Volvía el fútbol a la liga española para inaugurar este nuevo año y lo hacía con un interesante Málaga-Atlético de Madrid en La Rosaleda, en una soleada tarde en Martiricos. El feudo malaguista presentaba una gran entrada para comprobar de primera mano si su equipo terminaba de refrendar la mejoría experimentada a final de año y si el Atlético de Madrid continuaba con su marcha imperial y con la inercia ganadora fuera de lo común de la que hizo gala en 2013.

Schuster, quizás intimidado por el potencial del Atlético de Madrid esta temporada, apostó por un once ultra conservador, con tres centrales, cuatro centrocampistas y Juanmi como única referencia ofensiva. Demasiado fácil para Godín y Miranda frenar el ímpetu del joven jugador malagueño. Angeleri era el tercer central y Portillo esperaba su oportunidad en el banquillo. Camacho y Darder formaban una pareja de mediocentros casi inédita, flanqueados por Samuel y Eliseu en las bandas. El plan era ahogar la salida de balón rojiblanca y salir jugando rápido por los costados.

En el Atlético de Madrid, Simeone, que volvía al estadio donde debutó como técnico rojiblanco hace dos años, apostó por un once algo diferente al que es sabido de carrerilla. Gabi, sancionado, no pudo estar presente en el choque.  No tuvieron suerte los madrileños en este aspecto, ya que Juanfran se perderá el trascendental partido ante el Barcelona por cumplir ciclo de amonestaciones. Koke reemplazaba en el centro del campo al exjugador del Zaragoza, formando pareja con Tiago, hoy capitán, con Óliver en el costado izquierdo y Arda en la banda diestra.

El Málaga tuvo un comienzo fogoso: Antunes a balón parado metió un buen balón y el rechazo de Samuel se fue arriba por poco. Eliseu comenzó en la derecha para aprovechar su velocidad en las diagonales y del canterano malaguista en la izquierda, a pie cambiado. Schuster propuso un planteamiento defensivo pero basado en una gran intensidad y cercamiento al Atlético, al que le complicó más de la cuenta, quizá buscando la misma medicina con la que los colchoneros noquean a sus rivales jornada tras jornada.

El Málaga roza el gol

Sin embargo, el Atlético se hizo con el control del partido. Juanfran avisó con un golpeo seco tras un formidable autopase que obligó a Willy a meter los puños.  La réplica para el Málaga la tuvo primero Eliseu en sus botas después de una buena jugada individual de Gámez en fase ofensiva, pero el disparo del portugués se fue blandito a las manos de Courtois y después Samuel con un disparo colocado que buscaba la base del palo. Más dominio del Atlético pero mejores ocasiones blanquiazules.

El Málaga se benefició de estas intentonas de gol y experimentó una leve mejoría en su juego, buscando la profundidad de Gámez y Antunes en bandas. No estaban cómodos los del Cholo sobre el césped de La Rosaleda. Sin embargo, las imprecisiones en la salida de balón y las continuas faltas, ralentizaron bastante el juego de ambos equipos. Con una primera parte algo descafeinada e insulsa, se llegó al descanso.

Simeone movió ficha tras el descanso y sacó del campo a Óliver, del que no se vió más que pequeños destellos de lo buen futbolista que será en un futuro a medio plazo, y dio entrada a Adrián López. Más mordiente para el frente de ataque rojiblanco.

A los cincuenta y ocho minutos, los dos equipos se vieron espoleados con dos acciones de ataque para cada uno. Primero una jugada en la que el Málaga sumó muchos efectivos arriba y que acabó con un centro de Antunes a las manos de Courtois y después con la respuesta del Atlético en un contraataque que acabó con un tackling  de Weligton para robarle el balón a Adrián cuando ya iba a fusilar a Willy.

El Atlético no perdona

El Cholo siguió intentando desbloquear el empate en el marcador metiendo más intensidad y coraje en el campo con la entrada del 'Cebolla' Rodríguez. Arda fue el sacrificado. Schuster no se quedó atrás e hizo un doble cambio: fuera Juanmi y Eliseu, con muchos kilómetros en sus piernas, y dentro Santa Cruz y Duda. Con este cambio, el Málaga cambió su ariete buscando la corpulencia y juego aéreo del paraguayo y el guante en la zurda de Duda para las jugadas a balón parado.

De una arrancada de Diego Costa, desaparecido hasta el momento, nació la jugada del primer gol de la tarde. El hispano-brasileño vio libre de marca a Adrián en el área pequeña, cuyo disparo pudo desviar Willy, con tan mala fortuna para los costasoleños que el rechazo cayó a los pies de Koke puso el 0-1 en el marcador en una de sus especialidades, la llegada desde segunda línea Cuarto gol para el vallecano en la presente campaña y el Málaga obligado a buscar el empate.

Los locales tuvieron que cambiar el chip y el guión inicial de aguantar las acometidas del Atlético y vieron cómo era menester  apretar el acelerador y buscar el gol que les diese el empate. Pedro Morales entró al campo en lugar de Angeleri. Simeone quiso guardarse las espaldas y gastó su último cambio con la entrada de Alderweireld en lugar de Villa, acabando el partido como lo empezó el Málaga, con cinco atrás. De esta manera, habrá que esperar para ver el debut de José Sosa con la elástica rojiblanca.

El Atlético de Madrid supo dormir el partido y el Málaga le puso más ganas que acierto en los minutos finales. El choque fue el típico de después del parón navideño, con dos equipos que quisieron la victoria, que jugaron sus bazas y que se llevó el que más acierto tuvo, en este caso el Atlético de Madrid que sigue subiendo escalones en su lucha por el campeonato. Los de Simeone velan armas para el encuentro ante el Barcelona dentro de siete días. Por su parte, los de Schuster van cogiendo tono y actitud y  poco a poco se empieza a vislumbrar a un Málaga más competitivo.