Pasan los minutos, las jornadas y los partidos y el Málaga CF no arranca. Aún no ha marcado el primer gol de la temporada y solo ha sumado un punto de nueve posibles. Con este balance, el equipo está más cerca de los puestos de descenso que de los europeos, por lo que deben cambiar el rumbo cuanto antes. En el partido de la jornada 3 ante el Eibar, todos los problemas se juntaron y el equipo no pasó del empate a cero. Faltó creatividad, decisión y hambre en algunos jugadores. Problemas que sumados unos a otros dieron como resultado la ausencia de gol y de ocasiones en un partido insulso que no dejó buenas expectativas a los aficionados malagueños.

Entre medias está Javi Gracia, el técnico navarro que ve como su equipo no juega de la misma forma que la temporada pasada. Ya no brillan los jugadores encargados de poner la magia sobre el terreno de juego, como es el caso de Amrabat, más centrado en el partido ante el equipo vasco en buscar balones a la espalda que en driblar y marcharse por velocidad de los defensores. Tampoco tienen la puntería afinada los delanteros, ya que ni Charles, que volvió a tener una ocasión clara como ante el FC Barcelona, ni Duje Cop, que volvió a salir desde el banquillo para aguantar balones y abrir a bandas, están acertados en su misión principal: anotar gol. El centro del campo no propone juego porque Tissone y Recio no parecen los jugadores indicados para ello. Y, por bandas, Juan Carlos y Ricardo Horta no son todo lo desequilibrantes que se esperaba. Solo la línea defensiva, que ha recibido un gol en tres partidos, es la que sale medianamente reforzada de estos tres primeros partidos de Liga sin sumar una victoria.

Laterales muy profundos

Si hubo una idea que se repitió constantemente en el partido ante el SD Eibar, fue la de la profundidad de los laterales. En una zaga formada por Angeleri y Albentosa en el centro y Rosales y Boka en bandas, eran estos últimos quienes llevaban el balón hacia el campo rival. En numerosas ocasiones el equipo blanquiazul cerraba con tan solo dos hombres, el argentino y el ex del Eibar, mientras que Tissone, en ayudas constantes a la defensa, y Recio, que cumplía con su labor de centrocampista, eran los otros futbolistas encargados de mantener el rigor defensivo.

Por su parte, el venezolano Rosales y el costamarfileño Boka eran los encargados de recorrer la banda en un ejercicio de resistencia. El que fuera uno de los jugadores más importantes la pasada temporada, Roberto Rosales, creó ocasiones de peligro, pero vio como sufría en defensa con las acometidas rivales. Por otro lado, estaba Arthur Boka. Si algo tiene el lateral izquierdo es que siempre lo intenta y nunca se borra del encuentro. Sus cabalgadas por la banda de La Rosaleda ya son míticas y era él quien aportaba algo más de creatividad y peligro al juego blanquiazul.

Estas subidas de los laterales eran posibles porque Juan Carlos y Ricardo Horta, los dos extremos en los que confió Javi Gracia, dejaron de ser precisamente eso, extremos, para convertirse en centrocampistas. Su intención era la de irse hacia el centro, para arrastrar al defensor rival y generar un hueco en la banda que fuera aprovechado por los laterales locales. En contadas ocasiones esto dio su fruto, ya que el Eibar estuvo muy bien plantado sobre el terreno de juego y consiguió neutralizar cualquier acometida rival. Las ayudas de Keko y Saúl Berjón a Ander Capa y Luna eran constantes y lo único que conseguía el equipo de Martiricos era acumular gente en el centro sin posibilidad de buscar una sorpresa a la espalda de la defensa.

Malaga CF - Football tactics and formations


Así pues, aún asumiendo riesgos en defensa como los que implica que los laterales sean muy profundos, Javi Gracia no dio con la tecla para poder marcar el primer gol de la Liga BBVA. Los laterales pueden ser ofensivos, pero los centrocampistas debían aportar opciones desde la segunda línea para desactivar el entramado defensivo armero.

Los balones a la espalda, mal reclamo

Ante la imposibilidad de poder romper por dentro, el Málaga CF se fue encasillando hasta el punto de buscar balones directos hacia Amrabat y Charles. Esto desesperó al público en numerosas ocasiones, ya que la falta de paciencia que se demostraba sobre el terreno de juego se fue contagiando a la grada de La Rosaleda. Los jugadores no estaban leyendo bien el partido y Javi Gracia no conseguía, desde la banda, transmitir grandes ideas a sus futbolistas.

