Manuel Pellegrini dio esta mañana su última rueda de prensa anterior a un partido en La Rosaleda, donde ha hablado mayoritariamente de despedidas y planteando el futuro con el cierre a la temporada frente al Barcelona como telón de fondo.

El técnico ha explicado que el duelo en el Camp Nou será difícil para ambos equipos, aunque ni Barça ni Málaga tengan deberes para la última jornada. "Aunque los dos equipos ya tengan los objetivos logrados de esta temporada todavía nos quedan cosas por las que luchar a ambos y vamos a intentar que Málaga haga un gran partido ante un gran rival", expuso el chileno, que ha desvelado el parte de bajas para este partido. "Duda tuvo un problema en la espalda en el entrenamiento de hoy y no pudo viajar. Iturra, Martin (Demichelis) y Kameni también tuvieron problemas durante la semana y finalmente tampoco han podido estar".

Hasta ahí lo relativo al último partido de Pellegrini como entrenador del Málaga, tras tres años, aprovechando para despedirse de los periodistas y de la ciudad de Málaga, dejando entrever nuevamente la falta de estabilidad en el club y la falta de acuerdo de planificación con los mandatarios, como las razones de su marcha. "Para mí el Málaga es muy especial. Dejo mi casa aquí, por lo que no volveré solo de vacaciones. Entiendo que no se haya podido continuar con el proyecto, pero esta falta de objetivos me lleva a alejarme eventualmente de Málaga, pero seguiré viniendo a mi casa", expresó el técnico.

Respecto al futuro de la entidad que deja atrás, Pellegrini ha dado una premisa clave para la viabilidad del proyecto: la continuidad de Mario Husillos en la parcela deportiva. "Es absolutamente fundamental que el club renueve a Husillos. Mario es una persona muy identificada con el club, llevaba muchos años en Málaga, hizo una labor extraordinaria y es una persona de plena confianza", defendió Pellegrini, sentenciando que "su pérdida sería un traspiés muy importante para la institución".

También ha dispuesto Pellegrini un deseo de que el club pueda estar otra vez en Champions y volver a La Rosaleda, aunque reconoce la dificultad para llegar hasta ella. "Cuando las entidades se despotencian es más difícil. Ojalá por Málaga pueda volver y ojalá por mí también si vengo como entrenador rival", concluyó.