No hay una explicación clara para reflejar lo que sucedió en la noche de este domingo en La Rosaleda, cuando una noche de alegrías y sueños en la Copa se convirtió en otra noche aciaga en la que el Málaga volvió a hacer de las suyas, esta vez tirando por la borda una ventaja de 3-0 con el gol de Juanmi al comienzo de la segunda parte. Los goles fuera de casa en la Copa del Rey son muy importantes y así lo remarca con resignación el equipo, que no estuvo a la altura con ese parcial a favor cuando Osasuna reaccionó y empató el partido incluso jugando con un jugador menos.

Los jugadores volvieron a estar algo desconsolados cuando se presentaron en zona mixta y trataron de articular alguna explicación que dilucidara ese bajón que el Málaga pegó en la segunda parte. Eliseu adució que el equipo se fue completamente del partido con el 3-0: "La sensación era que al descanso teníamos el partido controlado, pero no ha sido así y en 10-15 minutos se nos ha ido el partido completamente", manifestó el portugués, que se pronunció con incredulidad ante el devenir del partido: "Nos meten un gol muy extraño, y a partir del primer gol nos metimos atrás y ya fue complicado, el equipo bajó la cabeza, de un momento a otro sin confianza". En cualquier caso, Eliseu entiende la crispación de la grada con el Málaga: "El público estuvo con nosotros hasta el final y después de lo que ha pasado se entiende perfectamente su reacción".

En la misma línea se expresaba Pedro Morales, que fue titular al igual que el interior portugués y sirvió el primer gol a la cabeza de Sergio Sánchez: "Teníamos el partido totalmente controlado; es un partido a ida y vuelta y salíamos con la idea de que no nos hicieran goles en nuestra casa, pero al final se llevan tres goles y vamos a tener que marcar allí en un partido difícil, pero creo que sólo queda trabajar día a día", declaraba el chileno ante los micrófonos, lamentándose de la oportunidad perdida.

El partido contra Osasuna era importante para los malacitanos según indicaba Morales, al haber tenido una semana para descansar y prepararlo de la mejor forma posible: "Nos vino bien el empate ante el Villarreal en el último minuto, pasamos una semana tranquila con las expectativas puestas en el partido de este fin de semana ante el Osasuna. A ratos jugamos muy bien y marcamos una diferencia con el rival bastante amplia en el resultado, pero después en el segundo tiempo no podría decir ahora en caliente lo que sucedió", confesaba atónito el centrocampista chileno, que defendió la actitud del equipo en un momento como este: "El equipo lucha hasta el final y estamos entregándonos al cien por cien en todos los partidos y con el trabajo del día a día y el esfuerzo de todos podemos sacar esto hacia adelante", concluyó.