Samu Castillejo logró recuperar ayer el pedacito de gloria que se le fue a las nubes en la última jugada frente al Levante. El canterano salió por Amrabat, en un cambio que muy pitado por la grada, y revolucionó el encuentro, provocando los dos goles del Málaga y siendo la auténtica estrella del equipo blanquiazul.  

El partido comenzó de la peor forma posible para el Málaga. El Granada ganaba 0-1 antes de que se cumpliera el primer minuto de partido merced a un tanto de El Arabi, que sigue con su idilio con el gol cuando tiene al Málaga como rival, aprovechando un rechace de Kameni tras un fuerte disparo de Rochina desde la frontal del área. El gol viene precedido de un fallo de Angeleri, que no tuvo su mejor noche como blanquiazul. 

La primera parte, además del gol del Granada, tiene poco que comentar. No hubo más disparos entre palos por parte de ninguno de los dos equipos, ni ninguna ocasión especialmente clara, salvo un disparo de Horta que salió cerca del poste en una contra que inició Amrabat y que condujo Juanmi. El Málaga recordaba al que se vio en Getafe, tenía el dominio del balón, sí, pero sin profundidad ni sensación de peligro alguna cuando llegaba hasta la línea de tres cuartos del conjunto nazarí. 

Tras el descanso el panorama no pintaba mucho mejor y el partido pedía un cambio. Javi Gracia llevó a cabo uno de los cambios más discutidos por la afición desde que es técnico del conjunto malacitano, quitó a Amrabat, que montó en cólera tras el cambio y que protagonizó dos acciones muy censurables que veremos las consecuencias que conllevan, ya que primero negó el saludo a su entrenador y después tiró la toalla por encima del banquillo. Nadie duda de la calidad del holandés de origen marroquí, pero ni es el jugador que enamoró a La Rosaleda la temporada pasada, ni su actitud está siendo la mejor.

El enfado del respetable duró lo que tardó en llegar el balón a los pies de Samu Castillejo. Electricidad, desparpajo y descaro a raudales fue lo que aportó el que está llamado a convertirse en uno de los ídolos de la afición, En la primera jugada ya dio una pista de lo que tenía preparado, combinó con Roque Santa Cruz y lo dejó sólo frente a Roberto, pero el disparo del paraguayo se estrelló contra el cancerbero del Granada.

De una internada por la izquierda de Samu Castillejo nace el primer gol, que pone un pase al área tras un inteligente desmarque de Juanmi que no llega a tocar el balón, pero que provoca un barullo en el área que acaba con el esférico en los pies de Roque, que sólo tiene que empujarlo a la red. 

Se creció el Málaga con el empate, pero se encontró con una nueva piedra en el camino. Angeleri completó su desafortunada noche con una expulsión, bastante clara, en una jugada en la que Success se anticipa al central argentino que lo derriba en el borde del área cuando encaraba sólo la meta de Kameni. 

El equipo no cesó en su empeño de llevarse los tres puntos y los encontró en una jugada en la que Castillejo recibe un balón de Juanmi en banda derecha, rompe a Murillo y su centro se estrella, según el linier, porque parece que da en la pierna, en la mano de Iturra. Antunes fue el encargado de lanzar la pena máxima y engañó a Roberto poniendo el definitivo 2-1 en el marcador. 

No acabó ahí el partido, ya que el Granada pudo llevarse el empate en una jugada en la que Nyom enganchó una volea que se estrelló en el palo tras una estirada felina de Kameni. Hubo algunos minutos más de angustia, en los que Sergio Sánchez estuvo imperial, como lo estuvo en todo el partido, pero el Málaga amarró tres puntos muy necesarios para encarar con optimismo el parón liguero.

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