Si en el partido ante el FC Barcelona lo que se buscaban eran los balones directos a Duje Cop, en el partido ante el SD Eibar, se buscaban balones directos pero sin un objetivo principal. Superar a la zaga vasca era todo lo que se intentaba con esos pases en largo, pero el resultado era siempre el mismo: balones para el rival, bien en saques de puerta o en recuperaciones. Amrabat, uno de los que buscaba esos balones, acabó cansado, tanto que tuvo que ser sustituido por Tighadouini. Por su parte, Charles, el delantero del equipo que volvió a tener una clara ocasión para adelantar a los suyos, tampoco dio con la tecla para abrir la defensa visitante.

Camacho es el jugador que puede cambiar el juego del Málaga CF

Si se buscaban estos balones a la espalda era porque la creatividad y la fantasía no surgían. De esto se debían encargar Amrabat, Ricardo Horta, Juan Carlos y Recio. Sin embargo, el primero solo podía correr a balones largos, el segundo estuvo desaparecido, el tercero jugaba demasiado por dentro, y el cuarto no es Camacho. Con el regreso del aragonés se espera un juego más fluido y que permita ver espacios en la zaga rival. Ni Recio ni Tissone parecen jugadores destinados a poner calidad y fantasía a las jugadas del Málaga CF, por lo que recuperar a Camacho es la clave en el arranque de la temporada.

Unas sustituciones que buscaban pero no encontraron

Si algo no se puede echar en cara a Javi Gracia es la propuesta de ideas. El navarro intentó desde el primer al último minuto desequilibrar al Eibar para conseguir el gol, aunque no lo consiguió. En primer lugar con el planteamiento ya explicado que contaba con unos laterales profundos. En segundo con la posición de Amrabat, quien estaba detrás de Charles para aprovechar los teóricos huecos que nunca aparecieron. Y, en tercer lugar, con las sustituciones.

Estas no tuvieron el reflejo deseado y nunca encontraron la aprobación de la afición. El primero en retirarse del terreno de juego fue Ricardo Horta, el joven portugués que sigue sin aprovechar las oportunidades que le da el técnico. Su apatía y su falta de compromiso en el juego del Málaga CF hacen que sus compañeros no le encuentren desmarcado y, por tanto, se atasquen en la zona de creación. En su lugar entró su compatriota Duda, del que se esperaba que abriese el juego por banda o bien que se intercambiase la posición con Amrabat y el marroquí pasase a la banda y el portugués a la mediapunta. Ni una cosa ni la otra surgió, ya que el veterano jugador no tuvo la oportunidad de crear peligro ni de cambiar el juego de su equipo.

La siguiente sustitución fue diez minutos más tarde, cuando Javi Gracia decidió sacar del terreno de juego a Juan Carlos, que también intentó sin éxito buscar la espalda de los defensores eibarreses, y dar entrada a Duje Cop. Con esto, el Málaga jugaba de nuevo con un 4-4-2 donde Tissone y Recio estaban el eje del equipo, Amrabat en banda derecha y Duda en la izquierda, mientras que Duje Cop y Charles ocupaban la punta de ataque. Sin embargo, el croata no pudo generar acciones de peligro y fue una sombra más sobre el césped de La Rosaleda.

La entrada de Tighadouini no tuvo ninguna repercusión

Finalmente, Tighadouini fue quien ingresó por Amrabat. Este cambio fue el que menos repercusión tuvo de todos. En primer lugar, porque llegó en el minuto 83, con todo el partido prácticamente decidido y, en segundo lugar, porque fue un cambio de hombre por hombre que no generaba ninguna repercusión en el juego de uno y otro equipo. La única ventaja que sacaba el equipo local respecto al visitante, era que el marroquí iba a estar más fresco que su compañero, que había estado corriendo todo el encuentro.

Así pues, mal partido en general del Málaga CF que ve como no encaja muchos goles, tan solo uno en tres partidos ligueros, pero como tampoco consigue anotar. Ni Cop ni Charles parecen frenar una sequía goleadora que ya lleva tres partidos. Roque Santa Cruz parece el otro delantero que pueda cambiar el marcador en los encuentros, pero su mal estado de forma y las lesiones que tuvo en el Cruz Azul mexicano hacen que se tenga que adaptar a la competición y necesite una preparación y puesta a punto específica.