No debe existir ni un ápice, amago o señal de relajación en los partidos. Ese es el mensaje al que se ha sumado este viernes Jesús Gámez, peso pesado del vestuario malaguista. El parón liguero está sirviendo al Málaga para analizar y sopesar tranquilamente el más que irregular inicio de temporada. Los de Schuster han alternado buenas actuaciones frente a equipos grandes con momentos de verdadera caraja y de falta de intensidad. 

Para Gámez, el bajón no tiene nada que ver con el tema físico: “Físicamente los jugadores tiene registros brutales, pero luego no se refleja en puntos. El equipo está trabajando muy bien en lo físico y después no tienes la recompensa. Como jugador, cuando corres mucho y luego pierdes es un poco jodido. Sabemos que hay que arreglar temas tácticos y de confianza. Perder la confianza no se puede permitir. Esos son puntos clave”.

El defensor fuengiroleño reconoció que el equipo está haciendo autocrítica internamente: “Estamos hablando entre nosotros para solucionarlo. Ante equipos grandes dimos la cara, pero estamos viendo que es una Liga competitiva y los conjuntos están igualados. Ganas y te plantas arriba y pierdes dos partidos y entras en descenso. Tenemos tiempo, más adelante no habría remedio. No es una situación nueva para mí, y la unión del grupo con el cuerpo técnico es fundamental”, afirmó.

Gámez es consciente de que el potencial de la plantilla ha bajado bastantes escalones con respecto al pasado año, pero no quiere que eso sirva de excusa o dé lugar a la relajación: “No nos puede faltar entrega y sacrificio. No tenemos el mismo nivel de equipo que años anteriores, y cuando no tienes eso la actitud no puede faltar porque el rival te supera. No podemos dar una de cal y otra de arena. Debamos ser competitivos, que no nos hagan goles y lo demás vendrá. La línea que queremos seguir es con la que empezamos”.