Las letras de esta temporada de la UE Llagostera se han escrito en dorado y con una escritura perfecta, sin demasiado presupuesto para tinta, se ha conseguido llenar folios y folios de historia de este pequeño equipo del Norte de Catalunya afincado en la costa brava y no siendo eclipsado por el gran equipo de la zona como es el Girona, pero como las grandes historias, el año del Llagostera tiene un principio, un comienzo y como punto de partida tomaremos el primer obstáculo de los gerundenses en esta andadura y no es otro que en los playoffs de ascenso a 2ªA.
Donde comenzó todo
El Llagostera terminaba campeón del grupo tercero por delante del Hospitalet y se jugaba a dos partidos un ascenso histórico para el club gironí. Racing de Santander, Sestao River club y Albacete Balompié estaban en el bombo de los campeones, el destino fue caprichoso y decidió que el equipo al que tenía que derrotar el club de Catalunya, para estar en 2ª división tenía que ser el conjunto cántabro, campeón del grupo uno.
La ida disputada ante 2000 personas y con el arbitraje del señor Alberto Salazar del colegio valenciano terminó en un empate sin goles, algo que dejaba las espadas en todo lo alto para la vuelta en el sardinero.
El sardinero se vistió de gala para este partido, crucial para los dos equipos que terminó de manera fatal para el Llagostera, que tras un córner favorable al conjunto cántabro, Marc sellares remato el balón hacía su propia portería en el minuto 68 y subió al electrónico el único tanto del encuentro favorable al conjunto local, el silbido que indicaba el final del partido, certificó que el conjunto dirigido por Oriol Alsina tendría que superar dos eliminatorias para poder subir a segunda A.
No hay ninguna historia sin la típica gesta del héroe abatido que resurge de las cenizas en los momentos más tensos y el Llagostera sabe mucho de esto, primero sería contra el Real Avilés perdiendo dos a cero en la ida y ganando tres a cero en la vuelta con goles de Enric Pi, Chamorro y Pitu. Esto no terminaría aquí y contra un gigante Nàstic de Tarragona se perdió por dos goles a uno en tierras tarraconenses y el municipal sería testigo de otra épica y de otra página para la historia del equipo de la costa brava, lograba remontar y acabó el partido con un 3-1 y ascendiendo a la categoría de plata del fútbol español.
No todo fue un camino de rosas
Por mucho que nos empeñemos en que la vida sea perfecta, no lo es y los caminos por los que atravesamos son duros y tortuosos, llenos de obstáculos que con habilidad, empeño y sacrificio podemos superar y llegar a donde nos propongamos, en el fútbol, ocurre exactamente de la misma manera y el conjunto catalán ha tenido que superar muchas barreras, la del presupuesto, competir contra equipos históricos del fútbol español, enfrentarse a una categoría desconocida, lesiones,etc...
La mala racha del conjunto gerundense y verse abocado al descenso precipitaron los acontecimientos y Oriol Alsina dejó de ser la cara visible del Llagostera para dejar paso a Luis Carrillo, que paso de "Scouting" a primer entrenador para cambiar la dinámica del equipo y remontar una situación más que salvable.
Este muerto está muy vivo
En la jornada nueve el Llagostera cayó en descenso tras una derrota abultada en Palamós contra el RCD Mallorca por un gol a cuatro. Tras esta derrota vendrían semanas muy duras para el conjunto Gironí.
Un empate y dos derrotas seguidas, dejaban al conjunto catalán 21ª con nueve puntos, tres jornadas después el equipo caía a la última posición solo sumando tres victorias en 15 jornadas, puesto que dejaría dos jornadas después, a causa de la cuarta victoria de la temporada, ganando en casa por tres goles a uno a la Ponferradina.
La primera vuelta la cerró con tres derrotas y una única victoria ante el Real Valladolid en casa y terminando los primeros 21 partidos de la nueva andadura profesional en descenso con 22 puntos y 19ª.
