Es imposible. Por más que se cambie de lugar, es imposible. Nadie lo puede conseguir. Es lo que hay. Termina la actuación y las personas se van con la misma cara de sorpresa e ignorancia con la que llegaron. ¿Por qué? Porque es imposible. Nadie puede descubrirlo. Por más que uno mire la magia desde distintos lados, el truco es imposible de adivinar. Y lo mismo sucede en otros ámbitos. Que aquí hay para todos. El fútbol, por ejemplo. Un jugador lleva la pelota y es imposible saber qué va a hacer en ese momento. Claro, es imposible saberlo si el jugador es bueno, si es malo, lo normal es que la pelota acabe en un lado y el jugador caído en el césped. Pero en este caso, en este reportaje, vuelve a ser imposible.

Es imposible saber qué va a hacer Isco la próxima vez que coja el balón. Es imposible saber por dónde va a salir. A quién se la va a pasar. Cómo va a terminar. De la misma forma, es imposible tener a otro Juanito. Ya no habrá nadie igual. Muchos le superarán, otros le mirarán con recelo porque será imposible para ellos estar a su altura, pero nadie será como él. Desde aquel fatídico 2 de abril de 1992 Juanito se fue y por más que se intente será imposible tener a otro como él. Solo queda mirar la magia desde distintos lados.

Isco: el conejo de la chistera

El malagueño es un jugador único. Desde que debutara en Primera División con el Valencia estaba claro que iba a marcar un antes y un después en el mundo del fútbol. En el conjunto ché estuvo durante dos temporadas en las que disputó siete encuentros y anotó dos goles. Sin embargo, su tierra le llamaba. Necesitaba volver a Málaga, ese sitio que le había visto crecer. Una vez allí, formó parte de uno de los mejores Málaga CF de la historia, participando con el equipo blanquiazul en la UEFA Champions League del curso 2012/2013. Nuevamente, con 19 y 20 años, se tira dos temporadas en el equipo malagueño donde es indiscutible desde el primer momento. Acumula más de un centenar de encuentros y anota 17 tantos, algunos de ellos de muy bella factura.

Es aquí donde vive sus mejores momentos como jugador de fútbol. Unos momentos que se dan, sobre todo, en la mejor competición continental, la Liga de Campeones. Esta, además, es un gran escaparate y muchos entrenadores y equipos en general ponen su mirada en el de Arroyo de la Miel. El más aventajado es el Real Madrid, que se hace con sus servicios al término de la temporada 2012/2013. Ya en el club blanco las cosas no le van como en el Málaga CF, donde era titular indiscutible. Pasa de ser el mejor jugador de la plantilla a discutirle la posición a los mejores jugadores del mundo.

Él, de la misma forma que lo hace sobre el terreno de juego, se da cuenta de esto perfectamente y readapta sus condiciones para aportar un valor añadido que el resto de compañeros no tengan y que le permitan un mejor posicionamiento de cara al entrenador. Como si de una buena marca se tratara, Isco se reinventa, tanto que en ocasiones parece más un defensor que un jugador de corte ofensivo. Es con Carlo Ancelotti con quien adquiere esta faceta defensiva en la que tiene que trabajar de forma incansable durante el tiempo que está en el terreno de juego. Con la llegada de James, ambos viven un enfrentamiento mediático constante, algo que no se refleja en el terreno de juego. Los dos pueden jugar juntos, ser complementarios y dotar al Real Madrid de un toque nunca antes visto. Sin embargo, la forma de ponerles frente a frente que adoptan algunos medios llega hasta los banquillos, donde los entrenadores suelen elegir al colombiano por delante del malagueño.

Ahora, sin lugar a dudas, está aprovechando su oportunidad. Está tirando del carro de un Real Madrid que es líder de la competición y que, una vez más, lucha por conseguir todos los títulos posibles. Isco ha vivido sus mejores años en el Málaga CF pero es en el Real Madrid donde, con esfuerzo, trabajo y adaptación, puede seguir mejorando su nivel.

Juanito: la paloma inesperada

El caso opuesto al de Isco es el de Juanito. Tras empezar su carrera futbolística en equipos de su zona, como el CD Los Boliches, Juanito fue fichado por el Atlético de Madrid donde se desarrollaría en sus categorías inferiores. Tras sufrir una grave lesión en un partido amistoso contra el Benfica es traspasado al Burgos en la temporada 1973/1974. En Segunda División milita durante tres temporadas, las mismas que tarda el equipo burgalés en poner los pies en la élite del fútbol español. Ya en la temporada 1976/1977 juega en Primera División y muchos son los equipos que ponen sus ojos en él, aunque el que se iba a hacer con sus servicios iba a ser el Real Madrid.

En el Real Madrid vive sus mejores momentos como futbolista

En Chamartín desarrolla gran parte de su trayectoria futbolística y consigue un palmarés envidiable formado por cinco Ligas, dos Copas del Rey, una Copa de la Liga, dos Copas de la UEFA y un Trofeo Pichichi. Es una década maravillosa en la vida de aquel jugador que había nacido en Fuengirola. Sin embargo, algunas acciones sobre el terreno de juego lastran su camino en el fútbol. La agresión que realizó al jugador alemán Lothar Matthaus le inhabilita durante cinco años en los que no puede jugar competiciones europeas. Por este motivo, el equipo blanco se deshace de él y decide traspasarlo al Club Deportivo Málaga.

Aunque por aquel entonces el equipo andaluz estaba en Segunda División, y sumido en una grave crisis económica, Juanito acepta y se pone a las órdenes del mítico Ladislao Kubala. En la primera temporada, el equipo cumple el objetivo y se proclama campeón de la categoría, consiguiendo también el ascenso a Primera División. En esta temporada 1987/1988 que el cuadro blanquiazul está en la División de Plata, Juanito anota diez tantos, el doble que en su última temporada como futbolista.

Con el equipo en Primera División y tras jugar 34 partidos entre todas las competiciones, al término del curso 1988/1989 Juanito anuncia su retirada como futbolista profesional. Con 34 años se convierte en el nuevo director deportivo del club andaluz, aunque sin demasiado éxito. Su pobre gestión en la plantilla y en los fichajes hacen que el Club Deportivo Málaga descienda a Segunda División. No obstante sigue en el club, aunque más tarde, su mala relación con el presidente en aquel momento, José Pardo, y la no aceptación de su propuesta de volver a ser futbolista para ayudar al equipo a conseguir el ascenso terminan con Juanito en el CD Los Boliches, jugando algunos partidos en Segunda División B. De esta forma, el paso del jugador de Fuengirola por el CD Málaga tiene más sombras que luces.

Una sombra terrible sería la que caería sobre el delantero el 2 de abril de 1992 cuando falleció en un accidente de tráfico al volver a Mérida, donde ejercía como entrenador, tras presenciar un partido entre el Real Madrid y el Torino de la Copa de la UEFA. Tras su trágica muerte, los aficionados del equipo blanco le rinden homenaje en el minuto siete de la primera mitad de cada partido que disputan en el Estadio Santiago Bernabéu gritando: “Illa, illa, illa, Juanito maravilla”.

Así pues, dos jugadores tan diferentes como legendarios. Mientras que Isco ha calado muy hondo en la afición malagueña, Juanito tuvo sus altos y bajos en el equipo de su ciudad. De momento, el centrocampista parece hacerse con un hueco en el once de Rafa Benítez, mientras que el malogrado delantero lo tuvo durante diez temporadas en el feudo merengue.

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