Si hay un defensa lateral que haya vestido la elástica del Málaga CF y que los aficionados recuerden por su larga trayectoria en el club andaluz y su compromiso con la entidad, ese es Vicente Valcarce.

El canario se formó en las categorías inferiores del Real Madrid tras sus inicios en el Moscardó del que salió con 20 años. Disputó 3835 minutos con el filial merengue. Concretamente, fueron 50 los partidos que el lateral disputó con la elástica del filial merengue en dos temporadas, una en Segunda División y otra en Segunda División B. Aquel jugador menudo, de apenas 1.70 de estatura, comenzó a despuntar en 'La Fábrica', pero su oportunidad en el primer equipo nunca llegó.

En busca de oportunidades en categorías superiores, en la temporada 98/99 recaló en las filas del Málaga CF para iniciar un largo recorrido defendiendo los colores del club costasoleño. Con Joaquín Peiró al mando, aquel equipo consiguió ascender a Primera División con jugadores como Bravo, Roteta, Movilla, Sandro, Rufete, Agostinho, Edgar, Guede o Catanha.

Con el 12 a la espalda, Valcarce fue acomodándose en la banda izquierda del esquema blanquiazul y cuando el Málaga CF ya recorría de nuevo los estadios de Primera División, el canario se asentó como un fijo en los onces iniciales. Caracterizado por su gran regularidad a lo largo de toda la temporada, el lateral es recordado como un pelotero con gran velocidad en la recuperación de balón, con explosividad en las subidas por el carril zurdo y con personalidad a la hora de afrontar los duelos individuales para evadir el peligro en los ataques rivales.

Cuando alcanzó su nivel más alto y la Selección Española iba a llamar a su puerta, una grave lesión le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante algunos meses. Cabe destacar, que en la temporada 2001/2002, el lateral únicamente pudo disputar seis encuentros, sumando 452 minutos sobre el terreno de juego. Sin embargo, el de Las Palmas no desistió en su empeño de volver a recuperar su mejor versión y a base de lucha lo consiguió.

A lo largo de sus diez temporadas en el club blanquiazul, Valcarce vistió la elástica malagueña en 363 ocasiones. Fue uno de los pilares importantes en los dos ascensos que consiguió con el club y en las siete temporadas que jugó en Primera División disputó miles y miles de minutos en cada curso liguero.

La Intertoto de la campaña 2002/2003 en la que disputó 35 partidos, fue el único título que el de Arrecife consiguió a lo largo de su trayectoria en el Málaga CF en la que no todo fueron alegrías y donde también tuvo que sufrir un descenso a Segunda División en la 2005/2006 cuando el canario apenas disputó 16 encuentros. Apoyando al equipo en las buenas y en las malas, se convirtió en todo un símbolo de compromiso para la afición malagueña que vio en su nuevo capitán a un futbolista que siempre defendió los intereses del equipo por encima de los suyos propios.

Del terreno de juego a las oficinas

En 2008, con el que fue su compañero Fernando Sanz, ejerciendo las labores de Presidente del club, Valcarce decidió poner punto y final a una trayectoria futbolística vinculada casi en su totalidad al club de Martiricos. Sin embargo, meses después, muchos aún pudieron verle en los anexos a La Rosaleda ejercitándose en solitario o colaborando en los entrenos con los jugadores cuando el míster requería de su ayuda. Un amante del fútbol que prefirió no desvincularse del mundo del balompié y fue en el Málaga donde prosiguió su trayectoria pero esta vez desde los despachos.

Valcarce firmó con el club andaluz para desempeñar las labores de delegado del primer equipo y siguió muy de cerca las evoluciones del club de sus amores gestionando la planificación de las diferentes actividades que la plantilla blanquiazul realizaba a lo largo de las semanas. A su vez, el de Arrecife siguió compaginando el mundo del deporte con su nuevo trabajo dentro de la institución malagueña. Su pasión por diferentes deportes, le llevó a convertirse en un buen triatleta y llegar incluso a desenvolverse bien como 'Ironman'.

Seguirán pasando los años y las temporadas desde que Vicente Valcarce dejó de dejarse el alma sobre los terrenos de juego defendiendo la camiseta del Málaga CF, pero su aliento y sus pisadas sobre la banda izquierda de La Rosaleda siguen intactas para los muchos aficionados en los que dejó huella.