Noche mágica en San Siro, donde el Málaga ha alcanzado matemáticamente el pase a octavos de final de la Champions en un enfrentamiento en el que no brillaron, pero lograron sumar gracias a una genialidad de Isco y una perfecta definición de Eliseu.

Después de la primera derrota en casa frente al Rayo el pasado sábado, los blanquiazules aterrizaban en Milán con la esperanza de sellar su pase a octavos y continuar con la imbatibilidad en Champions.

Para continuar la senda ganadora, Pellegrini no varió mucho sus esquemas. Solo un cambio hizo el chileno con respecto al once que ganó al Milan en casa y el que cayó derrotado el sábado: Sergio Sánchez por Portillo. El catalán entró para jugar en el lateral izquierdo, por primera vez desde que está en el club costasoleño. Así, Eliseu adelantó su posición a la de extremo.

Por parte local se pudieron ver numerosos cambios en cuanto al que cayó derrotado en La Rosaleda. En portería entró Abbiati por Amelia. En defensa, De Sciglio cedió su lugar a Abate, mientras que los cambios más destacados fueron en la zona ancha y de ataque, donde entraron De Jong, Bojan y Pato por Ambrosini, Acerbi y Pazzini.

El Giuseppe Meazzase se vestía de gala para acoger uno de los encuentros más interesantes y esperados por los blanquiazules. A las 20:45 h., los 22 elegidos por Pellegrini y Allegri saltaban al césped dispuestos a ganar.

Los primeros minutos fueron de más posesión blanquiazul, si bien las ocasiones no fueron excesivas. En el minuto uno, un cañonazo de Eliseu se marchó alto. El portugués fue el único que probó el disparo por parte visitante en toda la primera mitad, convirtiéndose en el goleador minutos más tarde.

El primer contratiempo para el Milan llegó en el minuto cinco, cuando Abate, que acababa de salir de una lesión, tuvo que ser sustituido por molestias. En su lugar entró De Sciglio.

El encuentro se iba desarrollando con pocas novedades, sin acercamientos claros por parte de ninguno de los equipos. Pasado el cuarto de hora, de nuevo Eliseu chutó, esta vez a las manos de Abbiati, que detuvo sin problemas, al igual que hizo Willy con el de El Shaarawy.

Vendaval 'rossonero'

A partir de ese instante llegaron los momentos más complicados para el Málaga. El Milan se fue al ataque y presionó y agobió a los visitantes sin recompensa. Primero, lanzamiento de Bojan desde la derecha que envió Willy a córner en el primer palo. Más tarde fue El Shaarawy quien probó el disparo, que de nuevo acabó en saque de esquina, tras tocar en Sergio. Tras poner el balón en juego fue Montolivo el que intentó el lanzamiento, que, una vez más, fue a córner.

El vendaval 'rossonero' se dio entonces por finalizado y las fuerzas volvieron a equilibrarse. En el 26’, Demichelis hizo falta a Pato sobre el pico del área. La puso sublimemente Emanuelson, obligando a la estirada de Willy, que evitó el primer tanto de la noche.

Eliseu abre la lata

Los 2.000 aficionados malaguistas se hacían notar en San Siro, donde no dejaban de animar a los suyos, quienes estaban a punto de hacerles explotar de alegría. Corría el minuto 39 e Isco hizo una gran jugada dando un soberbio pase entre líneas para Eliseu, quien, desde la derecha y de primeras, batió a Abbiati con la diestra. Disparo raso que inauguró el marcador en el estadio italiano.

Ya con el tiempo reglamentario cumplido, Emanuelson tuvo la última, con un disparo lejano que se marchó rozando el travesaño. Así se llegó al descanso tras una primera parte con alternativas en cuanto a posesión y más acierto goleador de los visitantes.

El encuentro se reanudó con peligro por parte de los locales. En el 46’, un peligroso saque de esquina tuvo que ser despejado por Camacho. Apenas unos segundos más tarde, Bojan -que hizo un partido notable- recuperó un balón en el centro del campo, lo cedió a Montolivo y este lo pasó a Emanuelson, que se precipitó en el disparo y lo envió directo a las manos de Willy.

Estaba más enchufado el Milan, pero sus ocasiones reales de peligro seguían siendo escasas. No obstante, eran los de Allegri los que debían arriesgar si querían sacar algo en claro de este encuentro.

En el 58’ llegó la primera amarilla para los blanquiazules –tras haber sido amonestados De Jong, Emanuelson y Montolivo-. Fue para el chileno Iturra, que se perderá el choque ante el Zenit del próximo 21 de noviembre.

Después de un lanzamiento de Emanuelson que se marchó por encima del travesaño movió Allegri el banquillo para dar entrada a Boateng por El Shaarawy, cuya salida no gustó a una afición que pitó al entrenador. Poco más tarde, el neerlandés quiso poner de nuevo a prueba a Willy, esta vez con un lanzamiento de falta directa que atrapó el argentino sin problemas.

Pato iguala la contienda

El primer cambio del Málaga fue en el minuto 68, cuando Santa Cruz entró por Saviola, quien hoy no tuvo su mejor partido. Mientras, el Milan seguía intentando sumar por todos los medios. En el 70’, centro que atrapó Willy antes de que llegue Boateng. La siguiente que tuvo el alemán también murió en las manos del portero.

Poco antes de esa segunda ocasión de Boateng llegó la igualada: centro de Constant al segundo palo, donde remató Pato libre de marca para enviar el cuero al fondo de las mallas de Willy. Poco pudo hacer el guardameta para evitarlo, después de que Weligton perdiese la marca del milanista.

Después del gol local gastó Pellegrini los dos cambios que le restaban: Toulalan y Seba saltaron al césped por Iturra y Joaquín, a quien hoy no se le vio.

Desde el gol de Pato hasta el final del encuentro no hubo mucho más que destacar. El Málaga sufrió porque no tuvo el balón y poco pudieron hacer sin él, salvo defender el resultado. Así, después de los cuatro minutos de añadido decretó el árbitro el final del encuentro, en el que el Málaga ha encajado su primer gol en la máxima competición continental. Aun así, los de Pellegrini siguen líderes del grupo C, con 10 puntos, seguidos del Milan, con 5.

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Foto: UEFA.