A Ignacio Camacho las cosas no pueden irle mejor en este inicio de temporada, en el que se ha ganado la confianza de Pellegrini a base de trabajo, eficacia y saber estar. El maño se encuentra en su mejor estado de forma desde que aterrizó en la Costa del Sol, cualidades que deberá demostrar esta noche ante el Atlético de Madrid.

El partido en el Calderón no será uno más para Camacho, puesto que fue en el club colchonero donde creció, se formó y se convirtió en futbolista profesional. La trayectoria del mediocentro le auguraba un buen porvenir ya desde joven, y su calidad le valió para convertirse, además, en uno de los pilares de la Selección Española Sub-17 –también ha jugado con la Sub-19, Sub-20 y Sub-21-.

Camacho, que llegó al Atlético en edad cadete, debutó en Liga en Primera División el 1 de marzo de 2008, con 17 años, frente al FC Barcelona, encuentro en el que se impondrían los atléticos por 4-2 en el Calderón. En esa misma temporada, y justo un día antes de cumplir los 18, se estrenó como goleador en el campeonato doméstico, haciendo doblete ante el Recreativo de Huelva.

Campeón de Europa Sub-17 en 2007, equipo del que fue capitán y salió elegido como mejor jugador del torneo, pronosticándosele un prometedor futuro en La Roja, el aragonés no llegó a cuajar en su club, donde nunca llegó a tener continuidad.

A pesar de todo, con el club madrileño llegó a disputar Champions y logró una Liga Europa y la Supercopa de Europa del año 2010, frente al Fullham y al Inter, respectivamente, y en ambos tuvo una aceptable cota de participación. Sería lo último que conseguiría con la zamarra rojiblanca, y esa sería su última temporada completa con ella.

Fichaje por el Málaga

En el mercado invernal de la temporada 10/11, el jugador fue traspasado al Málaga del jeque Al-Thani por algo menos de un millón y medio de euros y con contrato hasta 2015. Apenas unos días más tarde debutaría con el conjunto costasoleño, en el encuentro de Copa del Rey en el que el Sevilla se impuso en La Rosaleda, apeando así a los blanquiazules de la competición.

Desde entonces, y hasta el final de campaña, el mediocentro fue casi un fijo en el once de Pellegrini y fue llamado a la Sub-21 en marzo de 2011. Pero cuando parecía que al fin había logrado la continuidad que le faltó en el Atlético, la llegada de Toulalan lo relegó de nuevo al banquillo.

El excepcional rendimiento del francés y la poca confianza de Pellegrini hacia Camacho fueron su cruz durante toda la campaña, en la que apenas pudo disputar 13 encuentros de Liga y uno de Copa. Los cambios en el doble pivote fueron una constante –salvo el lugar fijo que ocupaba Toulalan-, donde Pellegrini probó a Apoño, Duda, Maresca, Cazorla o Recio sin dar con una pareja sólida.

Llega su oportunidad

Precisamente la lesión de Toulalan le abrió las puertas a la titularidad. La oportunidad que esperaba había llegado y el ‘6’ malaguista no iba a dejarla escapar. Sin elevar nunca una palabra, sin quejas, el mediocentro demostró en el campo para lo que había estado trabajando durante toda la temporada, y cumplió con creces.

Fue, además, vital en el importante choque ante el Valencia, donde compartió el doble pivote con Maresca primero, y con Duda después. Aquel 29 de abril Camacho marcó su primer gol con la camiseta blanquiazul, un tanto que además sirvió para que los de Pellegrini, en plena lucha por la Champions, se llevasen tres importantes puntos ante un rival directo.

Consolidación

Después de un ajetreado verano en la entidad de Martiricos y de especularse con su salida del club, Camacho decidió finalmente quedarse. "Esto es lo mejor para mí, que me he comprometido con la causa. Ha habido bajas, van a haber más oportunidades y va a ser bueno para mí también", declaró el jugador el pasado verano.

No falló el maño, que lleva un inicio de temporada más que notable. Ha jugado los seis partidos de Liga como titular, sin ser sustituido en ninguno de ellos, además de haber sido partícipe en la clasificación para la Champions y en los encuentros contra el Zenit y el Anderlecht de la fase de grupos.

Ha mejorado tanto en la faceta defensiva como en la ofensiva

Tal y como sucedió ante el Valencia la temporada anterior, esta vez fue ante el Zaragoza, en la jornada tres, cuando volvió a ver puerta, de nuevo con un gol decisivo que valieron los tres puntos. Con ese tanto, además, iguala el registro logrado con el Atlético de Madrid.

Camacho ha devuelto a Pellegrini la confianza a base de trabajo. Ha sabido aguantar el mediocampo sin que se echase de menos a Toulalan –algo ya de por sí difícil- y ha demostrado que no solo tiene cualidades defensivas –es uno de los máximos recuperadores de la Liga-, sino que también sabe ir al ataque cuando es necesario.

El malaguista, de solo 22 años, se ha acoplado a la perfección en su posición y transmite la seguridad necesaria al resto del equipo, que ya ven en él a un salvavidas. Sin duda, ha ganado en confianza y ha crecido como jugador en los últimos meses, y esas son cualidades que se espera que vuelva a demostrar esta noche ante su exequipo, en la que fue su casa. "Siempre es bonito volver al Calderón, donde entras por la puerta y ya conoces a mucha gente. Siempre será especial", reveló el viernes en rueda de prensa.