Al Málaga el 2015 no le ha sentado nada bien y ayer se volvió a confirmar. Desde el parón de Navidad, el conjunto de Javi Gracia ha disputado 7 partidos de Liga, de los cuáles sólo ha ganado uno (Valencia), ha empatado dos (Athletic y Villarreal) y ha perdido cuatro (Almería, Sevilla, Levante y Espanyol). El equipo entrenado por Sergio González llegaba a La Rosaleda siendo el peor visitante de Primera con 5 puntos de 30 posibles, pero con su victoria deja ese "título" a la Real Sociedad, el único equipo que aún no ha ganado fuera de casa en lo que va de Liga. 

La primera parte recordó mucho a la que el conjunto blanquiazul disputó contra el Villarreal. El Málaga puso las ocasiones, si bien es cierto que ninguna de ellas fue especialmente clara, y el Espanyol el gol. Samuel fue el primero en intentarlo en una de las pocas jugadas de estrategia que logró rematar el Málaga, nefasto en ese aspecto durante los 90 minutos y Amrabat tuvo la más clara en un disparo desde fuera del área que fue directamente a las manos de Kiko Casilla tras pasar por un bosque de piernas. 

Hubo que esperar más de veinte minutos para ver el primer acercamiento del conjunto visitante, en un centro desde banda derecha que despejó Kameni y cuyo rechace remató Víctor Sánchez, pero se estrelló contra Angeleri. La misma suerte corrió un disparo de Amrabat poco después, que repelió Héctor Moreno cuando se dirigía con mucho peligro a la portería perica. 

Sergio García avisó del gol en una jugada en la que se fue de Rosales en banda con una facilidad inusitada, llegó hasta línea de fondo y centró hacia Lucas Vázquez, pero se encontró con Angeleri que despejó a córner.

Cinco minutos más tardó en llegar el primer gol visitante, en una falta lateral que botó Salva Sevilla al corazón del área, donde Álvaro remató entre Angeleri y Camacho y puso el balón en la misma escuadra, haciendo completamente inútil la estirada de Kameni. 

Volvía a irse al descanso el conjunto de Javi Gracia con un resultado injusto a tenor de lo que se había visto en el campo. Tocaba remar de nuevo a contracorriente y el Málaga salió con fuerza en la segunda parte, provocando un córner nada más empezar y con una internada de Castillejo por banda izquierda, cuyo centro no encontró rematador. Juanmi, tras varias jugadas anuladas por fuera de juego, tuvo la más clara cuando controló con el pecho dentro del área un gran pase de Samuel, pero su intento de vaselina fue fácilmente blocado por Casilla. 

Ambos entrenadores empezaron a mover el banquillo, Stuani y Javi López sustituyeron a Caicedo, que se fue con más pìtos que aplausos del que un día fuera su estadio, y Salva Sevilla y Javi Guerra entró por Juanmi. Al poco de entrar el veleño hubo un gol anulado a Weligton por fuera de juego, claro, acertó el linier, en una falta muy bien botada por Boka al segundo palo.

Duda entró por Darder para intentar darle otro aire al equipo y poco tardó en generar la primera ocasión, en un centro a Javi Guerra, cuyo disparo a la media vuelta se fue directo a las manos de Casilla, y Victor Sánchez dejó su puesto en el campo a Colotto, que duró exactamente tres minutos en el campo, todo por culpa de un centro de Rosales que Casilla no logra blocar porque se choca con Álvaro, el rechace cae en las botas de Javi Guerra que dispara y Colotto, que estaba bajo palos, toca el balón con la punta de los dedos, provocando que el balón se estrelle contra el larguero. Roja directa y penalti. 

Amrabat fue el encargado de lanzar la pena máxima. El internacional marroquí no había fallado ningún penalti en Liga y el internacional español no había parado ninguno, pero ayer al Málaga siempre le salió cruz y Casilla adivinó la intención de Amrabat y despejó el balón con una buena estirada a su izquierda. Esto terminó de matar al conjunto local, que incrementó su desesperación cuando un disparo de Duda dentro del área, tras una gran jugada de Amrabat, se estrelló contra la cara de Duarte cuando todo el estadio cantaba gol. Daba la sensación de que podían estar jugando hasta las 4 de la madrugada, incluso más, y ninguno de los jugadores blanquiazules fuera capaz de perforar la portería defendida por Casilla. 

En uno de los últimos ataques a tumba abierta del Málaga llegó la sentencia del Espanyol. Una contra rápida y mortal acabó en un pase de la muerte de Lucas Vázquez que no perdonó Sergio García, que ponía el broche a un partido sensacional en lo personal, aunque el capitán espanyolista salió mal parado, ya que chocó con Kameni y se tuvo que retirar lesionado del campo. Ahí acabó todo, sólo dio tiempo a que el Málaga sacara de centro por tercera vez en el encuentro.   

El conjunto de Javi Gracia visitará el Camp Nou, Sábado a las 16:00, con malas sensaciones en cuanto a juego y con las bajas de Camacho y Amrabat. Todo ello contra un Barcelona que llega en un gran momento de forma y cuya única distracción puede ser la que provoque que, tres días después del partido frente al Málaga, se enfrenta al Manchester City en la ida de los Octavos de Final de Champions League.