tarea prácticamente imposible de remediar, sobre todo lejos de Gran Canaria, donde los fallos de marca en acciones a balón parado provocaban continuos quebraderos de cabeza a la dirección técnica amarilla. La cifra de goles encajados ascendió notoriamente, hasta tal punto de haber perdido una condición ganada a base de esfuerzo en el primer tramo de la competición, en el que la Unión Deportiva se postuló como el conjunto menos goleado durante varias semanas.

El trabajo específico realizado por Paco Herrera centraba gran parte de carga en la solidez defensiva. Con el tópico de que la mejor defensa es un buen ataque, los amarillos se posicionaron rápidamente como el equipo más potente dentro de la categoría de plata, liderando la tabla clasificatoria y contando con el mérito reconocido de ser el conjunto más realizador y el menos goleado en las primeras semanas de competición, favoreciendo todo ello que finalmente los insulares realizaran una primera vuelta de ensueño y se proclamaran campeones de invierno. No obstante, a raíz del encuentro ante el Real Zaragoza todo cambió y ceder facilidades en defensa era una constante en los encuentros del cuadro grancanario, pero actualmente todo ello ha quedado atrás.

Tras perder el tren del ascenso directo en el desplazamiento realizado a Butarque, donde nuevamente errores puntuales acabaron con los amarillos claudicando, éstos han recuperado numerosas señas de identidad perdidas con el tiempo, y una de ellas ha sido la solidez defensiva. La lesión de Casto por una microrrotura en su gemelo derecho le abrió la puerta de la titularidad a Raúl Lizoain y el canterano no la ha desaprovechado, pues su escuadra se ha proclamado como vencedora en las últimas cuatro citas, todas ellas con él bajo palos. En dichos encuentros, los palmenses han encajado cuatro goles, en gran parte provocado por 15 minutos de relajación ante el conjunto formativo del FC Barcelona, que anotó tres tantos de bella factura en el recinto de Siete Palmas, catalogado ello como fallos de concentración que, a buen seguro, no volverán a repetirse.

Recuperación del control del juego

En jornadas anteriores, la circulación de balón perdió criterio en la Unión Deportiva. El cuadro palmense difícilmente encontraba la manera de crear el buen fútbol que le llevó al liderato de la Liga Adelante durante 17 semanas de manera consecutiva, mientras que todo ello repercutió en la falta de acierto de cara a portería. Los palmenses no daba con la fórmula de unir a la media cancha con el frente de ataque y los repartos de puntos se convirtieron en la tónica habitual en un pequeño tramo del campeonato.

El centro del campo perdió rigor y el carácter que ofrece Culio en dicha parcela dejó de ser imprescindible, mientras que la pérdida de ritmo de Javi Castellano acabó con su acompañante, Hernán Santana, también bajando la alta intensidad expuesta en las primeras jornadas de la competición. De este modo, los insulares se mostraron escasos de ideas en la parcela central del terreno de juego, donde el dominio de balón no podía transformarse en ocasiones de gol, provocado por la falta de profundidad en las acciones de control del cuadro palmense. Malos tiempos en los que Paco Herrera no encontró la solución para acabar con todo ello, pues así lo reconoció ante los medios, pero cuando el ascenso directo ha dejado de ahogar en forma de presión a su conjunto, éste parece haber dado con la tecla.

Las Palmas ha vuelto a mandar sobre el césped. Los hombres liderados por el técnico catalán han recuperado sus buenas formas para asumir el control del juego y posteriormente transformarlo en victorias, pues así lo ha hecho en los últimas tres semanas, en las que ha disputado cuatro partidos firmados con triunfo. Ante el Recreativo, los palmenses vencieron cómodamente, mientras que en los encuentros con Osasuna y FC Barcelona B como rivales, el cuadro grancanario protagonizó numerosos minutos sobre el césped como el equipo que encandiló a toda la categoría de plata, poniendo el broche de oro en el último partido en La Romareda. La Unión Deportiva venció al Real Zaragoza con grandes dosis de trabajo y buenas formas para afianzar al contragolpe la adjudicación de tres nuevos puntos a su casillero, pues primero Sergio Araujo y luego Jonathan Viera acabaron con un rival que prácticamente no creó peligro sobre los dominios de Raúl, provocado ello por el buen trabajo insular.

