Un entorno idílico. Así se puede catalogar todo el paisaje que rodeaba a la presentación de los tres nuevos fichajes del Málaga CF. El pasado jueves, Charles, Espinho y Juan Carlos estaban citados en el Real Club Mediterráneo. Sitio donde también se dieron cita los consejeros consultivos Francisco Martín Aguilar, Ben Barek y Antonio Benítez, el director general, Vicente Casado y el director deportivo, Mario Husillos. Todos ellos estaban acompañados por numerosos aficionados y niños que, vestidos con la camiseta del Málaga CF, hicieron un pasillo para recibir a los jugadores en su camino hacia la playa, donde posaron con su nueva camiseta. Además, todos ellos hicieron declaraciones.

Charles fue el primero. El ex del Celta de Vigo, al no contar para el equipo gallego, decidió recalar en el Málaga CF, que tuvo que pagar medio millón de euros. Esta cifra puede convertirse en 800.000 si el brasileño cumple una serie de objetivos que están marcados en el acuerdo al que se llegó el pasado mes. En sus declaraciones se mostró “ilusionado” y con “ganas de empezar a jugar”. Además, el delantero demostró querer hacerse un hueco en el once lo antes posible para sentirse otra vez “un jugador importante”.

Tras él, le llegó el turno a Espinho, el portugués que llega procedente del Ludogorets. Por el centrocampista, el equipo de la Costa del Sol no ha tenido que desembolsar dinero, ya que llega tras quedar liberado por el equipo búlgaro. En sus declaraciones agradeció todas las palabras y consejos que le dieron para fichar por el Málaga CF y quiere “disfrutar de la Liga y ayudar para conseguir todos los objetivos”.

Por el último, le llegó el turno a Juan Carlos, el jugador que llega cedido del Sporting de Braga portugués. No obstante, el equipo andaluz se guarda una opción de compra por seis millones de euros en caso de querer adquirirlo en propiedad. En sus declaraciones desveló que aún no ha hablado con Javi Gracia pero que su intención es “reforzar la banda”, independientemente de si juega de forma más ofensiva o defensiva.