El partido empezó con diez minutos de retraso, quizá por el gran calor que hacia en la ciudad. Un calor que ni unos ni otros quisieron enfriar, ya que el partido empezó con rifirrafes desde el principio. El equipo catarí iba fuerte y a por todas y los pupilos de Javi Gracia no eran menos y no se dejaban amilanar.

El primer lance del partido ya dejaba la primera discusión entre jugadores de ambos conjuntos. Raúl Albentosa que hoy se estrenaba ante su nueva afición recriminó un golpe a Muntari y entre medias de la discusión algún manotazo sin mucha importancia.

Pero al Málaga no le interesaba ese juego y pronto empezó el equipo boquerón a crear un juego bonito y vistoso impulsado por un Duda inmenso, que sin una fuerte presión campaba a sus anchas por toda la zona de peligro malagueña. Precisamente fue el luso quien tuvo la primera ocasión. Entrando por la derecha metió un buen pase al lateral del área para Charles quien devolvió la pelota al capitán que disparó fuerte pero la pelota rebotó en un defensa y se fue a córner.

En este primer partido en La Rosaleda, Duda no quería perder la ocasión de mostrar que sigue teniendo un fusil de precisión en su bota izquierda y en la primera falta que botaba estuvo a punto de llegar el primer gol de la noche. Albentosa se estiraba para rematar en escorzo el centro de Duda y no veía que a su espalda Charles, libre de marca, ya tenía la cabeza preparada escorada al lado derecho en tres cuartos de cancha, así se llegaría al minuto diez.

Precisamente el jugador brasileño que siempre realiza unos movimientos muy interesantes, peleo un balón al hueco que parecía perdido para poner un pase de la muerte que a punto estuvo de cazar el otro punto del Málaga, Cop.

Parece que Javi Gracia quiere que una de las credenciales de este equipo es la presión tras perdida y es que el Málaga mordía tras cada perdida consiguiendo robar muy arriba. Así sucedió en el minuto trece cuando un robo en medio campo estuvo a punto de convertirse en gol pero Duda disparó arriba un tiro franco desde la frontal.

Las ocasiones blanquiazules eran una constante. En el veinte una buena internada dentro del área de Recio acabó en córner tras una gran parada del meta rival y un minuto más tarde un pase de la muerte de Rosales a punto estuvo de encontrar rematador.  Otro robo en el ecuador del primer periodo en la salida del balón del conjunto catarí también estuvo cerca de acabar en gol pero esta vez Cop no acertó a materializar la ocasión.

Mientras tanto, el equipo catarí se defendía cómo podía y tan solo creaba cierto peligro en alguna contra. Muntari, el jugador más activo del equipo catarí y el que mas calidad y peligro llevaba tuvo su ocasión en el minuto treinta, cuando cogió la pelota en el centro del campo y montó la contra él solo, llegó a la frontal, sentó a Angeleri, que mostró un nivel bajo en todo el partido, y probó suerte con una vaselina desde la frontal, pero Kameni, siempre atento, atrapó sin problemas.

El Málaga se gustaba, era un torrente ofensivo y no cejaba en su empeño de conseguir divertir a la gente. La afición disfrutaba con las ocasiones pero querían goles. Y a la media hora de juego llegó el tan ansiado trofeo. Apertura de Recio a la banda derecha, para Rosales que centra al primer palo. Allí aparece Duda que remata al poste y el rebote cae a los pies de Charles que a puerta vacía no falla y anota el primer gol de la noche.

Cuatro minutos más tarde, Amrabat estuvo cerca de ampliar el marcador tras un pase de Cop, pero el remate, muy escorado dentro del área, se estrelló en el cuerpo del portero.

El Málaga parecía satisfecho y bajó un poco el ritmo, mientras que el equipo contrario seguía intentando hacer la machada. Una buena combinación entre sus dos atacantes tuvo que ser frenada por Angeleri en el borde del área con una falta muy peligrosa. El central argentino se llevó una tarjeta muy clara. La falta botada por el equipo catarí pasó rozando la escuadra y se pudo escuchar un ¡Uyyy! En la grada.

Con estas se llegó al descanso. Con un Málaga tremendamente superior, que hacía mucho daño por banda derecha cuando aparecía Duda y Rosales y que hacía temblar cuando el jugador luso campaba por sus anchas por todo el campo.

La segunda parte empezó como acabó la primera, con dominio local. A los cuatro minutos Amrabat volvió a poner en apuros al meta con un disparo desde la frontal que acabó en un córner que remató Recio ligeramente arriba.

Sin embargo, el calor reinante en esta noche veraniega empezó a causar estragos en el estado físico de los jugadores y las ocasiones empezaban a disminuir.  Por su parte, el Lekhwiya no se rendía en busca del gol mediante contras.  También, tal y como es habitual en estos partidos, se empezaron con los cambios y esto bajó el ritmo.

Uno de los habituales de cara al gol la temporada pasada, Amrabat, también buscaba su premio. Un pase entre lineas de Tissone para Espinho quien, hábilmente,  se la dejó a Amrabat para que este la pegue desde frontal. Fue una de sus mejores ocasiones, que sin embargo, despejó brillantemente el portero a córner.

Se notaba el cansancio de los jugadores, pero también se podía ver que el equipo no bajaba los brazos y buscaba más. Al falta de quince minutos para la resolución del partido, un recién incorporado Tiga puso un centro raso que el portero al intentar despejar dejó muerto cerca de Charles, pero un central llegó antes y sacó la pelota. Allí apareció Espinho quien sobrado de técnica y de tranquilidad colocó el balón suavecito en el lado izquierdo de la meta defendida por el meta catarí.

Y poco más ocurrió en esta cálida noche malagueña, en la que el Málaga se impuso al Lekhwiya y se adjudicó por un cómodo 2-0 el Trofeo Costa del Sol.