El joven paleño ha tenido una temporada más que discreta a las órdenes de Bernd Schuster. Portillo, de 24 años y criado en la cantera malaguista, no ha tenido la continuidad necesaria para explotar esta temporada. Además, las pocas oportunidades que el técnico germano le ha brindado no supo o no pudo aprovecharlas.

Altas expectativas

Gran parte de la afición malagueña esperaba que Portillo asumiera los galones en el centro del campo que Isco dejaba libres con su marcha al Real Madrid, pero el entrenador empezó la temporada dejándolo en el banquillo las dos primeras jornadas. En su primer partido, Sevilla – Málaga (2-2) consiguió tener unos minutos y no dejó malas sensaciones. De hecho, Schuster lo convocó como titular para el partido siguiente (Málaga – Rayo) y el paleño respondió con una buena actuación, llegando a anotar uno de los tantos de la goleada, 5-0. Ese fue su mejor momento de la temporada, a partir de ese gol, Schuster le brindó la confianza durante 16 encuentros consecutivos en los que lo convocó como titular.

Portillo empezó muy bien, una buena actuación en la visita a la Real Sociedad y el segundo gol de la temporada en casa ante el Almería, en un partido en el que fue de los mejores del encuentro. Sin embargo, su juego comenzó a apagarse lentamente, bajando el nivel hasta que tocó con la expulsión por doble amarilla en el partido en casa ante el Athletic de Bilbao.

Schuster lo sienta

A pesar de haber demostrado toques de genialidad, para Schuster eso fue un punto de inflexión y en la jornada 18 lo dejó en el banquillo. Desde aquel momento solo tuvo escasos minutos en algunos partidos, y para los rivales más duros ni siquiera pisaba el césped (Atlético de Madrid, Barça, Sevilla…).

El mercado de invierno le complicó la situación un poco más, la llegada de Amrabat, Iakovenko, Pablo Pérez y Rescaldani suponía competir con más jugadores de carácter ofensivo. Además, Duda se echó el equipo a la espalda para firmar la permanencia y se posicionó como enganche entre el centro del campo y los delanteros, ocupando ese puesto de forma casi permanente.

El partido en La Rosaleda ante el Real Madrid volvió a ser una buena oportunidad para el paleño y, a pesar de la falta de rodaje y de ritmo, no cuajó un mal partido, aunque de poco le sirvió, el equipo perdió por 0-1 y él volvió al banquillo en el siguiente partido. El peor partido lo vivió en su visita al Benito Villamarín, en un partido en el que no consiguió centrarse en ningún momento.

Con la permanencia ya conseguida, Schuster le dió minutos en el partido en La Rosaleda ante el Levante y Portillo respondió con el gol de la victoria. Así, la temporada termina y Portillo deja un regusto amargo en la boca, con la sensación de que podía haber dado mucho más de si mismo. 3 goles y 1 asistencia es poco botín para un jugador con la calidad que apuntaba en la temporada anterior.

Goles Partidos Minutos T. Amarillas T. Rojas Asistencias
3 25 1629 0 1 1