Tras estos números, las quinielas y todos los "entendidos" al fútbol daban como descendido al pequeño equipo de Llagostera, pero como si de un milagro se tratará, el conjunto de Oriol Alsina y Luis Carrillo demostraría que aún tenía mucha guerra que dar en segunda división y demostró que el muerto estaba muy vivo.
Un municipal que se convirtió en fortín
Con el Llagostera en descenso tras acabar la primera vuelta, con 22 puntos y con el objetivo de llegar a los 50 para volver a ser club de la división de plata, se avecinaban cambios y un cambio debía ser el convertir el Municipal de Palamós - Costa Brava en un fortín, Y así fue, en la primera jornada de la segunda vuelta se consiguió un trabajado empate a cero contra Las Palmas -equipo que actualmente ha ascendido a la Liga BBVA- , ese fue el punto de inflexión que marcó el devenir de la temporada y la consigna era clara: Ganar en casa e intentar sumar fuera. Dicho y hecho.
La diferencia de la primera y segunda vuelta
Puntos en casa en la primera vuelta: 13
3+1+0+0+0+0+3+0+3+0+3
Puntos en casa en la segunda vuelta: 16
1+3+3+3+3+1+1+1+0+0
Puntos fuera en la primera vuelta: 9
0+0+3+1+1+0+1+0+3+0
Puntos fuera en la segunda vuelta: 19
0+3+1+1+3+3+1+1+3+0+3
Puntos totales de la temporada: 57
La revelación
Sin duda, el equipo revelación de esta temporada es el Llagostera, todos daban como descendido al conjunto catalán al principio de la temporada y ha demostrado, no solo, que ha estado lejos de descender, si no, que ha estado a punto de tocar el cielo con el playoff a la Liga BBVA, algo que se desvaneció tras la derrota en casa contra el Albacete por dos goles a tres, a partir de ese momento el equipo se dejo de llevar acabando la temporada encadenando dos derrotas seguidas, ante el Girona, Mirandes y logrando terminar de la mejor forma posible, ganando por dos a cuatro al Real Valladolid a domicilio.
Es muy fácil escribirlo, pero 15 son los partidos que ha estado invicto el conjunto dirigido por Luis Carrillo y Oriol Alsina, desde que perdieran contra el Leganés en Butarque el 31 de Enero, hasta el 21 de Mayo donde el conjunto catalán perdió 2-3 ante el Albacete en casa, diciendo adios al sueño de entrar en los playoffs de ascenso
Mucha culpa de esta trayectoria del conjunto gerundense la tiene la rápida adaptación del equipo a la categoría y el magnifico rendimiento del equipo, empezando por la portería con un gigante René que ha sido el principal baluarte de la mejor defensa de la segunda división. Destacar también a Alcalá, defenestrado en Murcia pero que ha demostrado que tiene la solidez defensiva de un veterano
Opinión de los aficionados
Una parte muy importante, esta temporada han sido los aficionados yendo al Municipal y animando con fervor al conjunto gironí y las declaraciones giraban en torno a la ilusión que les han creado y que les han hecho creer en que el equipo podía subir a la máxima categoría, pese a no poder clasificarse a los playoffs, han disfrutado mucho este año, un año que nunca olvidarán y que afrontan la temporada venidera con mucha ilusión. Incluso van más alla y le ponen nota al conjunto de Oriol Alsina o mejor dicho varias notas, un 2 hasta la jornada siete, un siete a partir de la llegada de Carrillo y desde el partido del Leganés hacía delante un sobresaliente y que la temporada ha sido muy digna para un recien ascendido.
Un equipo amigable
Una imagen, vale que mas que mil palabras para demostrar la competitividad sana que ha tenido esta temporada el Llagostera con el resto de equipos y el afecto que han mostrado estos por el conjunto catalán.
Una temporada que ya es historia para el club gerundense y tiene que afrontar la que viene con la ilusión de que en el fútbol todo es posible si hay trabajo y sacrificio. Los próximos retos del Llagostera es la conversión a SAD para seguir en el fútbol profesional y fichar jugadores acordes a la categoría y al objetivo, que no es otro, que la salvación.