Un gol de Ighalo en una intensa primera parte le dió la victoria a un Granada que supo jugar sus cartas frente al Málaga que fue superior en el juego, pero que no inquietó a Roberto. Con doce puntos por disputarse, el Málaga ve muy difíciles sus opciones de clasificarse para la Champions League, mientras que el Granada da un salto gigante en su lucha por la permanencia.

Aferrados a Los Carmenes

Granada y Málaga se enfrentaban en Los Cármenes a falta de 5 jornadas para finalizar la Liga BBVA en un completo estado de necesidad. Los primeros marcados por la urgencia que marcan los dos puntos de distancia con los puestos de descenso. El Málaga, protagonista indefinido de una película de suspense, visitaba Granada con la esperanza de seguir el tren que le pueda llevar a la Champions League la temporada que viene. Recio y Buonanotte, ex futbolistas del conjunto blanquiazul hasta este pasado mercado invernal, se enfrentaban a sus anteriores compañeros en un partido especial en lo sentimental, pero crucial en lo profesional.

En casa como en ningún sitio. Eso debia pensar el Granada, que afrontaba el partido frente al Málaga con las cuentas en la cabeza. No ha sido el Granada un equipo especialmente fiable en casa, donde ha cosechado menos victorias (4) que en sus visitas a feudos rivales (5), pero Lucas Alcaraz y sus pupilos saben que en estas jornadas críticas, hay que agarrarse a los partidos donde tu afición te hace más fuerte. La afición, entregada a la causa, se ha convertido en una marea humana dispuesta a llevar como a una balsa a su equipo. Los Carmenes quería hacerse fuerte y tomarl el timón, y no decepcionó.

El Málaga, donde Pellegrini cumplía cien partidos en el banquillo malacitano en Liga,  el choque se presentaba difícil, más aún sabiendo que el Valencia acababa de golear a Osasuna en Mestalla. La victoria ya era obligada y los nervios podían entrar en escena. Para este partido el técnico chileno no contaba con dos jugadores clave en su esquema, Toulalan y Gámez, ambos por lesión.  Al frente del ataque malaguista estaría Baptista, que sin duda alguna se ha presentado como una solución desesperada por mejorar la posición más débil de este equipo, la del goleador.

Sin miedo a nada

Como si solo existiera horizonte, con la creencia absoluta de que la única forma y el único final fuera la victoria, así salió el Granada en Los Carmenes. Sin fútbol para dominar, sin futbolistas para hacerse dueño del partido, la agresividad, el esfuerzo y el corazón como armas legítimas, el Granada entendió desde el principio que el balón no podía ser suyo, no ante este Málaga. Los de Alcaraz decidieron homenajear al contragolpe y al balón directo, y el talentoso Brahimi, Recio y Nolito se lanzaron al ataque. En cambio el Málaga, fiel a su estilo, intentó elaborar, dispuso a Isco, Camacho, Iturra y Joaquín en el mediocampo, con la idea de provocar el espacio y de que el Granada cayera en la precipitación. Con todo y con eso las ocasiones se sucedieron, y lo hicieron casi por inercia, porque en estos duelos instalados en la urgencia el balón pareciera volar con más peligro.

Las más peligrosas fueron para los locales, la primera en un robo en el centro del campo que llegó al área de Willy en un chispazo, y la jugada se cuajó en un barullo monumental que acabó con dos remates imprecisos de Brahimi e Ighalo que se cruzaron entre las piernas de los defensores, y en el último de ellos, entre Willy y Weligton despejaron una pelota que aun estando cerca de la línea de gol, se adivinaba bien lejos. Willy siempre deja su tarjeta de visita antes de pasar a mayores. Sin embargo, a pesar de que Joaquín trataba de llevar la pelota a la zona de peligro, el Granada seguía imponiéndose en el robo, y de nuevo Mikel Rico y Brahimi estuvieron muy cerca de batir a Willy con disparos desde la frontal.  El Málaga no estaba descosido, pero sin embargo no terminaba de encontrar soluciones.

En una de las embestidas locales, Brahimi logró sacar un centro sin aparente peligro, pero sin embargo Ighalo se anduvo rápido para anticiparse a Demichelis en la marca, y con la punta de la bota depositó el cuero en las redes. Los Carmenes entró en ebullición. El Málaga quiso reponerse, y de la mano de Isco se acercó al área de Roberto, sobre todo en una jugada que el propio Isco abrió hacia Antunes en en interior del área que el lateral portugués no supo resolver ante el guardameta. Aceptado el reto, y tras varios acercamientos tímidos de ambos equipos, el árbitro señaló el descanso.

 

El Málaga quiso pero no pudo

Tras el tiempo de descanso, el Málaga subió el ritmo, y empezaron a llegar las ocasiones visitantes. Isco asumió mayor protagonismo y fue el líder de los suyos. Los laterales subieron la banda como acostumbran y a balón parado Morales se convertía en una amenaza constante. A pesar del dominio malagueño, las oportunidades no llegaban con excesiva claridad, y un desaparecido Baptista dejó su puesto a Roque Santa Cruz. que parecía buscar sus opciones por alto.

El Granada fue perdiendo fondo, las recuperaciones y las salidas de la primera parte brillaron por su ausencia, y el Málaga insistió, sabedor de que ese resultado suponía la despedida casi virtual de la Champions League. En una nueva incursión de Joaquín por la banda, su centro medido encontró el cabezazo de Roque pero se marchó desviado. Más tarde, un disparo lejano de Morales fue blocado por el guardameta del Granada, el Málaga tenía ideas pero no se convertían en ocasiones reales, el tiempo seguía avanzando.

Lllegado al tramo final del encuentro, el Granada mostró su indiferencia por la pelota y se dedicó por completo a defender una ventaja que parecía no solo suficiente sino merecida. Aun así, el Málaga no encontraba la manera de asustar a Roberto y tras alguna precipitación en el centro del campo, el Granada tuvo tiempo para contragolpear y asustar a Willy, como así ocurrió en una clarísima ocasión de Aranda que salvó el portero argentino. El Granada respiraba hondo, porque el partido se le hacía eterno. Piazón y Duda dieron piernas nuevas al equipo de Pellegrini, y las acometidas parecían llevar más peligro. Un centro cerrado de Antunes se desvió para sorpresa de Roberto, pero el esférico se estrelló en la madera. El público guardó silencio, cada balón al área parecía un penalti. No tuvieron que sufrir más, acabó el partido y el Granada se sintió vivo, mientras que el Málaga vuelve a casa con más problemas de los que ya traía.

Estadísticas del partido

Granada CF Estadísticas del partido Málaga CF
1 Goles 0
36 Posesión 64
4 Tarjetas amarillas 2
4 Remates a puerta 4
20 Faltas 13
6 Saques de esquina 2
17 Paradas 4
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Sobre el autor
Fernando Vargas
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas, con un Master en Dirección de Marca e Identidad Corporativa, mi trayectoria como redactor de contenidos deportivos online ha sido más extensa e intensa. Ahora redactor junior en la sección del Málaga CF en Vavel.com, colaboré en la revista de fútbol internacional Marcaje Individual cubriendo noticias del Sporting de Portugal, trabajé con www.todoxdeportes.com realizando las crónicas del Villareal y poseo y gestiono un blog deportivo llamado Fher Play.