Encuentro muy aburrido el disputado hoy entre el Málaga y el Elche, que se terminó decidiendo por un tempranero gol de los visitantes y en el que apenas se registraron ocasiones. Los ilicitanos, más acuciados por las necesidades de puntaje, fueron superiores a los blanquiazules, que nunca terminaron de dar sensación de peligro.

Schuster alineó su once prácticamente de gala. Las únicas novedades fueron a la fuerza, con la entrada de Iakovenko por el sancionado Amrabat y de Weligton por Angeleri, también cumpliendo sanción. Dicho sea de paso que el extremo ucraniano perdió una oportunidad de lujo para reivindicar su papel dentro del equipo. Al jugador cedido por la Fiorentina se le vio apagado, sin esa chispa ni velocidad que tanto le caracteriza.

Escribá sí que mostró un equipo con más novedades y que gozaba de mucho oficio en el medio campo, con la presencia de Carlos Sánchez, Rubén Pérez y Javi Márquez, con este último jugando por detrás del ‘9’, Boakye, que sustituía a Cristian. Carles Gil no fue titular, en detrimento de Garry Rodrigues.

Muy pronto iba a ser protagonista el exjugador del Levski de Sofía. Un zapatazo descomunal suyo a los diez minutos, tras un intento por salir a la contra del Málaga, precedido de un córner motivado por otra pérdida de balón en zona comprometida, puso el 0-1 en el marcador para los ilicitanos. Misil teledirigido al que Willy solo pudo acompañar con la vista.

El caboverdiano se estrenó en España como goleador justo en la semana que se la ha criticado mucho  en Alicante su falta de gol, tras malograr varias ocasiones claras el pasado fin de semana ante el Levante.

Sequía de ocasiones

El gol no hizo más que instaurar un escenario de partido en el que se vio a un Elche más metido en el partido, en el día que el Getafe, rival directo por la permanencia, logró sacar un punto con el que sus rivales no contaban, ante el Barcelona y que obligaba a puntuar a sus rivales por la permanencia.

Roque tuvo el primero pero su remate al primer palo lo desbarató Manu Herrera con una buena intervención. El encuentro avanzaba con continuas detenciones de juego, faltas y jugadas que no llevaban a nada. El equipo andaluz no cuajó un partido a la altura del cielo soleado que presidía La Rosaleda en un día auténticamente primaveral.

El Elche, por el contrario, siguió cercando el arco de Willy de manera esporádica pero con cierto peligro. Javi Márquez hizo gala de su buen golpeo de media distancia y chutó fuerte y seco abajo, pero su remate lo acabó repeliendo el poste.

La primera parte acabó con un Málaga desorientado y sin terminar de cogerle el pulso ni el ritmo al partido. Schuster mostraba un gesto contrariado en la banda y no terminaba de verlo claro.

Tal fue así que la segunda mitad comenzó con Pablo Pérez sobre el terreno de juego, en lugar de un Samuel inédito durante el partido. El centrocampista rosarino se situó por detrás de Roque y fue Duda el que se ubicó en el costado diestro. Mientras, el Elche tuvo que hacer un cambio obligado por la lesión de Boakye, que sufrió un pinchazo en la espalda tras perseguir un balón. Cristian Herrera fue su reemplazo.

Schuster fue valiente y retiró del campo a Camacho para meter a Juanmi, dejando a Darder como único centrocampista posicional, con Duda echando una mano en la distribución y recuperación del balón. Los accidentes e infortunios con las lesiones continuaron. Gámez se torció el tobillo y tuvo que abandonar el césped. Eliseu ocupó su lugar.

Ánimos calientes

Ante la falta de fútbol, el encuentro adoptó un cariz un tanto agresivo y violento. El choque se calentó inexplicablemente, con continuos encontronazos entre los jugadores, futbolistas en el suelo etc., que acabó con Toño, guardameta suplente del Elche, expulsado por encararse con Antunes.

No le convenía al Elche entrar en tacos de tamaña magnitud, pero minutos después las tanganas volvieron por sus fueros. Botía fue expulsado tras un pelotazo a Iakovenko cuando el ucraniano estaba en el suelo. Error infantil y absolutamente evitable del canterano culé que dejó a su equipo en inferioridad numérica a falta de diez minutos para el final de un partido trascendental para los alicantinos. Precisamente otro canterano de La Masía, Lombán, ocupó la vacante dejada por Botía en el centro de la zaga.

Entre tanto, Willy volvió a sacar sus alas de ángel de la portería y voló para evitar el segundo del Elche tras un remate de cabeza de Carlos Sánchez, en una falta botada magistralmente por Márquez, en una de sus mejores suertes, la precisión con su pie izquierdo.

Finalmente, el Málaga no terminó de ir a por todas a por el choque y el partido acabó con la tónica de interrupciones que se había desarrollado y con una victoria para el Elche que sabe a gloria en Alicante y que les deja con 39 puntos, más cerca de tan preciado botín, la salvación. Los costasoleños deberán seguir esperando una jornada más para cerrarla de manera matemática. El Vicente Calderón será la siguiente batalla para los de Schuster.

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Sobre el autor
Alberto Ardila
Amo el fútbol en todas sus vertientes. Me apasiona el mundo de la comunicación. Redactor de la sección del Málaga C.F.