Málaga 2013/2014: Flávio Ferreira

A sus 21 años, Flávio Ferreira aterrizaba en la Costa del Sol como tercer fichaje de un Málaga inmerso de lleno en el proceso de renovación de su plantilla, toda vez que la marcha de las estrellas que habían maravillado en la temporada anterior iba produciéndose con cuentagotas. Con la salida de Martín Demichelis rumbo al Atlético de Madrid, el equipo andaluz se lanzó a la búsqueda de un relevo de garantías que acompañara a Weligton en la zaga. Y fue en la localidad lusa de Coimbra donde estrechó el cerco sobre este joven defensor, que pese a su corta edad ya portaba el brazalete de capitán en el Académica.

Su llegada respondía a la necesidad imperiosa de montar el puzzle que suponía la confección de una plantilla, la malaguista, que había quedado prácticamente huérfana. La secretaría técnica de la entidad de Martiricos apostó por Flávio, pero el infortunio se cebó con él. Una lumbalgía en la espalda, que desembocarían en contínuas recaídas, le privaron de vestirse de corto hasta 17 de febrero de 2014, fecha en la que debutó de manera oficial con el Málaga en un partido ante la Real Sociedad en La Rosaleda.

Flávio y diez más

Desde ese momento, los constantes problemas y dolencias musculares del que presumiblemente iba a ser su compañero en el eje de la defensa, Weligton, unidos al óptimo estado de forma que fue alcanzando Flávio, firmando buenos encuentros, motivó que Schuster confiase en él como alternativa de garantías a 'El Mariscal'. 

El encuentro ante los 'txuri urdin' fue el inicio de una larga secuencia de partidos de Flávio como titular indiscutible. En total ha disputado 16 encuentros ligueros, 14 de ellos partiendo de inicio, y 1 de Copa como jugador del Málaga, en los que ha dejado gratas sensaciones y se ha visto un central con personalidad, con buen manejo de ambas piernas y con ciernes para ser un defensor a tener en cuenta en un futuro no demasiado lejano. Quizás su asignatura pendiente sea la de mostrarse más contundente en determinadas acciones puntuales, además de mejorar su remate de cabeza, pese a no ser un jugador demasiado alto (180 cm). 

Por delante tiene dos temporadas de contrato, más una opcional, para destaparse definitivamente como uno de los centrales más prometedores del fútbol europeo. Condiciones no le faltan. Su polivalencia es un aspecto a destacar del luso, ya que pese a jugar casi siempre de central, puede hacer las veces de mediocentro defensivo, gracias a su buen juego de piernas. Con Schuster ha sido un fijo siempre que ha estado disponible y sano, pero ahora está por ver si con la llegada del nuevo entrenador la luz de Flávio se apaga o por el contrario, el nuevo inquilino del banquillo costasoleño deposita en él su confianza y le permite seguir creciendo y madurando como futbolista.