Mejoría foránea

El principal inconveniente durante el segundo tramo de la competición. El cuadro grancanario entró en una dinámica de registros negativos lejos de la isla que le dejaron más de cuatro meses sin conocer el triunfo en tierras peninsulares. La victoria firmada en el Mini Estadi ante el FC Barcelona B, el 3 de enero del presente año, volvió a encontrar continuidad el pasado 19 de mayo, cuando los hombres liderados por Paco Herrera lograron vencer en Pamplona a un Osasuna decidido a utilizar todas sus armas para seguir luchando por la permanencia.

Nueve encuentros sin vencer lejos de Gran Canaria

Partido Resultado
Alavés - Las Palmas (1ª vuelta) 1-1
Llagostera - Las Palmas 0-0
Lugo - Las Palmas 2-1
Alcorcón - Las Palmas 0-0
Sporting - Las Palmas 1-1
Numancia - Las Palmas 4-2
Albacete - Las Palmas 1-0
Mirandés - Las Palmas 2-1
Leganés - Las Palmas 2-1

En el espacio de tiempo comprendido entre las dos fechas, el conjunto palmense únicamente fue capaz de sumar tres empates como resultados positivos, pues el resto quedó firmado con numerosas derrotas que encontraron a la apatía y al mal estado de forma en ataque y defensa como principales justificantes. La Unión Deportiva atravesó sus peores momentos del campeonato y el mal estado de forma durante los encuentros disputados lejos del Estadio de Gran Canaria acabó por acrecentar unos problemas que finalmente acabaron con la pérdida del principal objetivo, que no era otro que ascender a la Primera División por la vía rápida, ya que el hecho de no encadenar victorias supuso una falta de irregularidad en cuanto a resultados bastante alarmante.

No obstante, los insulares parecen haberse olvidado de ello para dejarlo en un segundo plano de cara a la promoción para luchar por el ascenso. Los amarillos encadenaron su segundo triunfo consecutivo gracias a la victoria firmada en La Romareda ante el Real Zaragoza, siendo éste también el cuarto de manera continuada para demostrar a toda la categoría de plata que sus males han quedado atrás para afrontar la tercera participación consecutiva en el playoff, una competición de ingratos recuerdos para los intereses de la entidad de Pío XII, algo que intentará remediar en el presente mes de junio, fechas en las que se decidirá el futuro más inmediato de la Unión Deportiva Las Palmas

Mayo acierto de cara a portería

No hace mucho tiempo atrás, el cuadro isleño convirtió una virtud en problema con la falta de acierto de cara a portería. La sequía pronunciada de Sergio Araujo y la falta de ideas a la hora de hacer circular el balón en la parcela central del terreno de juego se postuló como un lastre encadenado del que la UD Las Palmas no lograba desquitarse. La derrota ante el Real Betis acabó con la pérdida del liderato ocupado durante 17 semanas de manera consecutiva y posteriormente todo se acrecentó tras claudicar en Soria con un marcador bastante abultado (4-2). Los amarillos llegaron a contar con una desventaja de tres goles (3-0) que lograron acortar gracias a David Simón, mientras que antes de que el partido llegara a su fin, Momo volvió a acortar la renta agrandada por Julio Álvarez, que anotó un gol olímpico.

Las dos dianas firmadas en Los Pajaritos no sirvieron para nada y la falta de fortuna en los últimos metros se postuló como un nuevo problema para Paco Herrera, que ante la SD Ponferradina mejorar. El conjunto insular le endosó cuatro goles a los de El Bierzo, dos de ellos anotados por Sergio Araujo, un ariete que a raíz de ahí recuperó el olfato goleador perdido. El jugador procedente de Boja Juniors volvió a postularse como la referencia ofensiva llamada a conducir a su nave hacia la Primera División y su asociación con Alfredo Ortuño pareció acabar con la pesadilla vivida en el frente de ataque, pero la pérdida de ritmo del yeclano le ha vuelto a mandar a un segundo plano.

Sin embargo, el ritmo perdido por el atacante murciano ha ido acompañado de la recuperación estratosférica de Jonathan Viera. El jugador del barrio de La Feria ha despertado de su letargo prolongado desde que aterrizó en Gran Canaria y actualmente se ha postulado como una de las fichas más destacadas en el tablero de Paco Herrera, formando una sociedad de auténtico espectáculo que ayer en La Romareda volvió a brillar, ya que ambos fueron los artífices de los dos tantos amarillos.

De este modo, el cuadro isleño ha recuperado numerosas señas de identidad que se perdieron durante el arranque del segundo tramo de la competición y a día de hoy ha lavado su imagen para afrontar la promoción de ascenso que le enfrentará al Real Valladolid, aunque aún querrá dar el último golpe sobre la mesa ante el Deportivo Alavés para presentar su firme candidatura el ascenso por la segundia vía.